Asia-Pacífico: El Nuevo Normal del Comercio
Alexander Mora info@asiapacific-centralamerica.com | Viernes 18 diciembre, 2020
Durante el pasado mes de noviembre se realizaron en Jakarta y Singapur respectivamente, las cumbres de la Asociación de Países del Sudeste Asiático (ASEAN por sus siglas en idioma inglés) y del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC, también por sus siglas en idioma inglés). Frente a la pandemia global del Covid-19 la región de Asia Pacífico ha mostrado los mayores niveles globales de resiliencia y es la única región del planeta que ha crecido de forma significativa en el 2020. Las proyecciones también indican que su economía será la que con más fuerza crecerá en la llamada etapa post-Covid-19. Pero más allá que compartir algunas cifras sobre la robustez económica de esta región, creo relevante llamar la atención de la comunidad nacional sobre las acciones que este grupo de naciones están tomando, para consolidarse, no solamente como el mayor mercado de bienes y servicios finales del mundo, sino como la región con la mejor propuesta para albergar y estimular el desarrollo de las principales cadenas de suministros (cadenas de valor o de producción, como también se les conocen) del planeta.
Al término de la Cumbre de ASEAN, 15 de sus miembros celebraron un período extraordinario de sesiones y firmaron un nuevo acuerdo de alianza regional que venían negociando desde hace 8 años, el Regional Comprehensive Economic Partnership (RCEP, por sus siglas en idioma inglés). La esencia de dicho acuerdo va mucho más allá de acordar libre comercio. Consolida las condiciones de complementariedad productiva y coordinación ecosistémica para que los países de ASEAN ofrezcan por mucho, las mejores condiciones para las cadenas globales de producción/suministros incluso reglas y obligaciones renovadas en materia de derechos de propiedad intelectual de aplicación regional.
En la cumbre del APEC se conoció un hecho sobresaliente: el presidente Xi anunció que China estaría abierta a la idea de unirse al Comprehensive and Progressive Trans-Pacific Partnership (CPTPP, por sus siglas en idioma inglés). Si bien China ha coqueteado con la idea durante todos los años de negociación, en los tres años transcurridos desde que se alcanzó el acuerdo -con el retiro a última hora de Estados Unidos-, esta es la primera vez que el presidente Xi es explícito sobre la idea. Si esto se materializa -y los expertos indican que están las condiciones para ello-, el CPTPP se convertiría -por mucho- en el mayor acuerdo y zona de libre comercio del mundo, sin posibilidad de que ninguna otra le superara. Es muy importante clarificar que se trata además de un modelo de acuerdo comercial realmente amplio, capaz de consolidar condiciones excepcionalmente amplias para la producción y el consumo, para la inversión en las cadenas globales de suministro, tanto para bienes -finales, intermedios y duraderos- como para servicios sofisticados.
Resulta relevante indicar que, a tres años de su firma, ya el CPTPP estaba en proceso de renovación y ampliación y se espera resultados concretos para 2021, pero el anuncio del presidente Xi y del interés del Reino Unido de incorporase también, han acelerado las expectativas y el interés de otros países de proponerse como nuevos miembros. Con la firma del RCEP y la posible actualización y expansión del CPTPP en el horizonte, la atención también se ha redirigido a los Estados Unidos. Es claro que el comercio no está en la cima de la agenda de la nueva administración, aunque los anuncios en estas cumbres seguro han provocado reflexiones en Washington sobre un posible retorno al CPTPP, algo que debe provocar en casi todas las capitales latinoamericanas inmediatas reflexiones también.
Asia Pacífico está marcando la pauta. Su peso relativo en el mundo y el comercio jamás habían sido mayores y sus movimientos jamás tan firmes y retadores para Occidente. Allá comprenden que la dinámica del comercio ahora es regional, que no se detiene, que los acuerdos comerciales requieren renovarse, profundizarse y ampliarse contantemente, como única forma de asegurar relevancia y competitividad. Asia Pacífico es “el nuevo normal” del comercial.