Anticonceptivos de larga duración reducirían embarazos no deseados
Jeffry Garza jeffrygarza.asesor@larepublica.net | Miércoles 15 junio, 2016
La difusión de métodos anticonceptivos de larga duración reversibles, como dispositivos intrauterinos e implantes, ayudaría a reducir los embarazos no deseados en el país.
Son más efectivos que los métodos de corta duración, como pastillas, inyectables o parches y dependen menos de la disciplina de la usuaria, de acuerdo con Josefina Lira, ginecóloga y obstetra del Hospital Ángeles Pedregal de México.
La efectividad de estos dispositivos es del 99,8%, mientras que los de corta duración tienen una tasa de error de entre el 10% y el 15%, dependiendo de la regularidad con que la paciente siga su tratamiento.
Su uso es limitado por el costo, pero reduce la fertilidad de tres a cinco años, por lo que se podría ahorrar en la compra de anticonceptivos de corta duración durante ese periodo.
Se pueden encontrar en clínicas privadas implantes que liberan levonorgestrel, una hormona que es utilizada como ingrediente activo de ciertos anticonceptivos, así como dispositivos intrauterinos de pequeñas dimensiones.
Dependiendo del establecimiento, su valor con la implantación —la debe realizar un médico profesional— ronda entre ¢150 mil y ¢200 mil.
La Caja solo aplica dispositivos intrauterinos para regular o parar el sangrado menstrual, pero no los receta para planificar.
“El procedimiento es de corta duración y no dolerá más que un cólico”, aseguró Lira.
Al ser retirados, se recupera totalmente la fertilidad, e incluso, el 88% de las mujeres que usaron este método quedaron embarazadas antes de los cuatro meses de desuso, según datos de Bayer.
La promoción de este tipo de métodos ha tenido resultados positivos en países con altas tasas de embarazos no deseados y de adolescentes, donde se facilitan su acceso y aplicación.
Un ejemplo es Estados Unidos, donde en 2008 el 51% de los embarazos era no deseado y se logró bajar al 45% en 2011, de acuerdo con el “Reporte Nacional de Estadísticas de Salud”.
La meta de esa nación es reducir en un 10% este número en 2020, y que solo un tercio de los embarazos sea “no deseado”.
En 2010, solo el 3,4% de los anticonceptivos usados por las mujeres en Costa Rica era de larga duración, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud.
Ese mismo año, el promedio global era del 14%.
“Desde el gobierno debería impulsarse el uso de estos métodos, no solo para mujeres jóvenes sino también para pacientes que recién se recuperan de un parto”, añadió Luis Ramírez, ginecólogo de la Clínica Bíblica.