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Domingo, 24 de noviembre de 2024



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Falta de voluntad política e intereses privados han evitado modernización de transporte público, según expertos

Casi 20 años de “parálisis por análisis” serían el resultado si Rodrigo Chaves no concreta planes de tren eléctrico

Meta del gobierno es dejar construida primera línea de un proyecto elevado entre Paraíso de Cartago y San José

Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Martes 20 septiembre, 2022


“Un país no puede prosperar sin un sistema integrado de transporte que sea moderno y que no dependa de los combustibles fósiles”, según Silvia Rojas, directora ejecutiva de la Asociación Costarricense de la Movilidad Eléctrica (Asomove).
“Un país no puede prosperar sin un sistema integrado de transporte que sea moderno y que no dependa de los combustibles fósiles”, según Silvia Rojas, directora ejecutiva de la Asociación Costarricense de la Movilidad Eléctrica (Asomove).


Si Rodrigo Chaves no cumple con su promesa de construir un tren, o al menos una línea de este transporte público moderno y eficiente al término de su mandato, Costa Rica cumplirá casi 20 años analizando cómo construir y operar un tren.

Lea más: Construcción de tren eléctrico arranca sí o sí a mediados de 2025 a más tardar

La parálisis por análisis ya suma cuatro administraciones y según el criterio de algunos expertos, es un hecho que este gobierno no hará nada.

El haber desechado todo el camino andado por la anterior administración, para impulsar un proyecto de $1.550 millones y en su lugar, tratar de revivir una iniciativa presentada por la administración de Luis Guillermo Solís hace más de seis años, es una garantía de fracaso, ya que ese plan era y será inviable por su alto costo.

“Todo el esfuerzo que se hizo, el nivel de estudios que se hicieron se perdieron por pura politiquería (…) Es una realidad, este gobierno no va a hacer nada con el tren, el hecho de que se quiera retomar el plan del gobierno de Luis Guillermo Solís, nos alerta de que no se hará nada al final de los cuatros años, ya que se trata de un proyecto muy caro. Van a ser cuatro años desperdiciados”, dijo Sebastián Urbina, exviceministro del MOPT.

Lo peor de todo, es que mientras no se termine de planificar y ejecutar un plan, los usuarios del transporte público pagarán las consecuencias.

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Pérdidas económicas para el país y para las economías familiares, mala calidad de vida, menor competitividad y en general un retraso enorme en el desarrollo si no se toman acciones pronto para modernizar y electrificar nuestro transporte, serán las consecuencias de nuevos atrasos, dijo Silvia Rojas, directora ejecutiva de la Asociación Costarricense de la Movilidad Eléctrica (Asomove).

Y es que el tiempo promedio que los costarricenses pasan metidos en una presa, les cuesta entre $3 mil y $5 mil, según un informe del Estado de la Nación dado a conocer en noviembre de 2018.

Hasta el momento, la falta de voluntad política y los intereses privados han evitado la modernización del transporte público en todas sus modalidades, incluido el tren, el cual, es considerado como un elemento fundamental a la hora de transformar la movilidad urbana.

“Es claro que se hay un exceso de análisis de los proyectos de movilidad, pero también debemos señalar que es innegable que hay intereses que quieren obstruir el avance del sistema de transporte público”, dijo David Gómez, ingeniero y consultor en movilidad urbana y seguridad.

El pasado 20 de julio el presidente Chaves anunció “el entierro de este capricho” -según sus propias palabras – para referirse al plan de $1.550 millones que impulsó el gobierno de Carlos Alvarado.

En su lugar, anunció la primera línea de un tren rápido de pasajeros entre Paraíso y San José que costaría $650 millones aproximadamente.

En principio, sería un paso elevado por prácticamente todo el trayecto, según Mario Arce, presidente ejecutivo del Incofer y si todo sale bien, estaría terminado antes de terminar esta administración. Se trata de un trayecto de 27 kilómetros.

Mientras tanto, las líneas que irían a las otras provincias como Alajuela, Heredia y hacia otras ciudades como Pavas, quedarían para otros gobiernos.

Sin embargo, la viabilidad del plan dependerá de estudios que se están haciendo y que serían anunciados a principios del otro año.

“La primera línea de un tren rápido de pasajeros quedaría construida en esta administración, siempre y cuando se confirme el proyecto con los estudios que se tienen que realizar. Si se confirman los análisis, para inicios del próximo año, se daría el aval definitivo para arrancar con el proyecto y a partir de ahí, sí existe, la posibilidad conforme al cronograma, de que esta primera línea quede construida y posiblemente en operación antes del final de la presente administración”, dijo Arce a LA REPÚBLICA anteriormente.

Para hacer realidad el sueño de un tren, es importante que los costarricenses sientan un motivo de urgencia para desarrollar el proyecto.

“Si nos ponemos a ver qué hace que se mueva la construcción de las carreteras es la presión de la gente básicamente, y la gente que está en política suele responder a ese llamado (…) Creo que la ausencia de decisiones se debe a la incertidumbre, estudios existen, justificaciones hay, al igual que urgencia, pero existe el miedo qué pasará cuando se tome la decisión. Es el miedo al resultado, en vez de la justificación”, finalizó Arturo Steinvorth, coordinador de Movilidad Sostenible para el Centro para la Sostenibilidad Urbana.


Los beneficios


Estos serían algunos de los beneficios del tren eléctrico.

• Ayudaría a mejorar la movilidad urbana actual y futura
• Mitigaría presas
• Interconectaría sistemas de transporte público
• Reactivaría la economía
• Ayudaría al país a cumplir metas de desarrollo sostenible
• Se construiría un nuevo modelo económico y de vivienda a lo largo de la ruta
• Revitalizaría mercado inmobiliario
• Generará empleo al atraer inversión extranjera


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