Aprovechar a la OCDE desde el primer día
Daniel Suchar Zomer daniel.suchar@hotmail.com | Lunes 06 septiembre, 2021
Daniel Suchar Zomer, PhD
Analista Financiero. Profesor Universitario.
Costa Rica, desde Mayo del año pasado, ha entrado en el grupo selecto de países que pertenecen a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, que por sus siglas se le conoce como la OCDE. Dicho organismo fundado en Francia desde 1961, reúne a 38 países que representan alrededor 62% del PIB Mundial (aproximadamente uno 65 Trillones de Dólares) y que hoy comercializan más del 70% del intercambio internacional.
Este es un foro que, más allá de sentarse a escuchar lo que “dicen los demás”, está enfocado en aprender de estas naciones que lo integran; pues las enseñanzas, las comparaciones, sus estudios y las recomendaciones que surgen de allí, hacen que los países cuenten con una sinergia importante para el desarrollo de cada uno de ellos.
Dentro de OCDE se cuenta con una vasta cantidad de expertos en distintas áreas de desarrollo: Finanzas públicas, Transparencia, Educación, Economía, Ambiente, Gobernanza, Tecnología, Leyes, Empleo, Negocios, Sindicatos y Salud, por mencionar algunas de las más importantes del Foro, de todas las que existen allí.
A su vez, la organización, con todos sus miembros plenos buscando oportunidades de negocios, se convierte implícitamente en un imán de atracción de inversión. A la postre se traduce en contribuir a la creación de empleos, puesto que los lazos que se establecen en mercados internacionales son potencialmente infinitos.
Y también se debe aprovechar la rama del Foro llamado Business at OECD (BIAC) donde Costa Rica tiene una excelente oportunidad para que las cámaras empresariales tengan una mayor visibilidad a nivel de la organización. Con esto se habla de una alternativa, nada despreciable, para todas las personas físicas y/o jurídicas puedan entablar relaciones comerciales de forma mas dinámica, fuerte y rápida beneficiando a todos los involucrados.
Pero, para afrontar todo esto, debe hacerse de forma humilde, sensata y tiene que reinar la madurez suficiente puesto que la comparaciones y recomendaciones que brinda OCDE no son con el ánimo de atacar a nadie. Más bien, estos indicadores de gestión son enfocados a la mejora continua de sus miembros, otorgando soluciones viables fortaleciendo la situación integral de cada país y Costa Rica no es la excepción.
Algunas cifras que comparan son: Desempleo en Costa Rica muestra un 17,4% cuando en la OCDE, sólo cuatro países tienen esta cifra en doble dígito y el resto se ubica por debajo de ellas. Las cargas sociales son del 26,3% en suelo nacional, cuando el promedio de la organización es del 18,4%. El gasto en educación pública costarricense ronda el 8% del PIB (OCDE es 4%) pero cuando se ven los resultados del examen PISA, lamentablemente los ticos no presentan proporcionalidad entre cantidad versus calidad.
La función pública nacional es el 13% de los empleados del país, significando un 50% de la recaudación tributaria de Hacienda. En comparación frente al promedio de OCDE, el trabajador publico es 20% y el gasto representa solo el 22%. Aquí queda demostrado que definitivamente algo se está haciendo muy mal o alguien está ganando demasiado dinero en suelo tico.
Otros indicadores como la participación del género femenino en el país, sólo alcanza el 50% cuando OCDE es 70%. En el caso de los graduados en carreras STEM, Costa Rica arroja un 14% mientras que la organización es de 24%. La productividad tica alcanza los USD$17,000 per cápita, cuando OCDE no baja de $43,000. Y en temas de regulaciones, Costa Rica duplica la cantidad de burocracias que hay sobre el promedio de la organización.
A su vez, las recomendaciones en promover un país más competitivo, es otra “halada de orejas” que se viene escuchando hace años y OCDE lo señala. Los rubros de la canasta básica como arroz y azúcar dejan en evidencia ciertos amiguismos dentro del país. El tema de transporte marítimo y la exigencia de colegiaturas profesionales son parte de estos rubros que deben ser flexibilizados a partir de ahora.
Exenciones fiscales regresivas, la eficiencia del gasto público, apoyo a las pymes y el emprendimiento e incluso el protagonismo del Estado en la economía, son también parte de esas recomendaciones que OCDE plasma para convertir a Costa Rica en un mejor país. Sobre todas las cosas, debe estar enfocado en productividad y eficiencia muy lejano al tinte político de turno, cosa que debe quedar muy claro a la hora de poner un pie en Paris.
Tanto es así, que la OCDE puede ser incluso el “proveedor” de esa anhelada Hoja de Ruta que tanto necesita Costa Rica para enderezar el camino en varias aristas. Absorber como esponja todas las buenas prácticas que se dan a lo largo y ancho de estos otros 37 países, son las tareas que se tiene de ahora en adelante.
Los líderes costarricenses deben tener la habilidad de reconocer los problemas que se poseen como país y saber de antemano que errar es de humanos, pero rectificar es de sabios. Queda en la sociedad tica de visualizar una gran Costa Rica y qué mejor que estando en una organización de Grandes Ligas y no jugando en divisiones menores.
Costa Rica tiene un potencial enorme de aprovechar todas estas sinergias y ponerlas en prácticas rápidamente. Razón por la cual desde el primer día hay que aprovechar cada uno de los minutos que se tienen como país miembro dentro la OCDE y no morir en el intento.