Expande su negocio a Uruguay, Chile y Brasil

Britt inyectará concepto internacional a mercado tico

Proyectan crecer un 20% anual en los próximos cinco años

Lo que nació como una compañía pequeña productora de café en la década de 1990, ahora se convirtió en una empresa que genera más de $120 millones anuales.

Britt apostará en los próximos años por traer al país un concepto de tienda poco convencional en los aeropuertos, con joyerías, chocolaterías y librerías.
Esta ampliación de negocio se hará dentro de uno a tres años, ya que por ahora se mantendrán con la apertura de tiendas en los aeropuertos de tres países de Suramérica.
El objetivo del nuevo concepto de tiendas es mantener renovada la marca, además de atraer nichos de mercado nacional, debido a que ahora apuntan al extranjero que quiera comprar artesanías o artículos de regalo.
“Cada comercio que abrimos en un país es único y especializado. Hemos visto que algunos conceptos que sirven en otros países podrían ser exitosos en Costa Rica”, explicó Pablo Vargas, CEO de Grupo Britt.
La idea de expandirse en aeropuertos nació en 2000, cuando ingresaron al Aeropuerto Juan Santamaría, donde se dio una gran aceptación por parte de los turistas que compraban los productos autóctonos.
Para 2004 surgió la iniciativa de expandirse a otros países con el mismo formato de venta de artesanías y artículos alimenticios, situación que llevó a Britt a abrir su primera tienda en Perú.
En ese país cuentan con café y diversos productos de la marca desde hace diez años; debido a esto, es la nación donde tiene más presencia y aceptación del producto.
Otro territorio que es gran consumidor del grano por tradición cafetalera es Colombia, el cual en su momento significó un reto, pero lo han logrado sobrellevar con tres tiendas en los diferentes aeropuertos internacionales.
Para ello, innovó con diez tipos distintos de grano, que cultiva en siete regiones de Colombia desde hace más de un año.
“En Colombia se trató de llevar una apuesta diferente, aunque se toma mucho café, no se cuenta con mucho conocimiento del grano, por lo que comercializamos café distinto de cada región, para diferenciarlo del que se consume masivamente”, agregó Vargas.
Agregarles valor diferenciado a los productos fue algo vital para la expansión de la empresa.
Hoy cuentan con 100 tiendas en más de diez países de la región.
En los próximos cuatro meses se sumarán otras 12 en Uruguay, Chile y Brasil.
El caso de Chile es diferente. Este país, por tradición, no cultiva café en forma masiva, por lo que la incorporación en ese mercado se realizará con café y cacao costarricenses.
La idea de entrar al mercado de las golosinas surgió inicialmente cubriendo los granos de café con cacao, lo que después se convirtió en toda una gama de productos nuevos.
Estos se fabrican en la planta de chocolatería en Santa Bárbara de Heredia, donde se combinan las frutas y nueces con el cacao.
Este proceso se ajusta al país en el que se vendan los productos, ya que en Colombia se bañan con chocolate frutos autóctonos como la feijoa y el lulo; y en Perú, la lúcuma o el aguaymanto.

Raquel Rodríguez
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