2021 un año complejo
Emilio Bruce ebjreproduccion@gmail.com | Viernes 04 diciembre, 2020
Sinceramente
No será un año sencillo, pero debemos enfrentarlo con valor y decisión, aunque duela y el sufrimiento esté presente. No será un año fácil ya que las medidas que deberían de haberse adoptado no parecen materializarse. Hemos venido repitiendo que el mejor ministro de hacienda para el país es su crecimiento económico pero el programa de reactivación no aparece.
El sector privado es el que genera empleo, riqueza e impuestos. El sector privado es el que mantiene al estado a pesar de la contracción económica, pero permaneciendo el gasto estatal creciente el déficit fiscal ha aumentado.
Los gobernantes cuya forma de pensar es y sigue siendo más impuestos y más gastos de gobierno no han logrado imaginar un congruente programa de estímulo a la producción, a la desregulación de los procedimientos que atan a los emprendimientos, ni han logrado construir programa o plan alguno para formalizar a quienes habiendo sido aplastados por trámites y costos derivados de impuestos, cargas sociales y patentes municipales han optado por trabajar al margen de la formalidad. Cerca de la mitad de la fuerza laboral trabaja en algún grado de informalidad. El desempleo sigue rondando el 23% de la fuerza laboral. Muchos empleados son en realidad subempleados.
Nuestros gobernantes dan la impresión de no tener el deseo ni la convicción para emprender una reforma del estado para reducir su peso en relación con el tamaño de la economía actual. Están activamente comprando tiempo para que su solución sea tarea del próximo gobierno. Ellos sacando de contexto sabias recomendaciones de John Maynard Keynes han decidido seguir estimulando la economía de Costa Rica a base de quitar una proporción cada vez mayor de las utilidades e ingresos a consumidores y productores para seguir gastando más y más en el sector público.
¡El absurdo es hundir con el peso de nuevos tributos a los que todavía sobreviven, para gastando en el estado, estimular la demanda y la economía…! Esa es la triste reactivación de la que hablan. En realidad, no es más que un truco para ganar tiempo y dejar a quien venga después de ellos la terrible tarea de componer sus entuertos y sus omisiones. Los problemas no están recibiendo una solución definitiva ni adecuada.
El país gasta ya dos veces el monto de sus ingresos tributarios y lo sigue haciendo a base de aumentar el endeudamiento. Se llenan la boca hablando de los economistas Krugman y Pickety, usándolos como excusa de sus desaciertos. Lo cierto es que ninguna economía del mundo sostiene un tren de gastos de dos colones por cada colón de ingreso tributario. El país de acuerdo con la OCDE es el que más gasta en salarios gubernamentales y el déficit de este año será de más del 9% del producto interno bruto, aparte de financiar con deuda el 55% del presupuesto nacional e imponer una carga tributaria promedio del 58,2% a los contribuyentes.
Instituciones del estado, con el dinero de los costarricenses, pagan hasta una tercera pensión a sus trabajadores, de privilegio, mientras los más pobres reciben una miseria de pensión en el régimen no contributivo. Llaman a esa atrocidad justicia social y es que los términos se han prostituido para encubrir un vicio y un privilegio. Pluses, anualidades además de 2.000 mil millones de dólares en pensiones de lujo para trabajadores y funcionarios de esas instituciones del estado no se están corrigiendo.
Dos colones de gasto por cada colon de ingreso es insostenible, pero la solución que han propuesto es cobrar más impuestos sobre las espaldas de los que no se han ahogado todavía. Reformas estructurales cero, ninguna. Es que entramos al año 2021 y este es el año en que la politiquería se adueña del país. Este 2021 será un año duro por la demagogia y las ocurrencias de muchos. Las soluciones quedarán para después si el país aguanta.
Ante la propuesta de reducción del gasto se argumenta la necesidad de no hacerlo para estimular la economía. Ese es el problema, no es la solución. Esa no es la ruta a la prosperidad sino la ruta al despeñadero. En el 2021 la deuda pública llegará al 80% del producto interno bruto. Esa es la ruta de la deuda adicional y de la suspensión de pagos estatal o del default.
Debemos prepararnos para enfrentar estos problemas con valor y con claridad, así como estar claros de las causas que los han generado. Debemos enfrentarlos con valentía porque las soluciones no serán fáciles ni carentes de dolor social.
Los países que rehúyen las soluciones a sus problemas, las naciones que carecen de las agallas para dominar sus errores y sus vicios no crecerán nunca. Los países que enfrenten y resuelvan sus dificultades serán aquellos que conocerán el desarrollo y la prosperidad. Sepamos reconocer a quienes causaron el empeoramiento. Sepamos elegir bien y no dejarnos desviar en nuestra certera elección por razones emotivas o generadas por distractores sociales.
El tiempo se acabó. Las soluciones deben de venir y ya. Duro como es y a como resulta, no solucionar nuestros yerros como país nos coloca en la ruta para profundizar los problemas y hacer más dolorosas las soluciones.
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