Apertura celular tendrá nuevo atraso
Luis Valverde lvalverde@larepublica.net | Martes 12 julio, 2011
Empresas no arrancarán en dos semanas, como se preveía
Apertura celular tendrá nuevo atraso
Construcción de torres es el principal impedimento
La apertura en telecomunicaciones, esperada por tantos costarricenses desde hace tiempo y que estaba estimada para que comience a finales de este mes, tendrá un nuevo atraso, por lo cual la fecha mágica difícilmente llegue antes de agosto.
Uno de los obstáculos más notorios sigue siendo la oposición de varias municipalidades a otorgar a Claro, de la Mexicana América Móvil, y Movistar, de la española Telefónica, el permiso para construir torres.
Aunado a ello existen varios requisitos pendientes por parte de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel), como el establecimiento de un nuevo esquema tarifario y la puesta en operaciones de la portabilidad, lo cual permitiría a los clientes mantener su número en caso de que cambien de operador.
La lista de pendientes se completa con las negociaciones comerciales que deben hacer todavía las empresas, tanto para salir a vender tiempo/aire, como para instalar tiendas, así como para obtener las 300 personas que se estima requerirá cada compañía antes de terminar el año.
En el caso del primer obstáculo, relacionado con la instalación de torres, hasta ahora solo en 44 de los 81 cantones está aprobado el reglamento que permite el levantamiento de esta infraestructura. Las empresas calculan el levantamiento de al menos mil radiobases en todo el país.
Comunidades como Flores, San Isidro y Heredia Centro, o Coronado al este de la capital y algunos cantones en Guanacaste, el Caribe y la Zona Sur, ni siquiera han comenzado a discutir las nuevas reglas.
Esto en gran medida porque existen dudas sobre las consecuencias que una torre pueda generar en la salud, pese a que no hay estudios concluyentes sobre posibles efectos negativos. A ello se le suma la oposición ideológica de regidores especialmente del Partido Acción Ciudadana.
Esto ha obligado a Claro a negociar directamente con cada ayuntamiento y a la empresa Movistar a buscar un acuerdo con el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y con otras empresas, para alquilar sus torres mientras levanta su propia infraestructura.
Adicionalmente a los permisos de construcción, Claro y Movistar deben negociar con el ICE la interconexión de los enlaces microonda, con los cuales se permite la comunicación entre los equipos de las torres y los celulares.
Se necesitan alrededor de 600 por cada empresa, para por lo menos empezar a operar.
Para cada uno de estos enlaces se deben hacer pruebas técnicas para ajustar los equipos y que no vayan a producirse problemas con las llamadas. Este es un proceso lento que en cada torre puede tardar más de una semana.
En relación con los requisitos pendientes de aprobar por la Sutel, se debe convocar y realizar todavía una audiencia pública para discutir las nuevas tarifas en servicios de Internet, mensajes de texto y telefonía móvil.
El planteamiento es que se tome en cuenta un precio techo y a partir de ahí las compañías puedan ofrecer descuentos.
Sin embargo, la propuesta formal no ha sido comunicada, pese a que en teoría la fecha del gobierno para la entrada en vigencia de la apertura es en dos semanas y a que para efectuar la audiencia se debe publicar la convocatoria en La Gaceta y dar un espacio de respuestas y objeciones a cada compañía, lo cual podría tardar aún varias semanas.
Mientras esto ocurre, las empresas todavía deben hacer ajustes antes de comenzar a operar. El primero de ellos es culminar las negociaciones con los distintos puntos de venta de tiempo/aire, los cuales a la fecha no han sido comunicados.
Actualmente cinco empresas brindan este servicio. Todas ellas han manifestado a LA REPUBLICA su eventual interés en hacer negocios con Claro y Movistar.
En forma paralela, las empresas deben estructurar una red de puntos de venta y tiendas en los principales centros comerciales y zonas pobladas del país. Se conoce que ya hay adelantos en esta materia pero tanto Jorge Abadía, gerente de Movistar, como Ricardo Taylor, de Claro, prefieren no adelantar nada al respecto.
El último punto, si bien no es necesariamente un problema, sí representa un reto. La obtención de mano de obra calificada ha puesto a correr a cada compañía, las cuales tienen la meta de contratar al menos 300 personas antes de que finalice el año, especialmente en las áreas de ventas, recursos humanos, administración y contabilidad.
