Carlos Alvarado erró al proponer gobierno de unidad
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Viernes 13 abril, 2018
Las intenciones fueron buenas, pero el camino escogido no y por ello, los partidos de oposición hicieron fracasar a Carlos Alvarado en su propuesta de instaurar un gobierno de unidad nacional.
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Ante este panorama, el presidente electo quedó obligado a negociar cada tema de forma separada con sus rivales políticos.
Alvarado no debió proponer un gabinete compartido a las agrupaciones de oposición, ya que el resultado era previsible, sino hacer la invitación a figuras de otras agrupaciones que le dieron su respaldo para la segunda ronda como por ejemplo los exministros María Luisa Ávila y Leonardo Garnier, según varios analistas consultados por LA REPÚBLICA.
De esta forma, se hubiera lanzado una imagen de unidad nacional, sin comprometer a los partidos de oposición de forma tan explícita.
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“Es importante y positivo plantear un gobierno de unidad nacional desde el arranque; sin embargo, el mandatario debió estimar que no podía comprometer a los partidos que vienen al Congreso, ya que cada uno tiene su propia agenda. Él se equivoca, porque el apoyo que recibió para la segunda ronda no se lo dieron otros partidos, sino personas de esos partidos y ahí es donde él debió hacer la invitación, a personas específicas”, dijo Vladimir de la Cruz, analista político y columnista de LA REPÚBLICA.
En ese sentido, el asesoramiento político para el mandatario fue erróneo, agregó De la Cruz.
Ante la incapacidad de tener un gabinete de cogobierno, Carlos debería mantener su idea central y conformar un equipo de trabajo que simule diversidad partidaria y así mitigar el impacto de su error político.
La idea del mandatario electo era hacer entender a sus rivales políticos, que es necesario trabajar unidos por una agenda común de proyectos, pero las agrupaciones opositoras decidieron separarse, incluido el aliado natural del PAC, que es el Frente Amplio.
“Algunos partidos creen que se trataba de una carnada envenenada, mientras que otros, por cálculos políticos o contradicciones internas, prefirieron hacerse a un lado. Pienso eso sí, que su éxito se definirá cuando anuncie la integración del gabinete. Allí, tendrá que trabajar con lo que tenga”, dijo Francisco Barahona, analista político independiente.
Para el mandatario electo, era de vital importancia propiciar un acuerdo legislativo duradero, ya que su bancada es de apenas diez diputados.
Esto significa que Carlos no podrá aprobar ningún proyecto si no se une con otros partidos, ya que la mayoría de las iniciativas se validan con 29 votos.
A tres semanas para el cambio de gobierno, está claro que ninguna de las agrupaciones con futura representación legislativa quiso comprometerse con una agenda de proyectos conjunta y de paso, prestar sus figuras para el nuevo gabinete.
La única excepción fue el PUSC, que aceptó parcialmente el llamado hecho por su excandidato Rodolfo Piza, aunque queda como una incógnita aún, si las ideas políticas del rojiazul se traducirán en compromisos firmes en un gobierno del PAC.
De hecho, los rojiazules ya mostraron ciertas fisuras, pues Erwen Masís, jefe de fracción entrante, negó que el partido haya dado un cheque en blanco al nuevo gobierno, mientras que minimizó la negociación de Piza con Alvarado para la segunda ronda y aseveró que “el presidente electo tendrá que negociar uno a uno los temas con la fracción electa”.
Mientras tanto, Liberación Nacional que tendrá 17 diputados y Restauración Nacional (14 legisladores), indicaron que están dispuestos a colaborar, pero resaltan que los electores les dieron un mandato claro de oposición y control político y por tanto, no estarían dispuestos a renunciar a esas labores.
En el caso del Frente Amplio, no quiere participar del cogobierno para no caer en contradicciones ideológicas.
“No veo al Frente Amplio siendo parte del gobierno en algún ministerio, sinceramente. Podemos llegar a un acuerdo político, pero eso no implica que dejaremos nuestras banderas de oposición. Específicamente con el PAC, tenemos un terreno amplio de desacuerdos y así lo hemos hecho saber al mandatario electo”, dijo Patricia Mora, presidenta de ese partido.