Estado aspiradora
Oscar Rodriguez orodriguez@larepublica.net | Martes 21 febrero, 2012
Para pagar salarios, gobierno cada vez chupa más dinero
Estado aspiradora
Menos inversión y empleo serían consecuencias de glotonería
El Estado ha encendido la aspiradora de dinero, ya que ha debido succionar millones de dólares para financiar en especial los salarios de sus trabajadores.
Como consecuencia, la cantidad de dinero en la calle se reduce.
Esto a su vez afecta a las empresas y familias, ya que se disminuye el crédito disponible y ante la restricción contratan menos personas.
Una salida a este problema, aparte de una reducción del Estado, es permitir la venta de bonos de deuda en el extranjero, con lo cual se liberarían recursos a lo interno.
Sin embargo, para hacerlo necesita ser aprobado por el Congreso.
Esta situación ha agravado el problema del déficit fiscal, que para este año sería de $2,2 mil millones, según estimaciones preliminares.
Este monto se sumaría al total de los déficits de los últimos dos años, o sea $3,4 mil millones.
El Gobierno a partir de 2009 ha aumentado sobremanera sus gastos en relación con los ingresos, y ahora la única salida es pedir plata prestada principalmente a los bancos, a través de la emisión de bonos de deuda.
La necesidad insaciable de plata hizo que buena parte del dinero disponible en la economía fuera al sector público en vez del privado.
Esta es la razón por la que el dinero prestado por el sistema financiero a las empresas y a las personas se incrementó apenas un 7,5% frente al 200% de parte del Estado, durante los últimos cuatro años.
Las pequeñas y medianas compañías fueron las más golpeadas por la dificultad de acceso al crédito.
A su vez, la banca aumentó su cautela al momento de otorgar préstamos, debido a que durante la crisis hubo un incremento de la morosidad, lo que limitó más el acceso de las empresas.
Los entes financieros prefirieron comprar títulos del Estado porque representaban menos riesgo.
Por otra parte, la necesidad de más plata del Gobierno está fundamentada en un incremento del gasto público principalmente por el aumento de su planilla en casi un 20% en los últimos cuatro años.
Además, por lo menos a un tercio de los trabajadores se les realizó un aumento extraordinario de los sueldos, en 2009, lo que disparó la cantidad de dinero que se paga por ese rubro.
A esto se unió un ajuste realizado a las pensiones no contributivas.
Al final el Gobierno se vio obligado a buscar dinero en el mercado local porque sus ingresos son insuficientes para cubrir todas sus obligaciones cada año.
Oscar Rodríguez
orodriguez@larepublica.net
Estado aspiradora
Menos inversión y empleo serían consecuencias de glotonería
Como consecuencia, la cantidad de dinero en la calle se reduce.
Esto a su vez afecta a las empresas y familias, ya que se disminuye el crédito disponible y ante la restricción contratan menos personas.
Una salida a este problema, aparte de una reducción del Estado, es permitir la venta de bonos de deuda en el extranjero, con lo cual se liberarían recursos a lo interno.
Sin embargo, para hacerlo necesita ser aprobado por el Congreso.
Esta situación ha agravado el problema del déficit fiscal, que para este año sería de $2,2 mil millones, según estimaciones preliminares.
Este monto se sumaría al total de los déficits de los últimos dos años, o sea $3,4 mil millones.
El Gobierno a partir de 2009 ha aumentado sobremanera sus gastos en relación con los ingresos, y ahora la única salida es pedir plata prestada principalmente a los bancos, a través de la emisión de bonos de deuda.
La necesidad insaciable de plata hizo que buena parte del dinero disponible en la economía fuera al sector público en vez del privado.
Esta es la razón por la que el dinero prestado por el sistema financiero a las empresas y a las personas se incrementó apenas un 7,5% frente al 200% de parte del Estado, durante los últimos cuatro años.
Las pequeñas y medianas compañías fueron las más golpeadas por la dificultad de acceso al crédito.
A su vez, la banca aumentó su cautela al momento de otorgar préstamos, debido a que durante la crisis hubo un incremento de la morosidad, lo que limitó más el acceso de las empresas.
Los entes financieros prefirieron comprar títulos del Estado porque representaban menos riesgo.
Por otra parte, la necesidad de más plata del Gobierno está fundamentada en un incremento del gasto público principalmente por el aumento de su planilla en casi un 20% en los últimos cuatro años.
Además, por lo menos a un tercio de los trabajadores se les realizó un aumento extraordinario de los sueldos, en 2009, lo que disparó la cantidad de dinero que se paga por ese rubro.
A esto se unió un ajuste realizado a las pensiones no contributivas.
Al final el Gobierno se vio obligado a buscar dinero en el mercado local porque sus ingresos son insuficientes para cubrir todas sus obligaciones cada año.
Oscar Rodríguez
orodriguez@larepublica.net