Café sonríe al cierre de 2011
Ernesto Villalobos evillalobos@larepublica.net | Martes 27 diciembre, 2011
Cosecha aumentó casi un 9%
Café sonríe al cierre de 2011
Renovación de cafetales bien acogida por productores
La producción nacional de café correspondiente a la cosecha 2010-2011 presentó un incremento del 8,47%, con respecto a lo registrado en el periodo previo, al situarse en 2,1 millones de fanegas.
Con esa suma la contabilidad cafetera costarricense se ubica bastante por encima de la anterior, que cerró en 1,9 millones de fanegas.
Excepto por el clima de los últimos meses de este año, los cafetaleros valoran 2011 como un periodo de recuperación, impulsado sobre todo por el buen ánimo mostrado por los productores.
Esto último a pesar de que las últimas estimaciones de cosecha hechas por el Instituto del Café de Costa Rica (Icafé), señalaban una disminución de la producción cafetalera para el año que cierra.
Contrario a ello, las mejores prácticas de cultivo y la mejor fertilización de los cafetales permitieron incrementar la producción en la cosecha respecto al periodo anterior.
Los malos augurios señalados obedecieron principalmente a los efectos negativos causados por intensas y frecuentes lluvias durante los meses de agosto a noviembre de 2010, así como por las pérdidas causadas por la incidencia de ojo de gallo en diversas zonas cafetaleras del país.
Para la cosecha 2011-2012 se pronostica un aumento de un 0,43%, con respecto a la cosecha 2010-2011.
Ese buen presagio se da a pesar de una intensa condición de temporal ocurrida durante octubre de 2011, sobre todo por el buen manejo de las plantaciones por parte de los productores.
“A pesar de los obstáculos que hemos tenido que librar, 2011 ha sido un buen año”, expresó Ronald Peters, director ejecutivo del Icafé.
Por muchas razones, la actividad agrícola sigue siendo cara y sabemos que hay que seguir batallando para lograr que los insumos y en general los costos de producción, bajen y se mantengan así, adicionó Peters.
En ese mismo orden de cosas, la buena acogida que ha tenido la renovación de cafetales en todo el país, confirma el buen momento que pasa la actividad.
Después de varias décadas de no renovarse, las plantaciones cafeteras costarricenses se enrumban hacia la sustitución de un 30% de los cafetos.
El proceso de renovación dará como resultado un incremento sustancial de la productividad por hectárea, que bien podría rondar el 30%.
Desde la debacle del mercado cafetero mundial, a finales del siglo anterior, el grano nacional había venido decayendo en prestigio; sobre todo por la baja productividad por hectárea.
Entonces, la productividad anual promedio rondaba los 35 quintales por hectárea, hasta llegar a los 22 quintales por hectárea que reporta hoy el país.
Con el plan, ese rubro deberá regresar al menos a 30 quintales por hectárea, de producción cafetera.
La caída en los rendimientos se debió básicamente a un envejecimiento de los cafetales.
Es decir que por falta de recursos para sustituir las matas viejas por nuevas, los cafetaleros sostuvieron la producción nacional con plantaciones que rondaban y en muchos casos sobrepasaban los 30 años.
“La mayoría de quienes estamos en este negocio, tenemos los pies sobre la tierra, y estamos claros en que podemos llegar a producir hasta 2,5 millones de fanegas o quizá 3 millones”, explicó el jerarca del Icafé.
Cualquier otra proyección que se haga en términos de sobrepasar esa cifra, son meras especulaciones y dentro de la realidad nacional de disponibilidad de tierras y de recursos, agregó Peters.
Pero aunque para la gran mayoría de los miembros del sector cafetalero 2011 ha sido un buen año, quienes se dedican a tostar o torrefactar el grano lo califican distinto.
Los tostadores de café costarricense manifestaron que el periodo representó para la industria un tiempo de cambios, ante el que se concluye la necesidad de replantear la estrategia cafetalera nacional, así como la legislación e institucionalidad que la representa.
“Durante este año, como representantes de la industria tostadora del café de nuestro país, fuimos insistentes en la necesidad de elaborar un plan estratégico que redefina las líneas para la agrocadena cafetalera nacional de cara a 2020”, argumentó José Manuel Hernando, presidente de la Cámara de Tostadores de Café.
Así lo manifestamos reiteradamente ante el Icafé, el Congreso Cafetalero Nacional y el Ministerio de Agricultura y Ganadería, y consideramos que siguen importantes tareas pendientes para el próximo año”, manifestó Hernando.
Parte del optimismo que se mantiene al cierre de 2011 y de cara a 2012, se fundamenta en la expectativa de que los mercados que compran el café de Costa Rica, mantengan la estabilidad.
“Los precios se han estabilizado y esperamos que la situación en mercados como el de Estados Unidos y Europa, permitan crecer un poco más”, adelantó Peters.
