Antes de salvar el planeta:, salvemonos nosotros primero dando el ejemplo mundial
Ricardo Trujillo gerencia@fibrotel.cr | Jueves 17 agosto, 2023
Ricardo Trujillo Molina
MScEE
gerencia@fibrotel.cr
Leo casi todos los días y en todos los medios, repetitivos e insistentes comentarios y editoriales sobre la urgencia de tomar acciones inmediatas para combatir el calentamiento global. Se insiste en las altas temperaturas que estamos enfrentando, las sequias, los incendios, el polvo del Sahara, las hambrunas, la pobreza que se incrementa a nivel mundial, pero se olvida en todos ellos, nuestro aplaudido compromiso e intervención para lograr el acuerdo de parís, nuestro innovador a nivel mundial plan nacional de descarbonización y por supuesto, la inoperancia de la ley 10086 que pretendía estimular la generación solar distribuida. Medidas todas ellas encaminadas a dar el ejemplo a nivel mundial sobre nuestra firme decisión en combatir el cambio climático y el calentamiento global.
Me he preguntado ante todas esos comentarios y editoriales de que sirve escribir que queremos salvar al planeta, si se nos olvida y no somos capaces de dar el primer paso ejemplar para salvar nuestra economía y población del desastre que implica el calentamiento global en nuestro propio territorio: alzas en los precios de nuestra producción agrícola alimentaria, merma en las exportaciones de frutales y alzas en las tarifas eléctricas, todo ello ocasionado por la falta de lluvias que esta supuestamente ocasionando el fenómeno oceánico de el niño.
De que sirve pegar el grito en el cielo contra el aumento de decimas en las temperaturas medias del país, si seguimos importando y quemando bunker en la planta térmica del ICE en Garabito, Puntarenas, y aceptamos sin protesta, que la Aresep por falta de directivos como la ha denunciado el ICE, no apruebe cuanto antes las tarifas de generación solar distribuida que contribuirán a estimular la transición energética de los combustibles fósiles a electricidad.
De que nos sirve propalar a los cuatro vientos que estamos sumamente preocupados por el calentamiento global, si el ICE mismo se pelea en los tribunales contra la empresa propietaria de la planta solar Valle Escondido, defendiendo su terquedad en anular el contrato de suministro de energía solar pactado con años de antelación para precisamente ser de gran ayuda sustitutiva del bunker en estas actuales circunstancias.
De que sirve rasgarnos las vestiduras ante las altas temperaturas y sequias que nos azotan, si no queremos abrir el mercado de la generación eléctrica a la inversión privada para así convertirnos en una potencia energética exportadora como ya lo está haciendo El Salvador.
De que sirve el derramar tanta tinta en editoriales salvadores del planeta, si nuestro ministerio de hacienda en ferrea defensa de sus ingresos fiscales, se opone a todo intento de reducir impuestos tanto a la gasolina como al marchamo como a la importación de vehículos eléctricos, ya no digamos a un plan de sustitución de las gasolinas que si pagan altos impuestos por otras energías como la solar que están exentas de ellos.
Es por lo anterior que considero como una rampante hipocresía el considerarnos paladines de la salvación del planeta, si no podemos ni siquiera informar adecuadamente a la población sobre la crisis energética que ya esta haciendo trizas a nuestra economía y nivel de vida. Hago un llamado a salvarnos nosotros mismo en primera instancia, y luego si nos queda algo de plata, a contribuir a salvar al resto del planeta.