Agricultura ninguneada, peligra alimentación
Ernesto Villalobos evillalobos@larepublica.net | Martes 24 enero, 2012
Sin política el país para fortalecer producción de alimentos
Agricultura ninguneada, peligra alimentación
En diez años sector cerró 20 mil empleos
En medio de una tendencia mundial de los grandes países productores a generar cada vez menos alimentos para exportación, la agricultura costarricense ha sido relegada a una segunda categoría.
La presión que hoy enfrenta el sector agropecuario nacional tiene a muchos productores considerando dejar de sembrar, y en menos de diez años dejó de generar unos 20 mil empleos en las zonas rurales.
A lo anterior se suma el hecho de que lejos de incentivar y proteger al pequeño y mediano productor, cuyas cosechas son las que alimentan al país, los gobiernos han impulsado políticas dirigidas a favorecer más el desarrollo de las agroexportaciones.
Las alertas del organismo de las Naciones Unidas a cargo de la alimentación y la agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), se han hecho reiterativas desde 2008, advirtiendo la necesidad de que “cada país se garantice estar en capacidad de producir la cantidad de alimentos básicos, que necesite para subsistir”.
Llama la atención que Costa Rica sea uno de los países considerados por la FAO como importadores netos de alimentos, por cuanto un 80% o más de los productos que conforman su base alimentaria, no es producido localmente.
“La seguridad alimentaria y nutricional se valora en la medida que el sector agrícola es capaz de producir los alimentos básicos y que la gran mayoría de la población tenga acceso a ellos”, afirmó Carlos Manuel Araya, catedrático de la Universidad Nacional.
Depender del mercado mundial, en momentos cuando Rusia y Argentina controlan las exportaciones de granos, que China está virando hacia cultivos de mayor valor en el mercado mundial, y que las sequías o inundaciones en regiones agrícolas amenazan el abastecimiento mundial de alimentos, es un riesgo que el país no debe correr, agregó el experto.
El área de las pequeñas parcelas se ha reducido un 30% en tres quinquenios y lo peor es que quienes se mantienen labrando la tierra, tampoco son más eficientes.
A lo anterior se suma la situación que debe encarar el subsistente sector agro, que encabezan la intermediación y el alto costo de los insumos para producir.
A pesar de que a lo largo de los últimos 15 años los costarricenses han pagado un 560% más por sus alimentos, la remuneración que reciben los productores de esa comida creció apenas un 350%.
En esa misma dirección, desde 1990 solo el costo de los insumos agropecuarios ha experimentado un alza de casi el 500%, lo cual ha debido encarar totalmente el sector.
“La dirección que ha tomado el país en sus políticas es defender aquellos sectores que generan mayores ingresos a la economía, pero se olvida de los sectores que mayores empleos generan”, consideró Javier Castillo, asesor de logística agropecuaria.
Aproximadamente el 74% de la actividad económica nacional está relacionada con el sector agrícola, mientras que un 20% se concentra en la industria y solo una fracción está relacionada con la industria de alta tecnología, sumó Castillo.
A nivel gubernamental no se ve claridad en términos de apoyar a los pequeños y medianos productores agropecuarios.
A principios de 2010 el Gobierno presentó un pliego de intenciones para el supuesto desarrollo del sector agrícola, proyectado a 2021, que desde el inicio recibió un aguacero de críticas.
“Ese plan de desarrollo estuvo lleno de buenas intenciones, pero pocas oportunidades de ser exitoso”, reconoció Guido Vargas, secretario general de la Unión de Pequeños y Medianos Productores Agrícolas.
Lo que pasa es que no decía ni cuándo, ni con qué recursos se iban a impulsar los proyectos; ahora que hay cada vez menos plata, el Gobierno puede hacer menos aún, y tampoco se le ve mucha voluntad de ayudarnos, finalizó el productor.
A noviembre de 2011, el sector agrícola representó el 23% de los $9.348 millones en exportaciones; no obstante, ese rubro estuvo compuesto principalmente por piña, café, banano, melón y aceite de palma; ninguno es un alimento básico, pues la mayoría son postres.
Para los expertos de la FAO, los países que más sufrirían en caso de presentarse una nueva crisis alimentaria global, son aquellos que dependan de terceros para proveerse del alimento básico.
En Costa Rica, el brillo que hizo relucir al sector agropecuario costarricense en otro momento, hoy no es más que un recuerdo.
