Al borde del precipicio...Saquemos cuentas
Albino Vargas Barrantes redaccion@larepublica.net | Viernes 24 julio, 2020
Hacemos de su conocimiento de que, aparte de lo que ya usted está debiendo, debe agregarle una cantidad más: 4 millones 400 mil colones (4.400.000). Es lo que “le corresponde” a usted del total de la deuda pública del país, que ya es de 22 billones de colones (22.000.000.000.000).
Como somos 5 millones de habitantes, entonces, 4.400.000 es el monto “adeudado” por cada costarricense vivo en estos momentos, ya sea bebé, niño o niña, adolescente, joven, persona adulta y de la tercera edad.
Convertida esa cantidad de 22 billones de colones a dólares y calculando el precio de un dólar a 575 colones, entonces la deuda del país es de 38 mil 261 millones de dólares, aproximadamente. Es decir, cada persona costarricense estaría “debiendo” 7 mil 652 dólares.
Por supuesto que usted, en lo particular, no está debiendo esa plata. Es la deuda pública-país generada por los gobiernos del tripartidismo (Liberación, Unidad y PAC); aunque, según los entendidos, es el PLN el que más ha endeudado al país (hasta la llegada de la pandemia).
¡Sigamos sacando cuentas! Quien hasta hace poco fue Ministro de Hacienda, don Rodrigo Chaves Robles (quien venía de laborar los últimos 25 años de su vida profesional en el Banco Mundial), le dio carácter de información de Estado a un dato que era secreto a voces; y que, en nuestro caso, como corriente sindical nacional, de manera reiterada lo hemos venido denunciando en los últimos años.
Dijo don Rodrigo que, por lo bajo, la evasión tributaria y la elusión fiscal en nuestro país, es del orden de los 3 mil 800 millones de dólares, ¡por año! En colones, serían 2 billones 185 mil millones de colones. Esta cantidad equivale a unos 6,1 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB), de estos momentos. Sin embargo, otras fuentes (y también lo admite el señor Robles), el robo de impuestos es hasta del 8-8.5 puntos PIB. ¡Realmente monstruoso!
Entonces, en los últimos diez años fiscales, 2010-2019, el robo de impuestos en todas sus manifestaciones sería esa cifra de 3 mil 800 millones de dólares, pero multiplicada por 10. Es decir, 38 mil millones de dólares. ¡Prácticamente, es la misma suma de la deuda pública del país en estos momentos: 38 mil millones de dólares!
Esa plata de impuestos que se robaron de múltiples maneras, ahora nos tiene, como país, al borde del precipicio. Esa gigantesca deuda, 38 mil 260 millones de dólares, estrangula el presupuesto nacional por el pago de intereses que supone y, por tanto, con la pandemia encima, estamos llegando a situaciones límite como que el país se declare en quiebra y no pueda amortizar ni el principal ni el pago de los intereses.
En esto de sacar cuentas, ¡también hay que pedir cuentas! No puede haber impunidad. En los últimos 10 años fiscales, tres administraciones gubernativas tienen responsabilidad política inobjetable por este desastre: Chinchilla Miranda, Solís Rivera y Alvarado Quesada.
Vamos a tener que ponerle rostro a las principales personas de altísima jerarquía política en esas administraciones que están relacionadas, directa o indirectamente, con esos 3 mil 800 millones de dólares de evasión y elusión fiscales en cada uno de esos 10 años. ¿Cómo se llaman las personas que en la última década fiscal estuvieron en estas entidades: Dirección General de Aduanas, Dirección General de Hacienda y Dirección General de Tributación? Aparte de, por supuesto, quienes estuvieron en la cima del Ministerio de Hacienda, como ministros-ministras de Estado. Igual responsabilidad es la de quienes se han sentado en la silla presidencial.
La catástrofe por venir es de tal magnitud y de tantísimo dolor, y dado que el gobierno de Alvarado mantiene una intransigente posición, abiertamente autoritaria y de menosprecio absoluto a escuchar alternativas; que lo más conveniente sería que las fuerzas sanas y representativas de la sociedad se juntaran, con urgencia, a hablar por lo menos.
Albino Vargas Barrantes
Secretario General
Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP)