Rodrigo Chaves posiciona al Frente Amplio como su némesis y esto haría crecer a la izquierda para 2026: Analistas

Con su denuncia y crítica constante, el presidente Rodrigo Chaves está elevando sin querer poco a poco al Frente Amplio como su némesis político.

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De mantenerse esa tendencia y el poco brillo de otras agrupaciones, el partido izquierdista podría crecer y convertirse en una fuerza política aglutinadora para las elecciones de 2026, según varios analistas consultados por LA REPÚBLICA.

La primera en advertir este fenómeno fue la expresidenta Laura Chinchilla, quien aseveró en el programa Por tres razones de Radio Columbia, que uno de los principales logros del mandatario en su primer año de gestión “es allanarle el camino al Frente Amplio como una alternativa de Gobierno para dentro de tres años”.

“Efectivamente, al día de hoy, el Frente Amplio es el único partido contestatario a algunas de las políticas erradas que tiene el Gobierno. Si esto sigue así, efectivamente es lo que Costa Rica va a tener en las próximas elecciones”, aseguró la exmandataria.

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En los últimos 12 meses, el presidente ha señalado que “no tiene nada que hablar con el Frente Amplio”, por lo que prefiere no perder el tiempo negociando con ellos.

Asimismo, en una ocasión señaló que no está dispuesto a conversar “con filibusteros”, haciendo referencia a ese partido.

Más recientemente, acusó a uno de sus diputados de ser un “comunista de clóset reprimido”.

En ese sentido, los seis diputados del Frente Amplio han sido muy hábiles para aprovechar la atención mediática de la prensa y a través de redes sociales, se han ido posicionando, especialmente Ariel Robles, Sofía Guillén y Antonio Ortega.

“El Frente Amplio en este gobierno es, sin lugar a dudas, el único grupo opositor real en la Asamblea Legislativa, ya que todos los demás están subidos a la cola del tren del gobierno (...) El grupo de diputados del FA es un grupo que ha ganado prestigio y reconocimiento, porque es una generación de jóvenes capaces, profesionales, que hacen intervenciones correctas e inteligentes y han venido poniendo banderillas al gobierno”, dijo Vladimir de la Cruz, analista y columnista de LA REPÚBLICA.

Por otra parte, de forma natural, el gobierno de Chaves irá perdiendo apoyo popular por el desgaste propio del poder y esto podría ser aprovechado por el grupo izquierdista con fines electorales.

“Un partido como el Frente Amplio podría unir fuerzas progresistas que hoy no encuentran espacio político, además de toda la gente que poco a poco deja de apoyar a Chaves. Conforme se acerquen las elecciones, los antichaves podrían unirse en un partido opositor y, de momento, solo la izquierda parece serlo”, agregó de la Cruz.

Predecir lo que va a pasar de aquí a tres años no es posible, indica Sergio Araya, analista político independiente.

Sin embargo, el experto sí concuerda en que en este momento solo el Frente Amplio parece ser el único partido de oposición.

“Cada vez que el mandatario se refiere a una dificultad en el Congreso, siempre personaliza y habla del Frente Amplio, además de cuatro o cinco del PLN, que tilda de radicales (...) Al omitir a los demás, está diciendo que los otros son colaboracionistas, a la vez que está levantando al otro partido. Es como si Goliat elevara a David”, indicó Araya.

En ese sentido, podría darse el caso de que el Frente Amplio sea capaz de aglutinar las fuerzas opositoras en 2026.

En estos momentos, el electorado costarricense tiene ciertas características marcadas que facilitan el surgimiento de liderazgos coyunturales y no basados en ideologías concretas.

Por ejemplo, ya no hay vinculaciones con los partidos políticos, por lo que se tiene una sociedad volátil en términos electorales, la cual puede generar lealtades coyunturales en función de algún tema en especial, como fue en su momento la agenda LGTBIQ+, a la vez que se considera que los votos son “prestados”.

“Si algo tiene la sociedad presente es que está muy fragmentada en miniagendas. Hay distintos colectivos que coyunturalmente crean alianzas en pro o en contra de algo. En este contexto, puede surgir una figura que tenga la suficiente capacidad de aglutinar, aunque sea de forma coyuntural, a esas miniagendas, para tener una minoría competitiva para la primera ronda y así tener la oportunidad en una segunda ronda electoral. Si esto sucediera con el Frente, es una posibilidad, una suposición válida”, finalizó Araya.