A Cartaginés se le contaminó la temporada

Desde luego que los seguidores del Cartaginés, no tendrán que esperar otros ochenta o más años para ver a su equipo campeón.

Si bien es cierto, retener el título o lograr el bicampeonato, que es lo mismo, en este momento se presenta como asunto más que complicado, por la gris actuación del monarca en el Apertura, en temporadas próximas y cercanas, el grito de ¡Cartago vive! Y ¡Cartago campeón!, resonará en la Vieja Metrópoli y en cada rincón del territorio patrio donde habite un leal fanático del equipo azul.

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La resaca del título embriagó el alma y el corazón de la familia brumosa; el festejo se alargó más de la cuenta y en media “pachanga” se inició la nueva competencia.

A la carrera se ordenaron fichajes de futbolistas de buen perfil, idóneos para reforzar zonas del equipo que se presentarían más fuertes: Kevin Espinoza y Brandon Bonilla reforzaron la retaguardia; el talentoso Kenneth Cerdas el mediocampo y el mundialista Marco Ureña la zona de metralla.

El cuerpo técnico mantenía el 95% de la nómina campeona, de manera que previo al arranque del torneo, el equipo azul se presentó como lógico aspirante a retener el título.

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Sin embargo, Cartaginés encadenó una serie de derrotas muy tempranas, no por falta de ambición de sus jugadores, embelesados por la corona, sino, porque en ocasiones el exceso de confianza es mala consejera.

De pronto el equipo pierde un partido, pierde otro y pierde otro y le cae encima la Liga Concacaf, en un entorno doméstico confuso, donde abundan los jugadores suspendidos y lesionados y un bajonazo de calidad de varias estrellas que brillaron la temporada anterior.

La retaguardia se quebró, figuras claves como José Gabriel Vargas y Willian Quirós perdieron confianza; el líder de la cintura Michael Barrantes luce como “Llanero Solitario” al bajar de ritmo Dylan Flores, Allen Guevara y Ronaldo Araya, mientas que en zona de ataque las lesiones y suspensiones de Marcel Hernández, rompieron antes de que se firmara, la sociedad con Ureña.

La clasificación del Cartaginés a la segunda ronda está en la cola de un venado, en un grupo donde todavía manda Puntarenas, pero han repuntado hacia la cúspide, Saprissa, San Carlos y Grecia, todas pésimas noticias para la familia azul.

Por ahora, Cartaginés y Pérez Zeledón se enfrentan esta noche, para tratar de abandonar el último lugar del grupo.

gpandolfo@larepublica.net