Alta inflación y precio de gasolina complican tarea de igualar tasa de ocupación antes de la pandemia

Costa Rica poco a poco se recupera de la crisis económica que se generó con la Covid-19; sin embargo, todavía está muy lejos de igualar la tasa de personas ocupadas antes de la pandemia.

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Y es que para alcanzar los niveles prepandemia se requieren crear unos 136 mil puestos de trabajo.

El problema, es que la alta inflación que se registra -la más alta de los últimos 13 años – y la seguidilla de alzas en el precio de las gasolinas y el tipo de cambio, complican la labor del gobierno y el sector productivo para recuperar la economía.

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La buena noticia, es que el país superaría estos obstáculos si se traza un plan de trabajo sistemático, según economistas, empresarios y otros sectores.

“Muchos pensarían que como el desempleo bajó en mayo la situación país mejoró; sin embargo, analizar este tema solo con esa cifra sería sesgado, ya que una verdadera recuperación se da al alcanzar la tasa de ocupación de antes de la pandemia y para ello, se requieren unos 136 mil puestos de trabajo”, dijo Shirley Saborío, directora del Consejo Nacional de Competitividad.

En estos momentos, cerca de 2,1 millones de personas reportan tener empleo, pero la tasa de ocupación continúa aún lejos de sus niveles prepandemia.

Esto, porque actualmente se registra 53%, mientras que en febrero del 2020 esa cifra alcanzaba el 56%.

Generar oportunidades fuera de la Gran Área Metropolitana, reducir la informalidad, elevar la productividad, impulsar el acceso a las mujeres a mejores puestos de trabajo y mejorar la especialización, son algunas de las tareas que debe acometer el gobierno para generar más empleo.

Asimismo, se requiere fomentar mayor inversión extranjera.

La situación en material laboral en este momento es bastante complicada, pero no es exclusiva de este país y plantea el reto de poner en marcha acciones.

“Se requiere la puesta en marcha de acciones de política que atiendan las disparidades económico-sociales que las estadísticas reflejan. Las mujeres, personas en zonas rurales, con menor nivel educativo, son quienes cargan el mayor peso de las consecuencias del desempleo y cuando se acceden al empleo este tiene el matiz de la informalidad y subempleo”, destacó María Leonela Artavia, economista de la Universidad Nacional.