Ernesto Villalobos
evillalobos@larepublica.net
Agricultura ninguneada, peligra alimentación
En diez años sector cerró 20 mil empleos
En medio de una tendencia mundial de los grandes países productores a generar cada vez menos alimentos para exportación, la agricultura costarricense ha sido relegada a una segunda categoría.
La presión que hoy enfrenta el sector agropecuario nacional tiene a muchos productores considerando dejar de sembrar, y en menos de diez años dejó de generar unos 20 mil empleos en las zonas rurales.
A lo anterior se suma el hecho de que lejos de incentivar y proteger al pequeño y mediano productor, cuyas cosechas son las que alimentan al país, los gobiernos han impulsado políticas dirigidas a favorecer más el desarrollo de las agroexportaciones.
Las alertas del organismo de las Naciones Unidas a cargo de la alimentación y la agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), se han hecho reiterativas desde 2008, advirtiendo la necesidad de que “cada país se garantice estar en capacidad de producir la cantidad de alimentos básicos, que necesite para subsistir”.
Llama la atención que Costa Rica sea uno de los países considerados por la FAO como importadores netos de alimentos, por cuanto un 80% o más de los productos que conforman su base alimentaria, no es producido localmente.
“La seguridad alimentaria y nutricional se valora en la medida que el sector agrícola es capaz de producir los alimentos básicos y que la gran mayoría de la población tenga acceso a ellos”, afirmó Carlos Manuel Araya, catedrático de la Universidad Nacional.
Depender del mercado mundial, en momentos cuando Rusia y Argentina controlan las exportaciones de granos, que China está virando hacia cultivos de mayor valor en el mercado mundial, y que las sequías o inundaciones en regiones agrícolas amenazan el abastecimiento mundial de alimentos, es un riesgo que el país no debe correr, agregó el experto.
El área de las pequeñas parcelas se ha reducido un 30% en tres quinquenios y lo peor es que quienes se mantienen labrando la tierra, tampoco son más eficientes.
A lo anterior se suma la situación que debe encarar el subsistente sector agro, que encabezan la intermediación y el alto costo de los insumos para producir.
A pesar de que a lo largo de los últimos 15 años los costarricenses han pagado un 560% más por sus alimentos, la remuneración que reciben los productores de esa comida creció apenas un 350%.
En esa misma dirección, desde 1990 solo el costo de los insumos agropecuarios ha experimentado un alza de casi el 500%, lo cual ha debido encarar totalmente el sector.
“La dirección que ha tomado el país en sus políticas es defender aquellos sectores que generan mayores ingresos a la economía, pero se olvida de los sectores que mayores empleos generan”, consideró Javier Castillo, asesor de logística agropecuaria.
Aproximadamente el 74% de la actividad económica nacional está relacionada con el sector agrícola, mientras que un 20% se concentra en la industria y solo una fracción está relacionada con la industria de alta tecnología, sumó Castillo.
A nivel gubernamental no se ve claridad en términos de apoyar a los pequeños y medianos productores agropecuarios.
A principios de 2010 el Gobierno presentó un pliego de intenciones para el supuesto desarrollo del sector agrícola, proyectado a 2021, que desde el inicio recibió un aguacero de críticas.
“Ese plan de desarrollo estuvo lleno de buenas intenciones, pero pocas oportunidades de ser exitoso”, reconoció Guido Vargas, secretario general de la Unión de Pequeños y Medianos Productores Agrícolas.
Lo que pasa es que no decía ni cuándo, ni con qué recursos se iban a impulsar los proyectos; ahora que hay cada vez menos plata, el Gobierno puede hacer menos aún, y tampoco se le ve mucha voluntad de ayudarnos, finalizó el productor.
A noviembre de 2011, el sector agrícola representó el 23% de los $9.348 millones en exportaciones; no obstante, ese rubro estuvo compuesto principalmente por piña, café, banano, melón y aceite de palma; ninguno es un alimento básico, pues la mayoría son postres.
Para los expertos de la FAO, los países que más sufrirían en caso de presentarse una nueva crisis alimentaria global, son aquellos que dependan de terceros para proveerse del alimento básico.
En Costa Rica, el brillo que hizo relucir al sector agropecuario costarricense en otro momento, hoy no es más que un recuerdo.
Ernesto Villalobos
evillalobos@larepublica.net