Arrozales en riesgo por bacteria
Ernesto Villalobos evillalobos@larepublica.net | Lunes 18 abril, 2011
Podrían perderse 30 mil hectáreas del grano
Arrozales en riesgo por bacteria
País no cuenta con agroquímicos para combatirla; productores señalan inoperancia del Estado para registrar nuevas fórmulas
Los arroceros del país enfrentan una seria amenaza, que bien podría representar la pérdida del 50% del cultivo.
Se trata de una bacteria conocida en el sector como “un pudre”, que en muy corto tiempo y de manera irreparable, afecta la espiga del arroz, ocasionando que esta caiga al suelo y se pierda.
La presencia del microscópico enemigo en suelo nacional fue identificada por los propios arroceros, hace pocas semanas en la zona de Guanacaste.
Un agravante se suma a las circunstancias y es que los arroceros no tienen acceso a un producto que pueda contrarrestar los daños que ocasiona la bacteria.
Así lo confirmó el personal del Servicio Fitosanitario del Estado, que tiene bajo su administración el registro de agroquímicos patentados y genéricos autorizados.
“Ese es uno de los más graves problemas que enfrentamos. El registro tarda años en aprobar el uso de un producto, y eso es inmanejable. Ahora se presenta esa enfermedad, que bien podría estar ya en unas 3 mil hectáreas de arroz, y nadie sabe qué echarles a los arrozales, porque no hay nada aprobado para eso”, sentenció William Ureña, arrocero guanacasteco.
En Costa Rica se cultivan unas 65 mil hectáreas, las cuales producen anualmente por encima de 250 mil toneladas métricas del grano.
Ante esa gris realidad, los productores no tienen más remedio que lanzar un grito de auxilio a las autoridades de Gobierno, para que permitan el ingreso de productos específicos para la bacteria.
Además, los arroceros indican que la inclusión de un agroquímico en el registro oficial de sustancias permitidas, puede demorar en promedio entre 12 y 24 meses.
Para tener una idea más clara, mientras un saco de producto de marca cuesta unos ¢27 mil, un genérico no pasa de ¢17 mil; así de sencillo es”, sustentó Oscar Campos, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Arroz.
Aunque Costa Rica no cuenta con antecedentes que ayuden a combatir los efectos de la bacteria, países que mantienen relaciones comerciales cercanas con el nuestro han tenido que lidiar con ellos, como es el caso de República Dominicana que en 2008 y 2009 debió luchar con la bacteria que hoy amenaza el grano costarricense.
Ernesto Villalobos
evillalobos@larepublica.net
Arrozales en riesgo por bacteria
País no cuenta con agroquímicos para combatirla; productores señalan inoperancia del Estado para registrar nuevas fórmulas
Los arroceros del país enfrentan una seria amenaza, que bien podría representar la pérdida del 50% del cultivo.
Se trata de una bacteria conocida en el sector como “un pudre”, que en muy corto tiempo y de manera irreparable, afecta la espiga del arroz, ocasionando que esta caiga al suelo y se pierda.
La presencia del microscópico enemigo en suelo nacional fue identificada por los propios arroceros, hace pocas semanas en la zona de Guanacaste.
Un agravante se suma a las circunstancias y es que los arroceros no tienen acceso a un producto que pueda contrarrestar los daños que ocasiona la bacteria.
Así lo confirmó el personal del Servicio Fitosanitario del Estado, que tiene bajo su administración el registro de agroquímicos patentados y genéricos autorizados.
“Ese es uno de los más graves problemas que enfrentamos. El registro tarda años en aprobar el uso de un producto, y eso es inmanejable. Ahora se presenta esa enfermedad, que bien podría estar ya en unas 3 mil hectáreas de arroz, y nadie sabe qué echarles a los arrozales, porque no hay nada aprobado para eso”, sentenció William Ureña, arrocero guanacasteco.
En Costa Rica se cultivan unas 65 mil hectáreas, las cuales producen anualmente por encima de 250 mil toneladas métricas del grano.
Ante esa gris realidad, los productores no tienen más remedio que lanzar un grito de auxilio a las autoridades de Gobierno, para que permitan el ingreso de productos específicos para la bacteria.
Además, los arroceros indican que la inclusión de un agroquímico en el registro oficial de sustancias permitidas, puede demorar en promedio entre 12 y 24 meses.
Para tener una idea más clara, mientras un saco de producto de marca cuesta unos ¢27 mil, un genérico no pasa de ¢17 mil; así de sencillo es”, sustentó Oscar Campos, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Arroz.
Aunque Costa Rica no cuenta con antecedentes que ayuden a combatir los efectos de la bacteria, países que mantienen relaciones comerciales cercanas con el nuestro han tenido que lidiar con ellos, como es el caso de República Dominicana que en 2008 y 2009 debió luchar con la bacteria que hoy amenaza el grano costarricense.
Ernesto Villalobos
evillalobos@larepublica.net