Personaje del día

Aprenda a escuchar para convencer

Más compañías están incorporando la comunicación a su cultura y estrategia empresarial

Erick Matamoros/La República

¿Por qué es tan importante invertir en la comunicación de una empresa?
En los últimos años la dinámica de la comunicación entre los ciudadanos, gobiernos y empresas ha venido en un proceso de transformación extraordinario; con las redes sociales y los nuevos formatos digitales los actores no solo se han multiplicado sino que también asumieron un papel activo; opinan, exigen y demandan. Hoy más que nunca hay que aprender a escuchar para impactar y convencer de manera estratégica.

¿Cuáles son los principales errores que se cometen en el área de comunicación?
Desde el inicio el principal error es minimizar el papel de la comunicación; y así se evidencia cada vez que contratan a un profesional no especializado en la materia para que asuma el puesto de comunicador. Aunque lo anterior pueda parecer obvio, en el país vemos abogados, psicólogos o secretarias asumiendo la función del comunicador.
Otro gran error es colocar al profesional en comunicación hacia la base del organigrama, cuando los grandes procesos de comunicación se cambian o reafirman desde arriba.

¿Qué importancia dan las empresas a este tema?
Afortunadamente cada vez más empresas incorporan la comunicación a su cultura y estrategia empresarial, máxime en tiempos en que la información fluye de manera masiva, veloz, sin limitaciones ni fronteras.

¿Qué problemas internos puede presentar la compañía?
En la comunicación interna el personaje principal es el colaborador, quien forma parte de su ADN. Es el trabajador interno el primer vocero de la organización, el primero que debe ser atendido.

¿Cómo recupero una buena imagen cuando ha sido dañada?
La imagen es parte de la reputación de una persona o empresa, si definitivamente el daño no se pudo evitar ni contener, en la etapa de restitución se podrían encontrar muchas oportunidades. Todo está en gestionar con estrategia.

 

Nancy Carvajal
ncarvajal@larepublica.net