Vino... para quedarse
Oscar Rodriguez orodriguez@larepublica.net | Viernes 21 septiembre, 2012
Se duplica consumo nacional por persona
Vino... para quedarse
Impulsa negocio importación de nuevas marcas
La mayor variedad de vinos que usted encuentra en los estantes de los supermercados es la muestra de que es un mercado en expansión.
El consumo de este licor está en crecimiento y en los últimos años se duplicó al llegar a los dos litros por persona anualmente, el más alto en Centroamérica.
Las ventas anuales son de $125 millones. La comercialización aumentó en más de un 50%, en cinco años.
La cultura de vino llegó al país para quedarse. La expectativa empresarial es que la comercialización suba en los próximos años a casi un cuarto del total del mercado de licores.
Para 2016 se espera que esta bebida represente casi el 10% del consumo de licor y que per cápita sea de casi tres litros al año.
El nivel es considerado bueno para un país en el que la bebida alcohólica reina es la cerveza.
La combinación de más marcas de vino de alta calidad a su disposición, junto con una mayor competencia en precios son las razones del auge.
Actualmente una botella de litro, de ¢10 mil de precio promedio, es la más demandada por los consumidores.
Los supermercados, tiendas de conveniencia y especializadas tienen a disposición de los clientes más de un centenar de este licor a ese valor.
La apertura de tiendas como Vindi, de Auto Mercado, y Fresh Market más cerca de su casa estimula las ventas.
Para atraer clientes y ganar lealtad, se realizan degustaciones de nuevas marcas en los pasillos de los supermercados.
Asimismo la apertura de restaurantes especializados en vino favorece que la cultura de este licor se extienda.
La educación en su consumo, así como el conocimiento de sus beneficios, hace que haya más interés en esta bebida.
Los turistas, ejecutivos, expatriados y pensionistas se mantienen como los clientes fieles de las empresas importadoras.
Pero el consumidor local es el nicho en crecimiento.
Su perfil es de un profesional de entre 25 y 40 años y en su mayoría mujeres que prefieren evitar las bebidas fuertes.
Son jóvenes que han viajado por negocio o placer fuera del país, saludables y encuentran que el vino es un licor compatible con su estilo de vida.
“El vino está ganando terreno frente a otros licores que siguen perdiendo terreno gracias a sus precios altos y fuerte porcentaje de alcohol”, dijo Sean Kriedler, jefe de Investigación de Euromonitor International.
El tinto se mantiene como el preferido entre los costarricenses, dado que representa el 75% del consumo.
La perspectiva es de crecimiento, en los próximos años, porque las personas lo consideran como de mayor calidad y mejor sabor.
Aunque conforme se prueben nuevas marcas y categorías, usted comenzará a decidir según su preferencia.
Por otro lado, las bodegas chilenas son las que tienen la supremacía en el país.
El tratado de libre comercio con este país ayuda a que dominen el mercado con sus precios bajos y alta calidad.
Concha y Toro es la marca líder porque fue de las primeras en venderse en el país.
Sin embargo, la llegada de vinos de diversas partes del mundo desde Europa, hasta lugares tan remotos como Sudáfrica, abren un abanico de más posibilidades para el consumidor.
Pese a la lejanía desde donde son traídos, sus precios no son desproporcionados.
Los más caros son las reservas especiales, las de regiones con una larga historia de producción y con uvas de alta calidad.
Oscar Rodríguez
orodriguez@larepublica.net
Vino... para quedarse
Impulsa negocio importación de nuevas marcas
El consumo de este licor está en crecimiento y en los últimos años se duplicó al llegar a los dos litros por persona anualmente, el más alto en Centroamérica.
Las ventas anuales son de $125 millones. La comercialización aumentó en más de un 50%, en cinco años.
La cultura de vino llegó al país para quedarse. La expectativa empresarial es que la comercialización suba en los próximos años a casi un cuarto del total del mercado de licores.
Para 2016 se espera que esta bebida represente casi el 10% del consumo de licor y que per cápita sea de casi tres litros al año.
El nivel es considerado bueno para un país en el que la bebida alcohólica reina es la cerveza.
La combinación de más marcas de vino de alta calidad a su disposición, junto con una mayor competencia en precios son las razones del auge.
Actualmente una botella de litro, de ¢10 mil de precio promedio, es la más demandada por los consumidores.
Los supermercados, tiendas de conveniencia y especializadas tienen a disposición de los clientes más de un centenar de este licor a ese valor.
La apertura de tiendas como Vindi, de Auto Mercado, y Fresh Market más cerca de su casa estimula las ventas.
Para atraer clientes y ganar lealtad, se realizan degustaciones de nuevas marcas en los pasillos de los supermercados.
Asimismo la apertura de restaurantes especializados en vino favorece que la cultura de este licor se extienda.
La educación en su consumo, así como el conocimiento de sus beneficios, hace que haya más interés en esta bebida.
Los turistas, ejecutivos, expatriados y pensionistas se mantienen como los clientes fieles de las empresas importadoras.
Pero el consumidor local es el nicho en crecimiento.
Su perfil es de un profesional de entre 25 y 40 años y en su mayoría mujeres que prefieren evitar las bebidas fuertes.
Son jóvenes que han viajado por negocio o placer fuera del país, saludables y encuentran que el vino es un licor compatible con su estilo de vida.
“El vino está ganando terreno frente a otros licores que siguen perdiendo terreno gracias a sus precios altos y fuerte porcentaje de alcohol”, dijo Sean Kriedler, jefe de Investigación de Euromonitor International.
El tinto se mantiene como el preferido entre los costarricenses, dado que representa el 75% del consumo.
La perspectiva es de crecimiento, en los próximos años, porque las personas lo consideran como de mayor calidad y mejor sabor.
Aunque conforme se prueben nuevas marcas y categorías, usted comenzará a decidir según su preferencia.
Por otro lado, las bodegas chilenas son las que tienen la supremacía en el país.
El tratado de libre comercio con este país ayuda a que dominen el mercado con sus precios bajos y alta calidad.
Concha y Toro es la marca líder porque fue de las primeras en venderse en el país.
Sin embargo, la llegada de vinos de diversas partes del mundo desde Europa, hasta lugares tan remotos como Sudáfrica, abren un abanico de más posibilidades para el consumidor.
Pese a la lejanía desde donde son traídos, sus precios no son desproporcionados.
Los más caros son las reservas especiales, las de regiones con una larga historia de producción y con uvas de alta calidad.
Oscar Rodríguez
orodriguez@larepublica.net