Apuntes del Bicentenario
Jonathan Prendas jonathan.prendas@gmail.com | Lunes 13 septiembre, 2021
Jonathan Prendas
Diputado Nueva República
Esta semana Costa Rica conmemora los 200 años de su independencia de España, y esa celebración histórica nos ofrece a todos los costarricenses una ocasión ideal para reflexionar sobre nuestro pasado, presente y futuro.
En 1821, la emancipación movilizó y confrontó a muchas personas, pensamientos y sectores que tuvieron que buscar la manera de emprender juntos el proyecto de construir una sola nación y establecer un sistema político-económico que satisficiera sus necesidades.
Con tesón, sensatez y un diálogo seguramente no exento de confrontaciones e ideas distintas, Costa Rica logró encontrar la forma de solucionar sus problemas y conflictos sin depender de ninguna otra nación. Así, a los pocos días de recibir la declaración de independencia de Guatemala ya contaba con su propia Constitución, el Pacto de Concordia.
Unos cuantos años más tarde, nuestro país poseía su propia moneda, instituciones claves como la Asamblea Legislativa o la Corte de Justicia y nombró a su primer Jefe de Estado, el visionario Juan Mora Fernández.
El nuevo orden estuvo sujeto a avances, retrocesos, acuerdos y contradicciones, pero sentó las bases de lo que somos hoy: una república democrática, pacífica, abierta al mundo y que goza de robustos sistemas de salud, de educación, de justicia.
El inicio del tercer centenario de vida independiente ocurre en un momento crítico, con desafíos importantes que pueden poner en riesgo nuestra estabilidad y los logros del pasado: desempleo, altísimo déficit fiscal, desconfianza en el gobierno, incertidumbre y polarización.
Por eso hoy, los costarricenses debemos aprender de las lecciones de nuestros antepasados y con la misma valentía de los independentistas emprender las reformas que le garantizarán a nuestros hijos una mejor calidad de vida. Como en antaño, tenemos la responsabilidad de consensuar y, a pesar de nuestras diferencias, encontrar soluciones a los problemas sin intereses mezquinos ni partidarios.
Los ideales de libertad que motivaron a muchos patriotas hoy permanecen vigentes y deben impulsarnos a cumplir con nuestros deberes ciudadanos, a defender nuestros derechos, contribuir con el bien común, fortalecer nuestra democracia y robustecer nuestra economía para alcanzar los índices de desarrollo que merecemos.
Así como nuestros antepasados escogieron en 1821 la opción de perseguir el sueño de una vida soberana e independiente, con las responsabilidades que supone el autogobierno, hoy es nuestro deber escoger la ruta de la gobernabilidad, la coherencia política, la sana administración pública, la reactivación económica y la lucha contra la corrupción.
En esta, la semana de nuestra máxima celebración nacional, asegurémonos de llevar a la práctica la célebre frase de Juan Mora: “El Ejecutivo desea que el Estado sea feliz por la paz, fuerte por la unión, y que sus hijos corten cada día una espiga más y lloren una lágrima menos”.
El país todavía está en un proceso de construcción, requiere continuar evolucionando y adaptándose a las nuevas circunstancias locales y planetarias; para ello necesita que todos sus hijos adquieran mayor protagonismo para trabajar en unidad, para ver el futuro con esperanza, para atreverse a soñar y materializar esos sueños. Es tiempo de crecer y desarrollarse, de dar paso a una Nueva República más solidaria, abierta, conectada, justa y próspera.
Los invito a celebrar el bicentenario con ese orgullo, fuerza, pasión y determinación que generarán acciones futuras que garanticen la estabilidad del país. Costa Rica está primero que todo y es hora de demostrarlo con hechos.
¡Felices fiestas patrias! ¡Feliz Bicentenario!