Carabaguíaz: “Si ofrezco algo, soy capaz de ejecutarlo”
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Lunes 12 enero, 2015
Posiblemente quienes usen diariamente los trenes que circulan para ir hacia la casa o el trabajo, no terminan de celebrar la entrada en operación de los ferrocarriles, pues estos les permiten saltarse las presas y viajar rápido y seguro hacia sus destinos.
Hace dos gobiernos, los ferrocarriles se llenaban de moho y se oxidaban rápidamente. Fue entonces cuando Miguel Carabaguíaz fue colocado al frente del Incofer, con la titánica tarea de poner en funcionamiento otra vez esos pesados armatostes.
Con poco presupuesto, pero con mucha voluntad política, planificación y entusiasmo, Carabaguíaz logró su cometido y por consiguiente, el reconocimiento general de buen funcionario público.
Hoy día, tras dejar su cargo, el empresario se dedica a lo propio, sin embargo, no abandona su deseo de seguir en política.
Es por eso, que se ha unido al Partido Republicano Socialcristiano que encabeza el expresidente Rafael Ángel Calderón.
¿Qué lo motiva a volver a la política, pero ahora de la mano del Partido Republicano Socialcristiano?
Al terminar mi gestión como funcionario público, analicé cuál sería la mejor opción para incorporarme a la vida política y por eso escogí este nuevo partido.
¿Por qué no en el PUSC, donde usted ha desarrollado su carrera política?
Es cierto que tengo muchos amigos en ese partido, pero también me unen muchas cosas en común con las personas que decidieron generar una nueva alternativa política.
Por otra parte, es más fácil aportar al iniciar un nuevo proceso, que construir sobre lo que ya está cimentado, sobre todo, cuando uno visualiza que hay menos posibilidades de transformación.
¿Cree usted que el listón en materia de ferrocarriles quedó muy en alto tras su gestión?
En cada participación política uno busca dar su mejor aporte.
La gente lo puede ver, entender y reconocer, sin embargo, de lo que se trata no es de dejar el listón en alto por motivos personales, sino más bien, cumplir con un compromiso con el país y el bien público.
¿Considera que su gestión es un trampolín para una eventual candidatura presidencial para 2018?
Lo que he aprendido en la función pública me permite tener un conocimiento más amplio para aportarle a este movimiento político.
En ese sentido, lo primero es construir este partido y que se convierta en una verdadera alternativa para los ciudadanos de Costa Rica, promoviendo un verdadero cambio. En este país hay que cambiar y demostrarles a los costarricenses que si ofrezco algo, soy capaz de ejecutarlo.
Una vez que tengamos un partido político formado y que pueda llevar un mensaje a la ciudadanía, podemos pasar a la siguiente etapa, que son las aspiraciones que uno pueda tener y ser parte de ese proceso. Primero debemos llegar al río para cruzar el puente.
¿Niega tener interés político?
Si alguien está en política y considera que tiene la capacidad y que tiene el deseo y el compromiso, debe ponerlo al servicio del país.
Esto quiere decir que no estoy descartando el poder ser parte de una propuesta para la ciudadanía más adelante.
Indica usted que: “En este país, hay que cambiar y demostrarle a los costarricenses que si ofrezco algo, soy capaz de ejecutarlo”. ¿Demostró usted esa capacidad como funcionario público?
Creo que me comprometí con cosas y las cumplimos. El político debe conocer y entender las necesidades y las alternativas de las propuestas para llevarlas a cabo.
Cuando fui viceministro de Economía así lo hice y en mi paso por el Incofer también lo hicimos.
Cuando llegué a este último cargo, el tren estaba cerrado y sin presupuesto y hoy, dejamos operando líneas en San José, Heredia y Cartago y pronto estará lista la conexión con Alajuela, facilitándoles la calidad de vida a miles de personas.
Esto lo logramos gracias a una visión, a un proceso que se planificó.
¿A qué atribuye que los planes en el país no se concreten?
Son muchos factores, sin embargo, uno de los más importantes es el hecho de que muchos funcionarios públicos son temerosos de tomar decisiones, por el miedo a que posteriormente los señalen aunque las críticas no estén sustentadas.
Esto se ha traducido que en que personas preparadas para asumir cargos públicos, prefieran no participar en la vida pública.
Sin embargo, considero que si uno se mete en esto, tiene que echar para adelante y tener la claridad de a dónde quiere llegar.
Otros aspectos que evitan la toma de decisiones, es la búsqueda en algunos casos de intereses personales por parte de los políticos, una excesiva tramitología y por supuesto, una falta de visión para planificar a mediano y largo plazo.
¿Quién le invitó a participar en el partido Republicano Socialcristiano?
Varias personas me hicieron la invitación, entre ellos, mi hermano Jorge y Marvin Herrera, exministro de Educación.
También tuve la oportunidad de conversar con el señor Rafael Ángel Calderón, pues nuestras familias están unidas por la política desde mi bisabuelo.
En lo personal, también fui dirigente de la juventud en una de sus campañas y serví como diplomático en Bélgica durante su gobierno.
¿Es Rafael Ángel el padrino político y principal figura del partido?
El tiene un liderazgo político que no podemos desconocer, sin embargo, su idea es ayudar a construir este esfuerzo, sin aspirar a ningún puesto público. Ese es su compromiso.
¿Afecta en algo la participación de él por el caso Caja Fischel?
Siempre va a ver pros y contras de su participación. Sin embargo, mi objetivo está al margen de todo ese tema, mi idea es ayudar a construir un partido de centro, que represente una verdadera opción de cambio para los costarricenses.