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COLUMNISTAS


Arengar, motivar jamás desanimar ante una dificultad

Emilio Bruce ebjreproduccion@gmail.com | Viernes 13 octubre, 2023


Las autoridades jamás deben de desanimar a la población con sus palabras. Las autoridades jamás deben dar la impresión de que las luchas por delante están perdidas de antemano. Las autoridades jamás hablan de las debilidades en recursos, hombres, armas, sistemas y falta de voluntad ante el enemigo. El sigilo es fundamental en todo enfrentamiento.

No puedo concebir que antes de emprender un mortal combate en el que la suerte de Costa Rica está empeñada, las autoridades hagan reclamos políticos a sus adversarios lejos de pedir su colaboración llamándolos a sumarse. No se piden favores después de ataques y descalificaciones. No se piden ayudas con exigencias y un garrote en la mano, eso tiene otro nombre. Invocando el patriotismo y la colaboración todo es posible.

Cuando una autoridad señala que la Fuerza Pública está imposibilitada de enfrentar al narcotráfico y aunque se multiplicaran sus recursos sería una tarea imposible, no hace bien, no procede a arengar, a levantar el ánimo de los costarricenses ante las dificultades vividas como un conductor de pueblos que requieren motivación ante un combate mortal.

A don Juan Rafael Mora Porras no recuerdo haberlo leído quejarse de los pocos recursos que el país disponía para enfrentar a los filibusteros. Nunca he leído que él manifestara que ni armándose lo lograríamos. Claro don Juan Rafael Mora es un héroe nacional. Antes de Santa Rosa y Rivas todos los muchachos agricultores transformados en solados de la patria fueron motivados. Ganamos a pesar de todo, a pesar de nuestras limitaciones, a pesar de nuestra falta de experiencia.

Cuando se desploman los decomisos de droga y se desploman los recursos intervenidos en el mercado financiero por lavado, lejos de escuchar promesas de una lucha más fuerte y decidida solo leemos excusas y cargos políticos. No se vale. No se eluden responsabilidades ni se rehúyen sacrificios ante el combate. No es aceptable desanimar al país cuando una lucha de este calibre nos aguarda. Arriba corazones, arriba las banderas de la Patria. Arriba costarricenses llegó un momento crucial para todos nosotros. Valor, estemos desafiantes ante lo que se nos vino. No nos rindamos jamás.

Hay luchas que son graves y fuertes. El Gran Almirante de la Armada Española del Atlántico don Pascual Cervera y Topete pidió a sus marinos lucir el uniforme de gala antes de enfrentar a los acorazados norteamericanos en la Bahía de Santiago de Cuba en 1898. El uniforme de gala era para lucir en los momentos más solemnes y ningún momento más solemne que cuando se va a morir por la patria. Después de escuchar la Marcha Real redoblaron las cajas de guerra el zafarrancho de combate. Uno puede estar claro del riesgo y de la asimetría, pero el valor y la decisión resultan indispensables en toda lucha. Si ha llegado el momento de que los costarricenses vistamos de gala para enfrentar el momento más solemne de nuestras vidas es un irrespeto a nosotros no darnos ánimo y no motivarnos en la batalla que se viene.

Cuando se tiene la convicción de que la batalla ya está perdida y uno es la autoridad que encabeza la fuerza pública, la batalla ya se perdió. Es el momento de cambiar esa autoridad pues por decente y buena persona que esta sea no es la indicada hoy para encabezar el combate. Los derrotistas no son admisibles.

Este combate contra el narco, contra el narco estado, contra la violencia de las bandas, contra la crueldad y la muerte, contra el lavado no la puede perder el país. Querríamos tener muchos más recursos, pero no los tenemos. Querríamos tener el armamento más sofisticado, pero no lo tenemos. Los viejos Garand M1 y los Mauser apilados en los arsenales nacionales también matan. ¿Que no hay suficientes guardias civiles? Llamen a los reservistas. Que no tienen estrategas, a conseguirlos con gobiernos amigos como lo hicimos en 1856. No nos vamos a rendir ni a buscar excusas. Vamos a vencer y eso es todo.

Viva Costa Rica.

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