Cambio Climático y Efectos en los Estados Financieros
Emilio Rodríguez emilio.rodríguez@cr.gt.com | Martes 07 febrero, 2023
Emilio Rodríguez
Socio de Auditoría
Grant Thornton
Hemos visto imágenes de devastadoras inundaciones, incendios voraces en diversos lugares del globo, huracanes cada vez más frecuentes y potentes que dejan destrucción a su paso y con ello importantes pérdidas humanas y materiales. Los efectos de los embates del clima son diversos y no afectan a todos por igual, por ejemplo una "helada” en Brasil afecta a los productores locales pero genera cambios en el precio internacional del café beneficiando a los demás productores, otros ejemplos son las inundaciones que provocan enormes pérdidas en productos agrícolas, ganado e infraestructura.
Ante esta realidad, ¿hemos pensado cómo afecta el cambio climático en los estados financieros de las empresas?, ¿es necesario realizar revelaciones adicionales a las requeridas en las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF)? La respuesta sin duda es que los efectos climáticos impactan a los negocios; algunas industrias más que otras pero su afectación en general es para todos. Resulta claro que los flujos de efectivo, la posición y resultados financieros de los negocios son afectados por los efectos del cambio climático.
En este contexto las NIIF no se refieren de manera explícita a asuntos relacionados con el cambio climático, sin embargo sí existen requerimientos y guías relacionadas con los efectos del cambio climático, tal como lo explica Nick Anderson, miembro de la Junta de Normas Internacionales de Contabilidad (IASB por sus siglas en inglés) en un artículo llamado “Normas NIIF y revelaciones relacionadas con el cambio climático”.
Es relevante para las Compañías considerar los asuntos relacionados con el cambio climático cuando el efecto de estos asuntos son materiales para los estados financieros tomados como un todo. La información es material si su omisión, error o falta de claridad podría influenciar las decisiones que los usuarios principales de los estados financieros habrían tomado basados en la información financiera. Algunos ejemplos sobre asuntos sensibles se refieren a:
• las premisas que realizan las compañías con relación a los estimados contables, como flujos futuros de efectivo cuando se prueba que un activo no tiene deterioro o el mejor estimado para poder pagar una deuda en el futuro.
• El análisis de la capacidad de continuar como un negocio en marcha podría verse influenciado por los efectos futuros del cambio climático sobre la operación de la compañía.
• Los inventarios podrían volverse obsoletos o sus precios de venta podrían caer o los costos de producción incrementarse y como resultado el costo de inventario podría no ser recuperable y por lo tanto requerir un estimado contable para que los inventarios muestren el valor al que se esperan realizar.
• Los impuestos sobre la renta diferidos podrían no ser recuperados.
• Los activos fijos actuales podrían requerir adaptaciones o cambios significativos para que las compañías puedan adaptarse a nuevos requerimientos o necesidades o sus vidas útiles estimadas sufrir variaciones importantes.
• Las Compañías podrían tener que invertir en nuevas cargas impositivas relacionadas con el cambio climático o regulaciones para remediar algún daño ambiental causado.
• Los seguros podrían tener variaciones importantes por la frecuencia y magnitud de diversos eventos.
Adicionalmente, otros órganos rectores de la profesión, están trabajando paralelamente con relación a cómo reportar los efectos del cambio climático. Para Reino Unido e Irlanda existe el Concejo de Reportes Financieros (FRC por sus siglas en inglés) quienes han estado emitiendo guías sobre la manera de reportar los efectos del cambio climático en los estados financieros, basado en dos vertientes:
a) el impacto de la operación de la entidad con el cambio climático (como la inversión en tecnología para reducir el uso de combustibles) y
b) el impacto que el cambio climático tiene sobre la entidad.
De igual manera en la Unión Europea una nueva legislación (Corporate Sustainability Reporting Directive) establece que para el 2025 las grandes empresas deberán emitir de manera obligatoria un informe de sostenibilidad, en cual se incluirán dentro de otros asuntos temas relacionados con el ambiente.
Queda claro entonces que la normativa contable nos exige revelar información adicional con relación a los efectos del cambio climático, por lo cual es aconsejable que las compañías las analicen e incorporen en sus estados financieros.