Caos cambiario en Venezuela complica a embotelladora de Coca-Cola
Luis Fernando Cascante lcascante@larepublica.net | Lunes 27 julio, 2015 12:00 a. m.
Caos cambiario en Venezuela complica a embotelladora de Coca-Cola
El agravamiento de la crisis económica de Venezuela le está costando caro a la embotelladora mexicana Coca-Cola Femsa SAB.
La compañía redujo un 95% el valor de sus ingresos procedentes de Venezuela, conforme la moneda del país se desploma y crece la inflación. La situación convirtió un incremento de las ganancias en el segundo trimestre en una declinación.
El caos venezolano afecta cada vez más a la mayor embotelladora de Coca-Cola del mundo. En los últimos seis meses, el desempeño de sus $3 mil millones de bonos estuvo por debajo de la mayor parte de la deuda de grado de inversión de México.
Venezuela tiene “una economía con hiperinflación y tres paridades cambiarias diferentes”, dijo Édgar Ruiz, analista de Informa Global Markets.
“Según qué paridad cambiaria se elija, el precio al que se vende puede variar demasiado en poco tiempo”, afirmó.
Hace un año, Coca-Cola Femsa convertía su efectivo a dólares a una paridad de 10,6 bolívares por dólar. Ahora ha adoptado la llamada paridad Sinadi, que al cierre del segundo trimestre era de 196,3 bolívares por dólar. Se trata de una devaluación de 95%.
El cambio de la moneda significó que el precio promedio que cobraba Coca-Cola Femsa por una caja de 24 bebidas de 24 onzas se redujo 86%, al equivalente de 18,75 pesos mexicanos ($1,15) en el segundo trimestre, mientras que era de 130,5 pesos en igual período del año pasado.
La compañía, que tiene sede en Ciudad de México, cobró un promedio de 42,96 pesos en otros lugares.
Venezuela, que enfrenta una escasez de moneda dura en momentos en que caen los precios del petróleo, representa ahora el 3% de las ventas de Coca-Cola Femsa, en comparación con el 21% en el segundo trimestre de 2014.
“Lo que hace la mayor parte del mercado es anular Venezuela y analizar las cifras sin tener ese país en cuenta”, dijo José Antonio Cebeira, un analista de Actinver.
Bloomberg