Luis Valverde
lvalverde@larepublica.net
Apertura celular tendrá nuevo atraso
Construcción de torres es el principal impedimento
La apertura en telecomunicaciones, esperada por tantos costarricenses desde hace tiempo y que estaba estimada para que comience a finales de este mes, tendrá un nuevo atraso, por lo cual la fecha mágica difícilmente llegue antes de agosto.
Uno de los obstáculos más notorios sigue siendo la oposición de varias municipalidades a otorgar a Claro, de la Mexicana América Móvil, y Movistar, de la española Telefónica, el permiso para construir torres.
Aunado a ello existen varios requisitos pendientes por parte de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel), como el establecimiento de un nuevo esquema tarifario y la puesta en operaciones de la portabilidad, lo cual permitiría a los clientes mantener su número en caso de que cambien de operador.
La lista de pendientes se completa con las negociaciones comerciales que deben hacer todavía las empresas, tanto para salir a vender tiempo/aire, como para instalar tiendas, así como para obtener las 300 personas que se estima requerirá cada compañía antes de terminar el año.
En el caso del primer obstáculo, relacionado con la instalación de torres, hasta ahora solo en 44 de los 81 cantones está aprobado el reglamento que permite el levantamiento de esta infraestructura. Las empresas calculan el levantamiento de al menos mil radiobases en todo el país.
Comunidades como Flores, San Isidro y Heredia Centro, o Coronado al este de la capital y algunos cantones en Guanacaste, el Caribe y la Zona Sur, ni siquiera han comenzado a discutir las nuevas reglas.
Esto en gran medida porque existen dudas sobre las consecuencias que una torre pueda generar en la salud, pese a que no hay estudios concluyentes sobre posibles efectos negativos. A ello se le suma la oposición ideológica de regidores especialmente del Partido Acción Ciudadana.
Esto ha obligado a Claro a negociar directamente con cada ayuntamiento y a la empresa Movistar a buscar un acuerdo con el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y con otras empresas, para alquilar sus torres mientras levanta su propia infraestructura.
Adicionalmente a los permisos de construcción, Claro y Movistar deben negociar con el ICE la interconexión de los enlaces microonda, con los cuales se permite la comunicación entre los equipos de las torres y los celulares.
Se necesitan alrededor de 600 por cada empresa, para por lo menos empezar a operar.
Para cada uno de estos enlaces se deben hacer pruebas técnicas para ajustar los equipos y que no vayan a producirse problemas con las llamadas. Este es un proceso lento que en cada torre puede tardar más de una semana.
En relación con los requisitos pendientes de aprobar por la Sutel, se debe convocar y realizar todavía una audiencia pública para discutir las nuevas tarifas en servicios de Internet, mensajes de texto y telefonía móvil.
El planteamiento es que se tome en cuenta un precio techo y a partir de ahí las compañías puedan ofrecer descuentos.
Sin embargo, la propuesta formal no ha sido comunicada, pese a que en teoría la fecha del gobierno para la entrada en vigencia de la apertura es en dos semanas y a que para efectuar la audiencia se debe publicar la convocatoria en La Gaceta y dar un espacio de respuestas y objeciones a cada compañía, lo cual podría tardar aún varias semanas.
Mientras esto ocurre, las empresas todavía deben hacer ajustes antes de comenzar a operar. El primero de ellos es culminar las negociaciones con los distintos puntos de venta de tiempo/aire, los cuales a la fecha no han sido comunicados.
Actualmente cinco empresas brindan este servicio. Todas ellas han manifestado a LA REPUBLICA su eventual interés en hacer negocios con Claro y Movistar.
En forma paralela, las empresas deben estructurar una red de puntos de venta y tiendas en los principales centros comerciales y zonas pobladas del país. Se conoce que ya hay adelantos en esta materia pero tanto Jorge Abadía, gerente de Movistar, como Ricardo Taylor, de Claro, prefieren no adelantar nada al respecto.
El último punto, si bien no es necesariamente un problema, sí representa un reto. La obtención de mano de obra calificada ha puesto a correr a cada compañía, las cuales tienen la meta de contratar al menos 300 personas antes de que finalice el año, especialmente en las áreas de ventas, recursos humanos, administración y contabilidad.
Luis Valverde
lvalverde@larepublica.net