Café a la UNA
Ernesto Villalobos evillalobos@larepublica.net | Lunes 17 octubre, 2011
Finca experimental abastecerá consumo interno
Café a la UNA
Estrategia generará ahorro cercano a $36 mil anuales
A partir de 2012 todo el café que se consuma en la operación habitual de la Universidad Nacional (UNA) dejará de significar un gasto para ese centro de estudios superiores.
En lo que será una iniciativa híbrida entre lo académico y lo comercial, lograrán sustituir gastos por ventas, mientras enseñan a los estudiantes de Ciencias Agrarias.
La iniciativa permitirá un ahorro sustancial a la entidad que se calcula en unos $3 mil mensuales.
El sobrante de la provisión del consumo institucional será puesto a la venta.
La marca Santa Lucía será la que promueva el grano producido en la finca experimental que la UNA mantiene en operación, precisamente en Santa Lucía de Barva de Heredia.
Se trata de unas cuatro hectáreas de café arábica, que por las condiciones climáticas, características de suelo y sobre todo la altura a la que se cultiva, deriva en un grano clasificado como Strictly Hard Bean; el mejor cotizado en el mundo.
“No nos interesa producir para comercializar; el proyecto va más dirigido a atender las necesidades de la Universidad, y si de paso podemos más que enseñar, aún mejor”, señaló Ellen Sancho, subdirectora de la Escuela de Ciencias Agrarias de la UNA.
El proceso que hoy se culmina con el registro de una marca de café, arrancó en 2003 como un proyecto que buscaba desarrollar una plantación de café que registrara un consumo muy bajo de insumos agroquímicos.
Cuatro años después, el objetivo había sido alcanzado y se ampliaba la extensión sembrada a dos parcelas más.
Ya en 2009, se sumó a la siembra del grano un ensayo de beneficiar el café, es decir retirar la pulpa y el tostado final.
“El agrónomo de la UNA no solo aprende a cultivar café, sino que entra en la etapa de industrialización y comercialización del producto”, confirmó Rolando Hidalgo, administrador de la Finca Santa Lucía.
Los procesos de industrialización los llevamos a cabo bajo la supervisión de expertos del Instituto del Café de Costa Rica, y eso le da un mayor valor a la enseñanza, finalizó Hidalgo.
Una tercera parte de la extensión total del cafetal es tratada como una plantación 100% libre de químicos.
Ernesto Villalobos
evillalobos@larepublica.net
Café a la UNA
Estrategia generará ahorro cercano a $36 mil anuales
En lo que será una iniciativa híbrida entre lo académico y lo comercial, lograrán sustituir gastos por ventas, mientras enseñan a los estudiantes de Ciencias Agrarias.
La iniciativa permitirá un ahorro sustancial a la entidad que se calcula en unos $3 mil mensuales.
El sobrante de la provisión del consumo institucional será puesto a la venta.
La marca Santa Lucía será la que promueva el grano producido en la finca experimental que la UNA mantiene en operación, precisamente en Santa Lucía de Barva de Heredia.
Se trata de unas cuatro hectáreas de café arábica, que por las condiciones climáticas, características de suelo y sobre todo la altura a la que se cultiva, deriva en un grano clasificado como Strictly Hard Bean; el mejor cotizado en el mundo.
“No nos interesa producir para comercializar; el proyecto va más dirigido a atender las necesidades de la Universidad, y si de paso podemos más que enseñar, aún mejor”, señaló Ellen Sancho, subdirectora de la Escuela de Ciencias Agrarias de la UNA.
El proceso que hoy se culmina con el registro de una marca de café, arrancó en 2003 como un proyecto que buscaba desarrollar una plantación de café que registrara un consumo muy bajo de insumos agroquímicos.
Cuatro años después, el objetivo había sido alcanzado y se ampliaba la extensión sembrada a dos parcelas más.
Ya en 2009, se sumó a la siembra del grano un ensayo de beneficiar el café, es decir retirar la pulpa y el tostado final.
“El agrónomo de la UNA no solo aprende a cultivar café, sino que entra en la etapa de industrialización y comercialización del producto”, confirmó Rolando Hidalgo, administrador de la Finca Santa Lucía.
Los procesos de industrialización los llevamos a cabo bajo la supervisión de expertos del Instituto del Café de Costa Rica, y eso le da un mayor valor a la enseñanza, finalizó Hidalgo.
Una tercera parte de la extensión total del cafetal es tratada como una plantación 100% libre de químicos.
Ernesto Villalobos
evillalobos@larepublica.net