Al borde del abismo
Giuliana Llanes gllanes@larepublica.net | Lunes 15 octubre, 2012
Al borde del abismo
Tigres dan zarpazo en Nueva York y dejan a Yanquis contra la pared
De la mano de una brillante actuación desde la lomita del venezolano Aníbal Sánchez, los Tigres de Detroit le aplicaron la blanqueada por 3-0 a los Yanquis de Nueva York en su propia casa, balanceando tremendamente a su favor, la final de la Liga Americana en la MLB.
El pitcheo fue un punto alto del juego, dado que por los Mulos del Bronx, el japonés Hiroki Kuroda se mostraba implacable y conseguía un juego perfecto, que se desplomó una vez inició la sétima entrada.
El nipón retiró a 18 hombres consecutivos, pero nunca tuvo el apoyo de la limitada batería yanqui que no pudo producir más de cuatro hits en todo el partido. La baja de Derek Jeter, quien sufrió una fractura de tobillo en el juego uno y quedó fuera de la temporada, pesó mucho para la novena de Joe Girardi.
Mientras tanto el equipo piloteado por Jim Leyland, sostuvo en Sánchez uno de sus pilares; el derecho se mantuvo recio por siete entradas, lo que permitió administrar de buena forma el bullpen y prescindir de utilizar al cerrador José Valverde, acusado por un reciente bajo nivel.
Por la sétima, se rompió el empate y el juego perfecto de Kuroda. Quintin Berry, marcó un doblete remolcador lo que provocó el 1-0 y a partir de allí los Tigres manejaron el partido.
Arriba en el marcador, los felinos fueron ayudados inclusive por la mala decisión del umpire de la intermedia Jeff Nelson, quien no cantó out a Omar Infante en la almohadilla, cuando se notó claramente que llegó tarde a la cita. Debido a esta situación y sus reclamos Girardi fue expulsado.
La decisión del umpire cobró más importancia, luego que tras un sencillo remolcador para Abizail García, Infante anotó el 2-0 y amplió la ventaja en la octava, lo que provocó los gritos y abucheos de todo el Yankee Stadium.
Posteriormente, Miguel Cabrera conectó un batazo hacia la banda derecha, útil para que Austin Jackson llegara a home y marcará el definitivo 3-0.
Preocupa en el bando neoyorquino la pobre ofensiva, ni Alex Rodríguez, Robinson Canó, Nick Swisher o Curtis Granderson aportan gran cosa. Raúl Ibañez no puede batear siempre, el único que aporta cuadrangulares a cuentagotas.
Ahora los Mulos están con la difícil tarea de darle la vuelta a la serie en Detroit, al perder los juegos de localía. Serán tres juegos en el Comerica Park desde este martes, con Phil Hughes ante el pitcher más cotizado de las Grandes Ligas hoy por hoy, Justin Verlander.
Sergio Alvarado
salvarado@larepublica.net
Tigres dan zarpazo en Nueva York y dejan a Yanquis contra la pared
El pitcheo fue un punto alto del juego, dado que por los Mulos del Bronx, el japonés Hiroki Kuroda se mostraba implacable y conseguía un juego perfecto, que se desplomó una vez inició la sétima entrada.
El nipón retiró a 18 hombres consecutivos, pero nunca tuvo el apoyo de la limitada batería yanqui que no pudo producir más de cuatro hits en todo el partido. La baja de Derek Jeter, quien sufrió una fractura de tobillo en el juego uno y quedó fuera de la temporada, pesó mucho para la novena de Joe Girardi.
Mientras tanto el equipo piloteado por Jim Leyland, sostuvo en Sánchez uno de sus pilares; el derecho se mantuvo recio por siete entradas, lo que permitió administrar de buena forma el bullpen y prescindir de utilizar al cerrador José Valverde, acusado por un reciente bajo nivel.
Por la sétima, se rompió el empate y el juego perfecto de Kuroda. Quintin Berry, marcó un doblete remolcador lo que provocó el 1-0 y a partir de allí los Tigres manejaron el partido.
Arriba en el marcador, los felinos fueron ayudados inclusive por la mala decisión del umpire de la intermedia Jeff Nelson, quien no cantó out a Omar Infante en la almohadilla, cuando se notó claramente que llegó tarde a la cita. Debido a esta situación y sus reclamos Girardi fue expulsado.
La decisión del umpire cobró más importancia, luego que tras un sencillo remolcador para Abizail García, Infante anotó el 2-0 y amplió la ventaja en la octava, lo que provocó los gritos y abucheos de todo el Yankee Stadium.
Posteriormente, Miguel Cabrera conectó un batazo hacia la banda derecha, útil para que Austin Jackson llegara a home y marcará el definitivo 3-0.
Preocupa en el bando neoyorquino la pobre ofensiva, ni Alex Rodríguez, Robinson Canó, Nick Swisher o Curtis Granderson aportan gran cosa. Raúl Ibañez no puede batear siempre, el único que aporta cuadrangulares a cuentagotas.
Ahora los Mulos están con la difícil tarea de darle la vuelta a la serie en Detroit, al perder los juegos de localía. Serán tres juegos en el Comerica Park desde este martes, con Phil Hughes ante el pitcher más cotizado de las Grandes Ligas hoy por hoy, Justin Verlander.
Sergio Alvarado
salvarado@larepublica.net