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El espíritu de San José

Macarena Barahona lmacarena62@hotmail.com | Sábado 23 marzo, 2013


El camino de José, ha sido más oscuro y silenciado que la verdadera luz que irradia la simbología del padre terrenal de Jesús



Cantera

El espíritu de San José

Dentro de la teología o estudios de la teología radical la figura de José de Nazaret ha sido estudiada y problematizada en los escritos de los evangelistas y de los apócrifos.
El camino de José, ha sido más oscuro y silenciado que la verdadera luz que irradia la simbología del padre terrenal de Jesús.
José es el que relaciona a dos personas divinas, María concibe con el espíritu Santo a Jesús, hijo divino y Madre ya divina por su fecundación, y la relación de José con ambos —silenciada y ensombrecida— es la que da corporeidad terrenal a esta divina familia.
El filósofo brasileño Leonardo Boff (que estará en Costa Rica, la primera semana de abril invitado por varias universidades) en su estudio nos dice : “él, como dirían los teólogos del siglo XVI, entró por medio de María y de Jesús en una relación hipostática, que es aquella por lo que san José se relaciona de forma única y singular con las dos personas divinas. Por tanto José comienza a pertenecer al mismo orden que es propio de las divinas personas. Sin José no hay encarnación completa” (Boff: 2006, p. 24).
José, el ser humano encarnado de la divinidad, es el que hace con su amor paternal y su don de artesano, posible un hogar, una familia, un lugar para que su hijo crezca, sepa del amor, del dar y del recibir. Es elegido en el plan divino para que construya no solo la mesa y la cama de Jesús y de María, sino el corazón humano de Jesús. Educa, vigila y ama al niño que se hace hombre en su cobijo. Es elegido porque ya lleva en su alma y en su espíritu el amor del que construye con sus manos y moldea a los materiales; materia: maderas, hierros, tierras, rocas y corazones, hace familia con María y Jesús.
Los sueños de José son cumplidos y él los realiza. Ver crecer a su hijo.
El espíritu de José es el espíritu encarnado, la personificación del poder, la personificación del padre. “El círculo se cierra: toda la trinidad asumió nuestra condición humana y mora entre nosotros. La Trinidad celeste del Padre, el Hijo y el Espíritu santo se hizo Trinidad terrestre en Jesús, María y José… la Santísima Trinidad como divina y como tal se personifica en la familia humana, en la familia de Jesús, José y María” (idem).
En la teología creativa de Leonardo Boff, nos resitúa a José no solo en el mundo cristiano, sino como reflejo de la divinidad. El espíritu de José de Nazaret es la conexión con el mundo celestial.
A propósito del Día de San José son estas reflexiones, unidas a la importancia que la Iglesia católica y todos, debemos ver en el José símbolo de la masculinidad, de hombre trabajador, artesano y padre amoroso. Significados que se han debilitado, por el culto mariano y por la crisis general de las funciones sociales de los géneros. Un José como padre es el sueño de tanto hijo no bien amado en nuestra sociedad.

Macarena Barahona

 

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