Superando adversidades
7 plagas y 7 soluciones
Laura Centeno centeno.laura@gmail.com | Viernes 27 julio, 2018
A quién no le ha sucedido que de repente suceden todas las cosas malas que uno siempre temió y ya no hay nada más que hacer, salvo hacerle frente a todos los enredos que por A o por B, nos hemos metido o nos han llegado.
Cuando he estado en situaciones difíciles, he llevado a la práctica algunas acciones que realmente me han funcionado, de hecho ayer me di cuenta de una de ellas y por eso decidí anotarlas y compartirlas con ustedes:
1. No nos culpemos: Aunque sea nuestra culpa, no tiene sentido autocastigarnos para estar peor de lo que ya estamos. La culpa no nos sirve para nada, entonces mejor desechar esos sentimientos y hagamos algo para salir de ahí. Aceptemos nuestros errores con humildad y que queden como enseñanzas y listo, punto.
2. Un alto en el camino: Significa reflexionar para pensar la mejor forma de arreglar las situaciones y si no las podemos cambiar porque no depende de nosotros, de convivir con ellas de una forma aceptablemente sana para nuestra vida. Un momento para pensar no significa huir o demorar lo que sabemos que posiblemente tengamos que enfrentar y superar.
3. Meditar: cuando los problemas parecen perseguirnos, sufrimos de migraña, insomnio, ansiedad, temor o tristeza; la meditación nos puede ayudar. ¿No sabés meditar?, yo tampoco, por eso bajé una aplicación en el celular o lo busco en Youtube como meditación guiada y listo, es solo sacar un rato y hacerlo.
4. Propósito de vida: Cuando tenemos alguna causa de bienestar enfocada en ayudar a los demás, resulta que nos hace sentir más alegres y plenos. Incluso mejor que cuando buscamos la felicidad en placeres egocéntricos (en otra nota me voy a referir a esto, porque ya está científicamente comprobado que las personas con propósito de vida son más sanas que quienes solo buscan su propia felicidad). Cualquier acción en nuestro trabajo o tiempo libre en donde encontremos un significado superior, lo hará más valioso y nos hará sentir mejor a pesar de las 7 plagas que tenemos encima.
5. Espiritualidad: Buscar un acercamiento con nuestro ser interno, con el universo y para los que somos creyentes, con Dios, es un bálsamo reconfortante que ayuda a hacernos más llevaderos los problemas en que estamos inmersos. Si pensamos que un ser superior nos cuida y que podemos descargar nuestras situaciones difíciles un espacio de oración, es un tesoro para sobrellevar cualquier obstáculo.
6. Apoyo: Compartir una pena con alguien de confianza es quitarse de encima la mitad del sufrimiento. Uno nunca debe guardarse los problemas, es importante tener la oportunidad de conversarlos con alguien que pueda darnos un consejo o por lo menos escucharnos en momentos de dolor. El desahogo de hablar, es maravilloso. Las perspectivas de otras personas en algunas ocasiones nos hacen ver una situación muy difícil en algo más llevadero o en una solución más sencilla de lo que pensábamos. Eso sí, debemos buscar personas positivas. Si nos encontramos con alguien tóxico, posiblemente terminemos peor que antes. Ayer precisamente llegué a casa bastante decaída y conversando con mi hijo, me hizo sentir mucho mejor recordándome la importancia de hablar con alguien y el consejo que me dio fue el punto 7:
7. Agradecimiento: Cuando estamos con situaciones complicadas, nuestra mente se enfoca en eso y deja de lado las muchas otras razones por las cuales deberíamos estar felices. Si logramos dar las gracias por el hecho de respirar, la salud, la capacidad mental, nuestras habilidades, conocimientos, por las personas amadas, los bienes y herramientas que tenemos para salir adelante, en fin, por todo lo que somos, es más fácil tener una perspectiva optimista.
Nunca nada será perfecto. Posiblemente mañana no sean 7 plagas, sino 10, pero la actitud para enfrentarlas o aceptarlas sanamente, será el éxito de nuestras batallas y estos consejos podrían ayudarnos a no ahogarnos en la desesperanza. No olvidemos que todo es pasajero, lo bueno y lo malo, así que disfrutemos de lo que tenemos hoy y tengamos claro que las situaciones complicadas van a alejarse tarde o temprano.
Un abrazo, Laura.