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INVERSIONISTA


Bajón inmobiliario revela ganadores y perdedores

| Lunes 22 octubre, 2007




Bajón inmobiliario revela ganadores y perdedores

Características demográficas, económicas y la psicologícas forman partet de las causas del hundimiento del mercado de vivienda

John F. Wasik
Bloomberg

El desplome inmobiliario de Estados Unidos es como un barco agrietado. Es posible que uno se mantenga a flote, según donde estén los agujeros y cuán grandes sean.
¿Continuará hundiéndose el mercado de la vivienda o está tan solo bamboleándose en espera de que lo rescaten los compradores?
En momentos en que parece casi probable que se avecine una recesión debido al colapso habitacional y de las hipotecas, es oportuno examinar qué hace que los mercados locales sean débiles o robustos.
No hubo una única causa que reventó la burbuja inmobiliaria. Las características demográficas, las económicas y la psicología de masas se combinaron para crear un frenesí de compras.
Si uno entiende la dinámica de estas fuerzas poderosas, entonces se puede empezar a ver cuáles mercados tendrán descensos de precios más dolorosos y cuáles experimentarán una subida.
Por el momento, es bastante fácil concluir que la mayoría de los mercados habitacionales estén en un aprieto y no saldrán pronto de ahí.
En agosto, los precios de las casas registraron su mayor caída en casi 40 años y las ventas pendientes tuvieron su máximo descenso hasta la fecha. Las ventas de viviendas nuevas bajaron a un mínimo de siete años. Más de 5 millones de casas siguen sin venderse.
La economía conductual de este mercado está empujando a los compradores a las márgenes por el momento. Y con la posibilidad de que otros 2 millones de casas entren en el mercado debido a ejecuciones hipotecarias, la oferta está superando la demanda.
La psicología de multitudes ató a los compradores de viviendas al mito de que los bienes raíces eran vehículos de riqueza en alza perpetua. Ahora el parecer ha cambiado.
Como escribió el economista Robert Shiller de la Universidad de Yale en un ensayo reciente, “los compradores de casas fueron víctimas de una epidemia social y una impresión ampliamente difundida de que las casas son una gran inversión”.
Los efectos del bajón probablemente menoscaben la economía en general. Shiller descubrió que la inversión residencial como porcentaje del producto interno bruto ha tenido una culminación prominente antes de casi cada recesión desde 1950.
En el último trimestre del 2005, destaca, la inversión residencial subió a 6,3% del PIB, el máximo nivel desde 1950.
Será esta contracción como el descenso de 15% entre el tercer trimestre de 1989 y el cuarto trimestre de 1996 o el repliegue de 42% por ciento en Los Angeles entre diciembre de 1989 y marzo de 1997
Como los bienes raíces son una conglomeraci¢n de mercados locales, depende de la zona que uno esté considerando.








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