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Brasil nuclear

Macarena Barahona lmacarena62@hotmail.com | Sábado 05 septiembre, 2009



CANTERA
Brasil nuclear

El Senado Federal brasileño aprueba contratar un préstamo de unos $6 mil millones a bancos franceses para construir el primer submarino nuclear del país.
La construcción de este submarino forma parte de los acuerdos firmados en diciembre pasado por los presidentes, Lula y Sarkozy .
Iniciado el Programa de Desarrollo de Submarinos como parte de la defensa de este país, y apoyado en transferencia de tecnología, de la construcción de cuatro submarinos convencionales, otro de propulsión nuclear, compra de 50 helicópteros y de armamentos franceses (que aumentaron en un 175% en un año), además de la licitación para el grupo Dassault en la venta de 36 nuevos aviones caza.
El objetivo de defensa para los ejércitos regulares ha sido la razón del inmenso negocio internacional de tecnología y armamentismo.
Pensar un gran país como Brasil, ajeno a las corrientes tecnológicas militares, es aislar su propio desarrollo, pero un país como Francia que fortalece sus relaciones comerciales con América Latina, en los rangos militares, beneficiando los grandes consorcios privados para fortalecer los objetivos militares y de las grandes fortunas, es algo nuevo como corriente de relaciones internacionales.
En el marco de la estrategia internacional de hacer objeto a Latinoamérica de un mercado armamentista, tenemos a Rusia con Venezuela, Irán, Libia con países Andinos, Estados Unidos con sus bases en Colombia, apertrechados bajo los vagos humos de la lucha contra el narcotráfico, antigua lucha antiguerrillera, amenazando el área y con ello, mandando sus señales a europeos, asiáticos o árabes: mi poderío no se amenaza.
¿Qué sigue siendo Brasil para Estados Unidos? Un mercado, una mina de recursos naturales donde abastecerse. ¿Un enemigo a la distancia de sus bases militares cercanas?
¿Qué quiere ser Brasil en el área? Además de la maravillosa potencia que dirige Lula, donde los recursos naturales diversifican las desigualdades económicas, y su subdesarrollo militar es abastecido por nuevos patrocinadores, fortalecerá la envidia de los ejércitos vecinos, buscando homologar las nuevas diferencias.
Se convertirá Brasil, en la envidia de ejércitos y grandes capitales, que buscaran lucrar y por supuesto, se transformarán en nuevos enemigos, objetos de destrucción para armarse, tecnologizarse, y seguir un nuevo camino de violencia militar y social.

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