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Buenas señales

Shirley Saborío shirley.saborio@cpc.cr | Jueves 07 junio, 2018


Buenas señales

El día de ayer los diputados de la Asamblea Legislativa aprobaron la modificación de la moción especial con la que se tramitaba el proyecto de fortalecimiento de las finanzas públicas (reforma fiscal), lo cual aunque no es popular, es un acto de responsabilidad y una buena señal. La aprobaron por una abrumadora mayoría y eso habla muy bien de la responsabilidad de los diputados y el sentido de urgencia que como país tenemos. Hoy contamos con el mayor déficit fiscal en 30 años (6,2% del PIB) y una deuda del Gobierno Central del 47,9% del PIB a abril de 2018 que continuará creciendo, ya que los ingresos corrientes no alcanzan para cubrir ni el 80% del gasto corriente.

Discutir este proyecto es fundamental si no queremos entrar como país en una crisis mayor, pero no es suficiente. Pero como el diablo está en los detalles, es fundamental que no caigamos en la tentación del diálogo simple de gravar la generación de producción pues ya Costa Rica es un país caro para producir, y ciertamente hay sectores que ya están contribuyendo, de manera que hay que pensar en la forma de ampliar las bases con tasas pequeñas y dejar de lado la creación de impuestos específicos. Disminuir trámites y mejorar infraestructura son señales esenciales para recuperar la confianza y apuntalar la producción y el empleo.

Además es fundamental que se aproveche la ventana de oportunidad y se introduzcan las medidas reales de contención de gasto público. Y en este sentido, es importante incluir en la discusión a las instituciones autónomas. Es inadmisible que haya tantas disparidades y abusos por parte de muchas instituciones como si hubiera funcionarios de primera y de cuarta clase.

También hay buenas señales en el Poder Ejecutivo. La Presidencia y el Ministerio de Hacienda han estado emitiendo algunas directrices que aunque para algunos parecen cosméticas, en gasto todo cuenta. La señora Ministra de Hacienda acudió al llamado de los diputados la semana anterior y se comprometió entre otras cosas, con presentar en 2019 un presupuesto igual al de 2018 en términos nominales, lo cual en términos reales es una disminución. Esta es una gran señal, porque si recordamos hace cuatro años el presupuesto aprobado presentó casi un 20% de crecimiento. Inadmisible para un país que ya daba muestras reales del problema fiscal.

También presentó una serie de compromisos de los cuales ella como Ministra es garante. Entre ellos, mencionó que el incremento salarial para los funcionarios públicos, será un monto fijo evitando el crecimiento exponencial de la masa salarial y con ello, proteger los salarios más bajos. Mantener un monto fijo de anualidades, la no variación del valor de los puntos al incentivo de carrera que reciben los empleados públicos. El establecimiento de una nueva escala para reducir el pago de incentivo por dedicación exclusiva a todos los nuevos funcionarios. Reducir el presupuesto para pago de horas extras, publicidad, gastos de viajes y viáticos al exterior, gasto en actividades protocolarias y sociales. Y la inclusión a partir de 2019, de ¢60 mil millones por año de superávit libre para amortizar la deuda.

Estas señales y voluntades ciertamente no son suficientes pero es claro que van en la dirección correcta. También es importante incluir el tema de las compras públicas y la señora Ministra como rectora que es en el tema, es de esperar que acoja las recomendaciones de la OECD, y no solo para el Gobierno central del cual se refirió en su audiencia en el sentido de que todo será digital, sino para todo el sector público. Esa desconcentración y exceso de discrecionalidad de algunos funcionarios para disponer de fondos públicos es nocivo y constituye un foco potencial de corrupción, pero además es altamente ineficiente y poco transparente, y de ello ha informado la Contraloría General de la República en casos como la CCSS por ejemplo, donde el modelo actual es poco transparente y además, no es eficiente en la medida en que no se aprovechan las economías de escala y se pagan sobreprecios en compras de emergencias.

Hay que ordenar la casa antes de pedir que se paguen más impuestos, y hasta ahora, con un mes de haber iniciado esta nueva administración, se han enviado señales positivas en esa dirección. Pues no hacerlo puede comprometer la estabilidad económica, el crecimiento y el desarrollo en el mediano y largo plazo.

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