Canciller: “Tratamos de erradicar los nombramientos afuera como botín político”
Jeffry Garza jeffrygarza.asesor@larepublica.net | Martes 10 abril, 2018 02:31 p. m.
Los puestos en las embajadas y el Servicio Exterior han sido históricamente cuestionados, al punto de verse como favores políticos de cada administración, por el hecho de que en ellos se nombran muchas personas que no son diplomáticos de carrera.
La administración de Manuel González como canciller de la República no ha sido la excepción, dado que la diputada liberacionista Sandra Piszk lo cuestionó por nombramientos diplomáticos en embajadas que se extenderán más allá del 8 de mayo, cuando finalice este gobierno.
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Otros legisladores como Mario Redondo, de Alianza Democrática Cristiana, y Karla Prendas, de Liberación Nacional, también han arremetido contra la labor de González.
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Sin embargo, el Canciller saliente defiende la forma en la que durante su administración se ha reorientado la asignación de esos puestos, desde los agregados hasta los embajadores que mantiene Costa Rica en el exterior.
González sostiene que los puestos en embajadas y consulados no deberían limitarse a diplomáticos de carrera, pero que durante su administración se hizo un esfuerzo por dar prioridad a estos aspirantes.
“Con excepción de algunos que ascendieron hace unos pocos meses a ser embajadores de carrera, a todos los que cumplían con esta condición anteriormente les ofrecimos ocupar esos cargos”, explicó González. “No podemos llegar a un modelo en el que un 100% sean embajadores de carrera”, agregó.
El Presidente y el Canciller deberían tener personas de confianza en países estratégicos para manejar su política exterior, en criterio de González. Sobre estas figuras recae constitucionalmente la diplomacia.
“Por ejemplo, en materia multilateral, el Presidente debería ser capaz de transmitir sus pensamientos de política exterior ante organismos como la ONU a través del representante diplomático, sin embargo, con los embajadores de carrera no hay tal flexibilidad porque no se pueden despedir”, argumentó González.
Bajo la batuta del actual Canciller también se dio oportunidad a las personas fuera de la carrera diplomática a través de concursos públicos, un procedimiento que no es común en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.
En total se realizaron 20 concursos públicos para servicio en el exterior de puestos adjudicados por inopia.
“La ley no nos exige hacer concursos públicos, pero lo hicimos por transparencia”, aseguró González.
El Canciller aseguró que los cargos adjudicados se hicieron independientes de la afiliación política de los aspirantes.
“El Ejecutivo debe tener la transparencia de nombrar a las personas en los puestos de acuerdo a su idoneidad. Y esta idoneidad no se garantiza con siete doctorados, pero tampoco se puede dar a alguien sin título universitario”, agregó.
Su idea además es que los nombramientos en el exterior dejen de verse como un botín político y eliminar la práctica de que los embajadores y cónsules permanezcan por más de cuatro años en un cargo afuera.
“Invito a la próxima administración a hacer un concurso público de nuevo”, finalizó González, quien aseveró que no seguirá en la diplomacia luego de dejar el cargo.