Logo La República

Domingo, 24 de noviembre de 2024



INVERSIONISTA


Busque lo más seguro: tarjeta con chip

Carolina Acuña cacuna@larepublica.net | Lunes 10 junio, 2013




Bandas internacionales de fraude se mueven a países como Costa Rica que aún usan banda magnética

Busque lo más seguro: tarjeta con chip

Bancos locales ya empezaron a sustituir los plásticos viejos

Para evitar problemas al usar su tarjeta fuera del país, o ser víctima de clonación, use una tarjeta con chip.
Las entidades financieras nacionales ya están otorgando a sus clientes tarjetas con esa tecnología, ya que son más seguras que las que usan banda magnética. Con un chip, su tarjeta de crédito o débito no puede ser duplicada, y en los países donde se usan se ha reducido el fraude de un promedio del 14% a menos del 1%.

En Costa Rica, Citi fue la primera entidad en dar a sus clientes este dispositivo seguro, seguida por Credomatic. Ambos emisores empezaron a distribuirlas entre sus clientes premium desde abril y poco a poco sustituirán todos los plásticos viejos por nuevos.
“Además modificamos nuestros puntos de venta para que puedan leer este tipo de tarjetas”, dijo José Ignacio Cordero, gerente general de Credomatic.
Una de las razones de los bancos para asumir el costo del cambio de tarjeta (su precio es hasta cuatro veces más alto) y las modificaciones a los puntos de venta y los cajeros automáticos, es que en la mayoría de los casos el reembolso del fraude lo asumen las entidades financieras y en 2012 la factura mundial por crímenes como robo de tarjeta o clonación ascendió a $7 mil millones.
Otra razón es el servicio al cliente. Los bancos quieren evitar hacerles pasar el mal momento a sus clientes de sentir que sus cuentas fueron vaciadas o tienen una deuda millonaria por algo que no han comprado y tardarán semanas en ver normal su estado de cuenta.
Finalmente, pueden agregar otros servicios. Dado que el chip es un microcircuito con capacidad para almacenar mucha información, puede tener su tarjeta de crédito o debito en el mismo plástico, incluir contraseñas que usted deba digitar a la hora de la compra, administrar su plan de fidelidad (millas, cashback, puntos) y hasta puede añadir un certificado de firma digital para que usted firme transacciones financieras sin necesidad de desplazarse a una sucursal bancaria.

Lenta migración

Pero el proceso de adopción de estas tarjetas en el país ha sido lento. Además de Citi y Credomatic, los otros bancos emisores aún no ofrecen este tipo de tecnología. Lafise asegura que en la segunda mitad del año estarán listos, mientras el resto de los consultados lo hará en algún momento de 2014.
Pero ya algunos costarricenses han tenido problemas al no tener chip. En muchos países, sobre todo de Europa, el uso de la tecnología chip es tan extensivo que en algunos locales no saben cómo usar la banda magnética, el lector tiene desperfectos por falta de uso o el comerciante externa que no quiere recibir el pago así por miedo a ser facilitador del fraude.
Localmente la clonación de tarjetas, sobre todo las de mayor crédito (negras, platino o doradas) mantiene en constante alerta a las autoridades.
“Como consejo, pásese al banco que primero le ofrezca el chip como opción. Eso haría que las demás entidades financieras traten de despertarse y dar el servicio”, dijo Osvaldo Henderson, fiscal adjunto de Fraudes.
Además, dado que en países como Venezuela el 70% de las tarjetas tiene chip y en otros como Colombia la Superintendencia Financiera fijó como plazo máximo el primero de octubre de este año para que el 100% de las tarjetas emitidas en el país operen con esta tecnología, las bandas internacionales dedicadas al fraude se han venido a Costa Rica para cometer crímenes.
Henderson asegura que desde 2007 han venido cada vez más bandas dedicadas al fraude al ver que la tecnología nacional es obsoleta y fácil de violentar.
Sudafricanos, búlgaros, colombianos, venezolanos, rumanos, mexicanos y hasta una banda de cubanos residentes son parte de las nacionalidades que han venido a robar millones aprovechando el uso masivo de las bandas magnéticas.
“Si usted vive en un edificio de tres pisos y fumigan el primero y el segundo, ¿adónde se van todas las alimañas? Eso es una analogía que sirve para explicar lo que está pasando aquí”, añade Henderson.
Por el momento, si usted aún tiene tarjeta de banda magnética, es bueno que sea precavido con ella. Tenga en cuenta que para clonar su tarjeta, el falsificador solo necesita tenerla unos segundos, y pasarla por un aparato que cuesta unos $250 y cabe en la palma de su mano.

Carolina Acuña
cacuna@larepublica.net







© 2024 Republica Media Group todos los derechos reservados.