Durante 2011 el café nacional recibió un sobreprecio promedio de $17, por cada saco del grano, de 46 kilos.
Ernesto Villalobos
evillalobos@larepublica.net
Café sonríe al cierre de 2011
Renovación de cafetales bien acogida por productores
Con esa suma la contabilidad cafetera costarricense se ubica bastante por encima de la anterior, que cerró en 1,9 millones de fanegas.
Excepto por el clima de los últimos meses de este año, los cafetaleros valoran 2011 como un periodo de recuperación, impulsado sobre todo por el buen ánimo mostrado por los productores.
Esto último a pesar de que las últimas estimaciones de cosecha hechas por el Instituto del Café de Costa Rica (Icafé), señalaban una disminución de la producción cafetalera para el año que cierra.
Contrario a ello, las mejores prácticas de cultivo y la mejor fertilización de los cafetales permitieron incrementar la producción en la cosecha respecto al periodo anterior.
Los malos augurios señalados obedecieron principalmente a los efectos negativos causados por intensas y frecuentes lluvias durante los meses de agosto a noviembre de 2010, así como por las pérdidas causadas por la incidencia de ojo de gallo en diversas zonas cafetaleras del país.
Para la cosecha 2011-2012 se pronostica un aumento de un 0,43%, con respecto a la cosecha 2010-2011.
Ese buen presagio se da a pesar de una intensa condición de temporal ocurrida durante octubre de 2011, sobre todo por el buen manejo de las plantaciones por parte de los productores.
“A pesar de los obstáculos que hemos tenido que librar, 2011 ha sido un buen año”, expresó Ronald Peters, director ejecutivo del Icafé.
Por muchas razones, la actividad agrícola sigue siendo cara y sabemos que hay que seguir batallando para lograr que los insumos y en general los costos de producción, bajen y se mantengan así, adicionó Peters.
En ese mismo orden de cosas, la buena acogida que ha tenido la renovación de cafetales en todo el país, confirma el buen momento que pasa la actividad.
Después de varias décadas de no renovarse, las plantaciones cafeteras costarricenses se enrumban hacia la sustitución de un 30% de los cafetos.
El proceso de renovación dará como resultado un incremento sustancial de la productividad por hectárea, que bien podría rondar el 30%.
Desde la debacle del mercado cafetero mundial, a finales del siglo anterior, el grano nacional había venido decayendo en prestigio; sobre todo por la baja productividad por hectárea.
Entonces, la productividad anual promedio rondaba los 35 quintales por hectárea, hasta llegar a los 22 quintales por hectárea que reporta hoy el país.
Con el plan, ese rubro deberá regresar al menos a 30 quintales por hectárea, de producción cafetera.
La caída en los rendimientos se debió básicamente a un envejecimiento de los cafetales.
Es decir que por falta de recursos para sustituir las matas viejas por nuevas, los cafetaleros sostuvieron la producción nacional con plantaciones que rondaban y en muchos casos sobrepasaban los 30 años.
“La mayoría de quienes estamos en este negocio, tenemos los pies sobre la tierra, y estamos claros en que podemos llegar a producir hasta 2,5 millones de fanegas o quizá 3 millones”, explicó el jerarca del Icafé.
Cualquier otra proyección que se haga en términos de sobrepasar esa cifra, son meras especulaciones y dentro de la realidad nacional de disponibilidad de tierras y de recursos, agregó Peters.
Pero aunque para la gran mayoría de los miembros del sector cafetalero 2011 ha sido un buen año, quienes se dedican a tostar o torrefactar el grano lo califican distinto.
Los tostadores de café costarricense manifestaron que el periodo representó para la industria un tiempo de cambios, ante el que se concluye la necesidad de replantear la estrategia cafetalera nacional, así como la legislación e institucionalidad que la representa.
“Durante este año, como representantes de la industria tostadora del café de nuestro país, fuimos insistentes en la necesidad de elaborar un plan estratégico que redefina las líneas para la agrocadena cafetalera nacional de cara a 2020”, argumentó José Manuel Hernando, presidente de la Cámara de Tostadores de Café.
Así lo manifestamos reiteradamente ante el Icafé, el Congreso Cafetalero Nacional y el Ministerio de Agricultura y Ganadería, y consideramos que siguen importantes tareas pendientes para el próximo año”, manifestó Hernando.
Parte del optimismo que se mantiene al cierre de 2011 y de cara a 2012, se fundamenta en la expectativa de que los mercados que compran el café de Costa Rica, mantengan la estabilidad.
“Los precios se han estabilizado y esperamos que la situación en mercados como el de Estados Unidos y Europa, permitan crecer un poco más”, adelantó Peters.
Durante 2011 el café nacional recibió un sobreprecio promedio de $17, por cada saco del grano, de 46 kilos.
Ernesto Villalobos
evillalobos@larepublica.net