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Sí a la explotación petro-gas

Danny Canales dannycanales.asesor@larepublica.net | Miércoles 27 febrero, 2013


La empresa Vicesa, que emplea a 700 personas en Cartago en la producción de envases de vidrio, no le despega los ojos a Panamá por el menor costo eléctrico. José Luis Barrios, gerente de la compañía, no descartó trasladar algunas líneas de producción allá si la energía sigue subiendo aquí. Marco Monge/La República


Productores y usuarios están de acuerdo

Sí a la explotación petro-gas

Única forma de reducir el costo energético



 

Están de acuerdo los principales generadores, así como los grandes consumidores, en que la explotación en territorio nacional de las potenciales fuentes de gas natural, sería la forma más práctica de reducir el costo de la generación eléctrica y mantener la competitividad.
Esta fue la conclusión unánime a la que llegaron los generadores eléctricos, los principales consumidores y conocedores del mercado energético, en una mesa redonda celebrada en LA REPÚBLICA el miércoles pasado.
La explotación petrolera ayudaría a reducir el costo energético; sin embargo, se requeriría la aprobación de una nueva administración, para que esa opción sea políticamente viable.
En lo que al impacto ambiental se refiere, el riesgo sería mínimo, dado que se podría permitir únicamente la explotación de pozos terrestres.
A este consenso llegaron Teófilo de la Torre, presidente ejecutivo del ICE; Mario Alvarado, presidente de la Asociación Costarricense de Productores Eléctricos, y Carlos Montenegro, director ejecutivo de la Cámara de Industrias.
Participaron además Ronald Jiménez, presidente de la Asociación Costarricense de Grandes Consumidores, y Roberto Dobles, exministro de Ambiente y expresidente del ICE y de Recope.
La principal conclusión de la actividad, es que si hubiera depósitos económicamente viables de petróleo y gas en territorio nacional, se ahorrarían bastantes recursos en explotarlos, en comparación con la compra de los productos importados.
En cuanto a las probabilidades de encontrar petróleo y gas en Costa Rica, hay evidencia de algunos yacimientos en el Caribe y el Norte, de acuerdo con estudios elaborados en el pasado, confirmó Dobles.
Además en la zona de Laurel, cerca de la frontera con Panamá, se encontró gas natural con una concentración del 90% de metano, lo que demuestra que es de alta calidad.
Una opción sería la importación del gas natural.
No obstante, el costo de este combustible importado, no generaría ahorros significativos, en comparación con el régimen energético actual.
En cambio, el gas encontrado en territorio nacional podría entregarse a un costo preferencial al ICE, que construiría en no más de tres años una nueva planta especializada en Moín, de hasta 400 MW, aseguró De la Torre.
De no aprovechar los carburantes que podría haber en el país, seguiremos enfrentando altos costos de la energía.
El costo de la energía se disparó desde los apagones de 2007, precisamente porque la salida que se aprobó para abastecer los hogares e industrias, fue quemar más diesel y búnker, que son fuentes caras de energía.
Además, no será posible que los precios vuelvan a bajar, aunque se construyan nuevas plantas eléctricas a base de recursos limpios.
Por su parte, hay fuertes limitaciones en el uso del viento, por ser inconsistente.
Existe la posibilidad de incrementar la generación por vapor, aprovechando las fuentes geotérmicas volcánicas; sin embargo, el incremento máximo potencial de este tipo de energía no es mayor a unos 250 megavatios, o sea, no más del 10% del nivel de consumo promedio actual.
En lo que a las represas hidroeléctricas se refiere, cada vez más se dificulta encontrar sitios idóneos para desarrollar nuevos proyectos, lo cual provocará que las próximas construcciones sean más caras y hasta menos eficientes.
Además, el aumento de las sequías, por fenómenos naturales, golpeará aún más la producción eléctrica a base de agua, que es el mayor recurso empleado, lo que aumenta la presión por quemar caros combustibles importados.

La principal consecuencia de que el precio de la electricidad registre un crecimiento constante es que Costa Rica se está haciendo cada vez menos competitiva y atractiva para las empresas.
Esa situación está provocando la salida de empresas hacia otros países más eficientes, sobre todo las industrias que funcionan con media tensión.
Terramix, compañía que se encarga de fabricar partes de hule, es una de las que ya decidieron trasladar a Texas parte de su producción, que elaboraba en Santa Ana, a causa de los altos costos de la energía, reconoció Marco Soto, representante de la firma.
Hay otras que podrían seguir el mismo camino en caso de que los precios sigan subiendo, como el caso de Vicesa, productora de vidrios que tiene a Panamá a la vista, por la mayor eficiencia eléctrica, reconoció José Luis Barrios, gerente de la compañía.
La alarma de las empresas es que al subir sus costos como consecuencia de la electricidad, los productos que se elaboran en Costa Rica son más caros y no pueden competir con los de otros países.
El temor ambiental es el principal argumento que pone el gobierno para no explotar los carburantes que se encuentren en el territorio.
Pero esa posibilidad sería casi nula, si se decidiera a explotar yacimientos de gas y petróleo solo en la tierra y no en el mar, donde hay mayor posibilidad de derrames.
Además, con la importación de combustibles que se hace, nada descarta que se produzca una tragedia en el Caribe, considerando que los combustibles que se consumen en el país vienen por barcos.
Tampoco se descarta que el sistema de tuberías por el que se trasiegan los derivados del petróleo puedan sufrir un acto de vandalismo que afecte el ambiente.
Otro beneficio ambiental es que si se incluye el gas como combustible en vez de diesel y búnker, se generará una gran reducción de emisiones de gases contaminantes.
No obstante los beneficios que los productores de energía y altos consumidores resaltan de la explotación del gas y petróleo que se encuentre en el país, ese tema está vetado.
La presidenta Laura Chinchilla se negó a firmar un contrato petrolero con la norteamericana Mallon Oil en diciembre de 2011 y, en su defecto, decretó un impedimento para que nuevas empresas petroleras intenten ingresar al país.
Ello a pesar de que la Sala Constitucional le ordenó firmar el contrato en 15 días.
Aduciendo que no se tenían los estudios ambientales suficientes, la mandataria respondió que prefería resolver el tema en el Tribunal Contencioso Administrativo, donde aún se discute el tema.
Chinchilla ha descartado tajantemente la posibilidad de explorar petróleo, pero se ha mostrado anuente a investigar y hasta utilizar las eventuales reservas de gas natural que haya en el país.
Sin embargo, los conocedores del tema dicen que la propuesta de la mandataria no es factible, pues en la exploración de gas bien se podría encontrar petróleo y es imposible no extraerlo.

Danny Canales
dcanales@larepublica.net
 







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