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Campaña irreal

Bernal Rodríguez brodriguez@larepublica.net | Miércoles 12 diciembre, 2012




ANALISIS
El próximo gobierno heredaría una deuda más grande aún

Campaña irreal

Candidatos aún no hablan del principal reto económico

En 18 meses, cuando el nuevo presidente asuma su cargo, el país arrastrará una deuda equivalente a poco más del 50% del valor de la producción nacional, dado que desde 2009 el Estado viene acumulando años en que los gastos superan los ingresos.

Cualquiera de los candidatos en esta campaña política debe contar con un plan realista para manejar las finanzas públicas, cuyo estado no permite seguir pateando la bola, como popularmente se conoce, a lo que han hecho otras administraciones con el tema.
Sin embargo, ninguno todavía ha dicho cómo enfrentaría, las deterioradas finanzas públicas.
En términos generales, la única manera de hacer algo para detener el endeudamiento es con cambios tanto en el gasto como en el ingreso que generan los impuestos.
Una iniciativa que solo se inclinara en cualquiera de las dos vías, poco contribuiría a que el problema se solucione.
Existe una tercera posibilidad, la de un fuerte repunte económico, el cual llenaría las arcas del gobierno por sí solo al generar una recaudación impositiva mayor.
Sin embargo, es un escenario poco probable, dados los problemas que enfrentan nuestros principales mercados, Estados Unidos y la Unión Europea.
Por su parte, el gobierno lleva a cabo acciones que inciden en la recaudación, y a la vez ha intentado frenar el gasto público; sin embargo las medidas no son suficientes para dar un giro a la situación.
Para este año, la deuda pública representará aproximadamente un 47% del valor de la producción nacional, mientras no se observe en el horizonte un punto de retorno para el crecimiento de la deuda, que provoca subidas en las tasas de interés, lo cual a su vez incide en que exista menor capacidad de producción y por ende empleo.
Actualmente, la deuda del gobierno está creciendo en alrededor de $2 mil millones al año, lo cual implica que de aquí a la toma de posesión de la siguiente administración, el sector público adeude unos $3 mil millones adicionales.
En caso de que se opte por no crecer en cuanto a deuda se refiere, los recortes en gasto por lo general se realizan en los programas sociales, esto significa que quienes más necesitan  la ayuda estatal dejan de contar con ella.
Otro efecto de un endeudamiento elevado tiene que ver con la infraestructura pública, la cual ya de por sí, se encuentra con un rezago importante, pero es de los aspectos que se dejarían de lado.
De momento el tamaño de la deuda costarricense ni siquiera se asemeja a la de países como Grecia o España, pero de no realizar las reformas necesarias, la deuda solo se convertirá en una bola de nieve que lo único que hace con el pasar de los años es aumentar de tamaño.
De momento y en tiempos de campaña, es poco popular y aleja los votos hablar de crear más impuestos o recortar gasto.
Si los aspirantes a la presidencia en realidad pretenden detener el endeudamiento del gobierno, es necesario que se planteen ambos temas desde la campaña.

 

Bernal Rodríguez
brodriguez@larepublica.net







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