Así los vimos: Fuller se nos parece a Harold Wallace

Costa Rica cayó 1-2 ante Haití en el Grupo B de la Copa Oro y finalizó en la segunda casilla.

En la siguiente ronda enfrentará a México.

Sin embargo, uno de los aspectos más positivos dentro del mar de dudas es la capacidad de Keysher Fuller por la banda.

Gaetano Pandolfo, periodista de ACCIÓN, repasa el accionar de cada uno de los jugadores de la Sele.

ASI LOS VIMOS

GAPARI

COSTA RICA

Moreira: Mucho trabajo, lo probó Bazile con bólido largo; a Nazon le “robó” un gol y lo fusiló Djimy. Buen partido.

Fuller: ¡Cómo se nos parece a Harold Wallace! Juega suelto, con naturalidad, lo hace fácil. Figura del primer tiempo. No marcó nada en el segundo.

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González: Tuvo desconcentraciones y estuvo flojo en la marca. Ettiene lo llevó por la calle de la amargura.

Calvo: Buenos filtros en ofensiva y pases largos con sentido. Estaba dispuesto a cometer un penal; se lo hizo a Bazile y no lo pitaron, pero botó a Nazon y ese sí.

Matarrita: Un error garrafal que permitió el remate de gol de Djimy, le empañó un buen partido. Tuvo mucha y buena presencia ofensiva.

Borges: Se bajó del escenario todo el segundo tiempo y se pagaron las consecuencias. Si la batería del equipo no arranca, el auto no camina.

Cruz: Junto con Celso, han llevado la carga física en los tres partidos. Quizá eso lo desinfló en el segundo tiempo y los explosivos haitianos se aprovecharon.

Ruiz: Fue actor primario del gran primer tiempo de la Tricolor; posesión de pelota con sentido y muy buen fútbol; luego apareció la bruma.

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Leal: Es un futbolista técnico e inteligente; si le dan cinco partidos seguidos se pierde de vista. Pero jugar por ratos lo hace muy individualista. Tuvo varios chances para anotar.

Campbell: Similar al “Cusuco” Guevara en la Liga, arrancan con grandes jugadas que no terminan en nada.

Saborío: Abrió la cuenta con remate de cabeza picado; eso despabiló al gigante Andrew Baptiste (16), quien se le pegó en la nuca y lo secó.

George: En el cierre tuvo el 2-2 y se apeó a un zopilote.

Duarte: Su ingreso desordenó más una retaguardia que hacía aguas. Ahora, no fue su culpa.

Aguilar: Trató de construir acciones que llevaran al empate, sin éxito.