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Bioaprendizaje ayuda a funcionarios del Pani a lidiar con estrés de niños vulnerables
Universidad Nacional brinda ayuda psicológica a profesionales
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Lunes 30 marzo, 2020
A través del proyecto Bioaprendizaje: Aprendiendo desde la vida, desarrollado en conjunto por la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión de la UNA y el Patronato Nacional de la Infancia (Pani), personal de esta institución se revitaliza y fortalece su trabajo por el bienestar de niños, niñas y adolescentes.
Se trata un programa dirigido a quienes tienen a su cuidado niños vulnerables, lo cual termina afectando a los cuidadores.
“En realidad, los funcionarios del Pani tienen un nivel de estrés muy alto. En ocasiones, un psicólogo de una oficina local puede tener 200 expedientes a su cargo y no estamos hablando de números, sino de niños; es el futuro de un niño”, dijo Jaqueline Ávila, psicóloga del Departamento de Recursos Humanos del Pani.
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No se trata de una capacitación, sino de un espacio donde las personas funcionarias pueden sentirse relajadas, volver a jugar, volver a la niñez y aprender a tener buenas relaciones interpersonales mediante técnicas que permiten bajar los niveles de estrés.
“Estos procesos de bioaprendizaje están centrados en la historia personal, en las experiencias de cada funcionario del Pani, para revitalizar su vida personal, su vida profesional, su desempeño laboral e institucional, al servicio de la niñez costarricense”, destacó José Mario Méndez, subdirector de la Escuela Ecuménica.
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A través de dinámicas que propician recuerdos de la infancia y de las distintas etapas de la vida, cada participante hace una revisión de su biografía y extrae la sabiduría generada para compartirla con los demás y hacer cambios necesarios para el bienestar personal y de las personas que les rodean, dijo Kattia Isabel Castro, coordinadora del proyecto.
“Les ayuda a crear más sensibilidad hacia las situaciones difíciles que las personas menores de edad enfrentan en este momento en el país y refuerza en los funcionarios el compromiso que les llevó a involucrarse con la institución, saca a flote más ternura, lo afectivo, más allá de lo técnico; es como volver a ese primer amor, reforzarlo, refrescarlo”, expresó Castro.