La Liga salió viva
Cristian Williams cwilliams@larepublica.net | Miércoles 06 agosto, 2014
La Liga salió viva
Un ordenado planteamiento le permitió robar un empate al Cruz Azul
El arranque de la Liga de Campeones de la Concacaf fue muy positivo para Alajuelense, que se trajo un gran empate a un gol de su visita a México a enfrentar al Cruz Azul, en lo que su entrenador expresó era un buen resultado.
Y así, con el pasar de los minutos, lo que pintaba para un partido de acciones parejas se inclinó por completo del lado azul, solo que sin lograr penetrar con claridad la zona defensiva comandada de manera impecable por Kenner Gutiérrez, Johnny Acosta y Porfirio López.
Pero además tenían claridad de cuidar el balón cuando lo recuperaban para con orden diseñar los contragolpes, en los que destacó el aporte de Johan Venegas, quien en los primeros 45 minutos fue un dolor de cabeza y estuvo al menos en dos ocasiones a punto de vencer a Jesús Corona.
En la complementaria las acciones eran muy similares, lo que hacía presagiar un partido que podía acabar con empate, pero a cero, ya que cuando los locales lograron pasar a la zaga manuda, se toparon con un Patrick Pemberton que llegó en su noche de inspiración.
Pero no se contaba que había una manera de vencerlo y era mediante la pena máxima, luego de que López se llevó con la mano una pelota que iba a controlar Marco Fabián y que con buen tino señaló el árbitro canadiense.
Era el minuto 53 y Giménez con gran seguridad y potencia remató pegado al poste, Pemberton le fue bien, pero la potencia fue mucha y el esférico terminó descansando en el fondo de la red.
La Liga no jugaba mal, pero ya tenía el marcador en contra, por lo que debía adelantar un poco las líneas, y en menos de lo esperado tuvo el empate, tras un balón que no pudo despejar la zaga, que devolvió al centro Álvaro Sánchez y en solitario Alonso tocó para marcar el 1 a 1, diez minutos más tarde.
El partido se abrió, Cruz Azul atacó con desorden y la Liga, en dos oportunidades, casi se jala la “torta” y se viene con los tres puntos, que hubiese sido el negocio perfecto, pero al final fue solo uno bueno.
Cristian Williams Méndez
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