Atletismo no pierde el ritmo
Giuliana Llanes gllanes@larepublica.net | Jueves 09 agosto, 2012
Atletismo no pierde el ritmo
Las principales miradas de ayer se dirigieron al atletismo, cuyas diferentes disciplinas siguen la marcha en las carreras, los saltos y los lanzamientos, buscando clasificar a las finales y conseguir el anhelado oro.
Una vez más, el velocista jamaiquino Usain Bolt salió a la pista y clasificó la tarde de ayer a la final de hoy de los 200 metros planos, luego de disputar un heat semifinal con relativa tranquilidad y sin desgastarse en exceso, junto a rivales sin mucho nombre entre la elite del atletismo.
Considerado el hombre más veloz del mundo, el caribeño desestimó los comentarios y dudas sobre su nivel al inicio de los Juegos y lo demostró ganando el oro en los 100 metros el domingo anterior. Ahora deberá ganar los 200 y el relevo 4x100 para igualar la marca conseguida en Pekín 2008.
“La gente es así. Ellos siempre dudan de un campeón, pero para eso estoy aquí, para cimentar mi estatus de leyenda. Estoy concentrado y preparado”, dijo luego de una semifinal que calificó de “fácil” y ganó su heat.
En la final, Bolt se encontrará con su compatriota Yohan Blake, que se supone su principal amenaza en la prueba, ya que avanzó a la lucha por el oro con el mejor tiempo, un 20.01.
La sorpresa de la jornada la dio el ecuatoriano Alex Quiñónez, quien pasó a la final olímpica de 200 metros al marcar el octavo mejor tiempo de las semifinales, con 20.37 segundos.
Por otro lado, en el salto con pértiga, hoy se dirimirá la presea dorada, con el francés Renaud Lavillenie, luego de ser el mejor en las semifinales al alcanzar un salto de 5,65 metros.
En 110 metros con vallas, Estados Unidos hizo el doblete para avanzar con dos atletas a la final, Aries Merritt y Jason Richardson, donde se las verán con el cubano Orlando Ortega como la esperanza latina, luego de que otro isleño, Dayron Robles, se lesionó en los metros finales de la competencia, por lo que quedó fuera de la lucha por el metal.
Sergio Alvarado
salvarado@larepublica.net
Las principales miradas de ayer se dirigieron al atletismo, cuyas diferentes disciplinas siguen la marcha en las carreras, los saltos y los lanzamientos, buscando clasificar a las finales y conseguir el anhelado oro.
Una vez más, el velocista jamaiquino Usain Bolt salió a la pista y clasificó la tarde de ayer a la final de hoy de los 200 metros planos, luego de disputar un heat semifinal con relativa tranquilidad y sin desgastarse en exceso, junto a rivales sin mucho nombre entre la elite del atletismo.
Considerado el hombre más veloz del mundo, el caribeño desestimó los comentarios y dudas sobre su nivel al inicio de los Juegos y lo demostró ganando el oro en los 100 metros el domingo anterior. Ahora deberá ganar los 200 y el relevo 4x100 para igualar la marca conseguida en Pekín 2008.
“La gente es así. Ellos siempre dudan de un campeón, pero para eso estoy aquí, para cimentar mi estatus de leyenda. Estoy concentrado y preparado”, dijo luego de una semifinal que calificó de “fácil” y ganó su heat.
En la final, Bolt se encontrará con su compatriota Yohan Blake, que se supone su principal amenaza en la prueba, ya que avanzó a la lucha por el oro con el mejor tiempo, un 20.01.
La sorpresa de la jornada la dio el ecuatoriano Alex Quiñónez, quien pasó a la final olímpica de 200 metros al marcar el octavo mejor tiempo de las semifinales, con 20.37 segundos.
Por otro lado, en el salto con pértiga, hoy se dirimirá la presea dorada, con el francés Renaud Lavillenie, luego de ser el mejor en las semifinales al alcanzar un salto de 5,65 metros.
En 110 metros con vallas, Estados Unidos hizo el doblete para avanzar con dos atletas a la final, Aries Merritt y Jason Richardson, donde se las verán con el cubano Orlando Ortega como la esperanza latina, luego de que otro isleño, Dayron Robles, se lesionó en los metros finales de la competencia, por lo que quedó fuera de la lucha por el metal.
Sergio Alvarado
salvarado@larepublica.net