Afrodescendientes pierden participación política
Silvia Pardo spardo@larepublica.net | Lunes 02 agosto, 2010
Gabinete presidencial no cuenta con un representante negro
Afrodescendientes pierden participación política
Por primera vez desde 1953, no hay un diputado de esta etnia en la Asamblea Legislativa
La población negra en Costa Rica ha sufrido una significativa baja en su participación política, al no contar con representantes en el gabinete presidencial ni en la Asamblea Legislativa.
Esta sería la primera vez desde 1953 que ningún partido político coloca a un afrocostarricense en al menos una silla de diputado.
Actualmente, de los puestos más altos del gobierno, la única funcionaria negra es Maureen Clarke, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, y no fue ella la primera opción porque se había designado a Rocío Cerdas, quien renunció al cargo en abril, antes de iniciar funciones.
Esta falta de representación de unos 73 mil afrocostarricenses que viven en el país, de acuerdo con el último Censo Nacional, ha despertado la preocupación de líderes de esta comunidad.
“No es posible que siendo parte del país no se nos tome en cuenta en posiciones importantes, porque hay muchas personas con capacidad”, comentó Tanishia Ellis Hayles, abogada de Siquirres que aspiraba al tercer lugar en la papeleta de diputados del Partido Liberación Nacional, pero no obtuvo el puesto.
Llevar el desarrollo a la provincia de Limón es uno de los más ambiciosos proyectos del gobierno de Laura Chinchilla, y es aún más difícil cuando gran parte de esta comunidad, donde vive el 74% de los afrocostarricenses, no se ven reflejados en los puestos donde se toman las decisiones del país.
“Me siento culpable, pasamos de una Costa Rica que se desvivía por la igualdad, a una en la que ahora no hay preocupación de que todo costarricense se vea reflejado en el poder político”, aseguró Eulalia Bernard, reconocida poetisa, diplomática y educadora nacida en Limón.
Los obstáculos para convertir a esta provincia en un imán de inversión son la inseguridad, corrupción, infraestructura y la poca atracción del turismo, ninguno de los cuales puede ser superado sin el apoyo estatal.
Los proyectos del gobierno actualmente incluyen la construcción del puerto de Moín, concesiones a servicios portuarios, proyecto Limón Ciudad Puerto, la realización de la carretera Puerto Viejo-Manzanillo, renovación de pistas de aterrizaje y el establecimiento de oficinas de promoción turística.
Inversión social, mayor acceso a créditos para micro, pequeñas y medianas empresas, mayor generación de empleo, eficiencia en servicios públicos y un cambio hacia la educación de líderes, han sido parte del clamor insistente de esta región.
Y no es para menos, pues esta provincia encabeza los índices de desempleo, deserción escolar y aprehensiones de delincuentes.
A tres décadas del decreto que establece el 31 de agosto como el Día del Negro y la Cultura Afrocostarricense en el calendario escolar, y a medio siglo de que el negro tenga derecho al voto, esta fecha pasará con una omisión importante en la participación política de esta comunidad.
Silvia Pardo
spardo@larepublica.net
Afrodescendientes pierden participación política
Por primera vez desde 1953, no hay un diputado de esta etnia en la Asamblea Legislativa
La población negra en Costa Rica ha sufrido una significativa baja en su participación política, al no contar con representantes en el gabinete presidencial ni en la Asamblea Legislativa.
Esta sería la primera vez desde 1953 que ningún partido político coloca a un afrocostarricense en al menos una silla de diputado.
Actualmente, de los puestos más altos del gobierno, la única funcionaria negra es Maureen Clarke, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, y no fue ella la primera opción porque se había designado a Rocío Cerdas, quien renunció al cargo en abril, antes de iniciar funciones.
Esta falta de representación de unos 73 mil afrocostarricenses que viven en el país, de acuerdo con el último Censo Nacional, ha despertado la preocupación de líderes de esta comunidad.
“No es posible que siendo parte del país no se nos tome en cuenta en posiciones importantes, porque hay muchas personas con capacidad”, comentó Tanishia Ellis Hayles, abogada de Siquirres que aspiraba al tercer lugar en la papeleta de diputados del Partido Liberación Nacional, pero no obtuvo el puesto.
Llevar el desarrollo a la provincia de Limón es uno de los más ambiciosos proyectos del gobierno de Laura Chinchilla, y es aún más difícil cuando gran parte de esta comunidad, donde vive el 74% de los afrocostarricenses, no se ven reflejados en los puestos donde se toman las decisiones del país.
“Me siento culpable, pasamos de una Costa Rica que se desvivía por la igualdad, a una en la que ahora no hay preocupación de que todo costarricense se vea reflejado en el poder político”, aseguró Eulalia Bernard, reconocida poetisa, diplomática y educadora nacida en Limón.
Los obstáculos para convertir a esta provincia en un imán de inversión son la inseguridad, corrupción, infraestructura y la poca atracción del turismo, ninguno de los cuales puede ser superado sin el apoyo estatal.
Los proyectos del gobierno actualmente incluyen la construcción del puerto de Moín, concesiones a servicios portuarios, proyecto Limón Ciudad Puerto, la realización de la carretera Puerto Viejo-Manzanillo, renovación de pistas de aterrizaje y el establecimiento de oficinas de promoción turística.
Inversión social, mayor acceso a créditos para micro, pequeñas y medianas empresas, mayor generación de empleo, eficiencia en servicios públicos y un cambio hacia la educación de líderes, han sido parte del clamor insistente de esta región.
Y no es para menos, pues esta provincia encabeza los índices de desempleo, deserción escolar y aprehensiones de delincuentes.
A tres décadas del decreto que establece el 31 de agosto como el Día del Negro y la Cultura Afrocostarricense en el calendario escolar, y a medio siglo de que el negro tenga derecho al voto, esta fecha pasará con una omisión importante en la participación política de esta comunidad.
Silvia Pardo
spardo@larepublica.net