Carretera a Caldera abre el miércoles
Danny Canales dannycanales.asesor@larepublica.net | Viernes 22 enero, 2010
Nueva carretera permitirá llegar al Pacífico en una hora
Vía a Caldera se estrena el miércoles
• Recorrer toda la ruta costará ¢1.950 por sentido, pero ahorraría unos cuatro litros de combustible
La espera por más de tres décadas que tienen los costarricenses para transitar la nueva carretera hacia Caldera terminará el miércoles.
A partir del mediodía quedarán abiertos al público los 79 kilómetros del nuevo camino que unirá la Sabana, al costado sureste del Gimnasio Nacional, con la comunidad porteña.
El trayecto que falta por habilitar es el que va de Ciudad Colón hacia Orotina.
En un recorrido realizado por un equipo de LA REPÚBLICA ayer por este nuevo tramo, se corroboró que lo que está pendiente son apenas detalles.
Por ejemplo, aún se trabaja en la ampliación del puente sobre el río Agres, a la altura de Multiplaza Escazú. Se espera que ese proyecto quede listo el lunes, dijo Cristian Sandoval, gerente general de Autopistas del Sol, empresa a cargo del proyecto.
Por su parte, falta chorrear unos 400 metros de asfalto a la altura de Dantas, labor que se ha postergado debido a unos trabajos de compactación de un cerro que se falseó por los trabajos realizados en la zona y que afectaron incluso la línea del tren.
Esa obra podría quedar concluida hoy mismo, así como la demarcación de algunos tramos que ayer estaban pendientes, dijo Sandoval. Una vez que se terminen los dos tramos pendientes se emprenderán las labores de limpieza de la carretera, para que quede reluciente para el miércoles.
La principal ventaja que tendrán quienes utilicen esta ruta es el ahorro en el tiempo de recorrido.
Tomando en cuenta que el diseño de la vía se elaboró para transitarla a una velocidad de 80 y 100 kilómetros por hora, el tiempo de recorrido entre la capital y el Pacífico sería de una hora.
Actualmente viajar de San José a Caldera por el Monte del Aguacate demanda más de dos horas.
El ahorro del tiempo irá de la mano con el menor consumo de combustible; estudios preliminares estiman que un vehículo liviano ahorraría entre cuatro y seis litros de combustibles.
Ese ahorro sería superior a los ¢1.950 que se tendrán que pagar en los cuatro peajes que se instalarán a lo largo del trayecto.
El único lunar del nuevo camino es que se diseñó a un carril por sentido, por lo que se teme que las presas lleguen en un corto plazo. Sobre todo porque se espera que la vía sea muy frecuentada por vehículos pesados.
Ese punto, sin embargo, es rebatido en Autopistas del Sol, donde aseguran que debido a que el diseño casi no tiene pendientes los autos pesados podrán recorrerlo a velocidades de entre 70 y 80 kilómetros por hora; además defienden que hay varios tramos con carriles de ascenso.
La inauguración de la carretera a Caldera romperá con la frustración que ha enfrentado el país con el modelo de concesión de obra pública.
A pesar de que ese modelo se aprobó a inicios de la década de 1990 como la salvación del país para mejorar su infraestructura debido a la escasez de recursos que se tenían, hasta ahora no se había construido una sola obra.
La concesión es una figura que le permite a la empresa privada financiar, construir, operar y dar mantenimiento a un proyecto de infraestructura pública. Para recuperar la inversión y sacar ganancia cobrará un peaje a los usuarios.
Danny Canales
dcanales@larepublica.net
Vía a Caldera se estrena el miércoles
• Recorrer toda la ruta costará ¢1.950 por sentido, pero ahorraría unos cuatro litros de combustible
La espera por más de tres décadas que tienen los costarricenses para transitar la nueva carretera hacia Caldera terminará el miércoles.
A partir del mediodía quedarán abiertos al público los 79 kilómetros del nuevo camino que unirá la Sabana, al costado sureste del Gimnasio Nacional, con la comunidad porteña.
El trayecto que falta por habilitar es el que va de Ciudad Colón hacia Orotina.
En un recorrido realizado por un equipo de LA REPÚBLICA ayer por este nuevo tramo, se corroboró que lo que está pendiente son apenas detalles.
Por ejemplo, aún se trabaja en la ampliación del puente sobre el río Agres, a la altura de Multiplaza Escazú. Se espera que ese proyecto quede listo el lunes, dijo Cristian Sandoval, gerente general de Autopistas del Sol, empresa a cargo del proyecto.
Por su parte, falta chorrear unos 400 metros de asfalto a la altura de Dantas, labor que se ha postergado debido a unos trabajos de compactación de un cerro que se falseó por los trabajos realizados en la zona y que afectaron incluso la línea del tren.
Esa obra podría quedar concluida hoy mismo, así como la demarcación de algunos tramos que ayer estaban pendientes, dijo Sandoval. Una vez que se terminen los dos tramos pendientes se emprenderán las labores de limpieza de la carretera, para que quede reluciente para el miércoles.
La principal ventaja que tendrán quienes utilicen esta ruta es el ahorro en el tiempo de recorrido.
Tomando en cuenta que el diseño de la vía se elaboró para transitarla a una velocidad de 80 y 100 kilómetros por hora, el tiempo de recorrido entre la capital y el Pacífico sería de una hora.
Actualmente viajar de San José a Caldera por el Monte del Aguacate demanda más de dos horas.
El ahorro del tiempo irá de la mano con el menor consumo de combustible; estudios preliminares estiman que un vehículo liviano ahorraría entre cuatro y seis litros de combustibles.
Ese ahorro sería superior a los ¢1.950 que se tendrán que pagar en los cuatro peajes que se instalarán a lo largo del trayecto.
El único lunar del nuevo camino es que se diseñó a un carril por sentido, por lo que se teme que las presas lleguen en un corto plazo. Sobre todo porque se espera que la vía sea muy frecuentada por vehículos pesados.
Ese punto, sin embargo, es rebatido en Autopistas del Sol, donde aseguran que debido a que el diseño casi no tiene pendientes los autos pesados podrán recorrerlo a velocidades de entre 70 y 80 kilómetros por hora; además defienden que hay varios tramos con carriles de ascenso.
La inauguración de la carretera a Caldera romperá con la frustración que ha enfrentado el país con el modelo de concesión de obra pública.
A pesar de que ese modelo se aprobó a inicios de la década de 1990 como la salvación del país para mejorar su infraestructura debido a la escasez de recursos que se tenían, hasta ahora no se había construido una sola obra.
La concesión es una figura que le permite a la empresa privada financiar, construir, operar y dar mantenimiento a un proyecto de infraestructura pública. Para recuperar la inversión y sacar ganancia cobrará un peaje a los usuarios.
Danny Canales
dcanales@larepublica.net