Impuestos tendrían tarifas escalonadas y plazos
¢400 mil millones de Reforma Fiscal no se cobrarían de inmediato
Proyecto de ley está siendo estudiado por la Sala Constitucional
Tatiana Gutiérrez Wa-Chong tgutierrez@larepublica.net | Lunes 15 octubre, 2018
Si se llegara a aprobar la reforma fiscal, los ¢400 mil millones que se piensan recaudar no entrarían a las arcas del Gobierno de forma inmediata.
Los nuevos tributos establecen tarifas escalonadas o plazos que van desde tres meses hasta más de dos años.
Los impuestos de valor agregado (IVA) y de renta, que son los principales cambios de esta iniciativa, por ejemplo, regirán seis meses después de su publicación.
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“Además, el Ministerio de Hacienda deberá escribir suficiente documentación reglamentaria y complementaria, para que entren en vigencia ambos impuestos, ya que la reforma es integral y por eso en el mismo proyecto de ley estableció un compás de espera”, aseguró Mario Hidalgo, socio de Impuestos y Legal Grant Thornton.
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Los contribuyentes deberán desinscribirse del impuesto general de ventas durante los primeros tres meses y presentar una declaración ampliada de sus actividades de IVA tres meses después.
Hacienda tendrá trabajo pendiente, ya que también deberá coordinar con el Ministerio de Economía para cambiar la canasta básica tributaria en tres meses, además de poner, en un plazo de un año, la operación un nuevo sistema para devolver la totalidad del impuesto pagado por los servicios de salud.
“La gente tiene la idea de que el proyecto resolverá la situación inmediatamente, lo cierto del caso es que el problema fiscal es muy apremiante y muchos de los impuestos tendrán su efecto hasta dentro de seis meses, e incluso dos años, de aprobada la ley”, aseguró Alan Saborío, socio director de Deloitte.
Existen otros servicios como de ingeniería y construcción, turísticos y de almacenaje de reciclajes, que pagarán un 4% en un periodo de dos años.
El monto de la recaudación no es suficiente para sanear las finanzas públicas y así lo han reconocido tanto Carlos Alvarado, presidente, quien lo definió como un “primer abordaje” y Rocío Aguilar, ministra de Hacienda.
“Aunque sabemos que el dinero no entrará de forma inmediata, estamos convencidos de que con esta medida lograremos restablecer la confianza que el país requiere para que nos reduzcan las tasas de interés con que nos financiamos, atraer inversión y provocar el ambiente necesario para una reactivación económica”, aseguró Aguilar.
Los cambios a las remuneraciones de los funcionarios públicas sí entrarán en vigencia una vez publicada la ley, como por ejemplo, eliminar la modalidad de pago bisemanal que otorga más salarios al año, la cesantía quedará en ocho años en vez de 20 años y se pone un tope fijo a la anualidad.
El proyecto será analizado por los diputados, nuevamente, para darle segundo debate si logra salir bien librado de la consulta a la Sala Constitucional y, en el peor de los casos, se podría ordenar volver a iniciar el debate legislativo, como pasó en 2012, cuando se enterró la propuesta de Laura Chinchilla.
A paso lento
Las modificaciones incorporadas a la reforma fiscal no se aplicarán de forma inmediata, excepto los cambios a las remuneraciones de los funcionarios públicos.
Tres meses
-Cambios a canasta básica tributaria
Seis meses
-IVA y Renta
-Municipalidades y Asadas deberán implementar sistemas informáticos para cobrar el IVA
-Aresep deberá ajustar modelo tarifario para el transporte público
-Emitirse un reglamento sobre responsabilidad fiscal
Un año
-Excedentes y utilidades de asociaciones solidaristas y cooperativas 7%
-Títulos valores de las Cooperativas 7%
-Rendimientos del Banco Popular 7%
-Arranca nuevo sistema de devolución del impuesto pagado por los servicios de salud
Dos años
Servicios de ingeniería, arquitectura y construcción 4%
Servicios turísticos 4%
Almacenaje y recolección de reciclajes y reutilizables 4%
Fuente: Deloitte