Cartaginés añora el brillo de Marcel
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Jueves 02 noviembre, 2023
Lo siguen calificando como la estrella del equipo, su principal figura y reeditan sus cualidades, varias de ellas hoy perdidas.
Marcel Hernández, versión 2023, dista mucho de ser el goleador que deslumbró temporadas atrás no solo a los seguidores del Cartaginés, sino a quienes lo reconocimos en su momento, como un atacante fuera de serie para el mediocre entorno del campeonato nacional.
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Del futbolista que debutó con el Cartaginés, queda poco. Las lesiones lo han limitado, pero hace muchísimo rato que no se ven aquellas acciones de un mago del balón que se quitaba marcas y metía goles, como ningún otro atacante de nuestro campeonato. Potente, inteligente, construía acciones que deslumbraban, cuando de la nada y en pocos metros cuadrados, dejaba las marcas desnudas, impotentes, rezagadas, desperdigadas en el césped, mientras el cubano festejaba las anotaciones.
Hace rato que el fútbol de Marcel Hernández bajó de calidad, descendió su rendimiento y dejó de ser pieza indispensable en el equipo. Sin embargo, pocos o nadie lo señalan como responsable, junto a otros compañeros, de la irregularidad que ha mostrado el Cartaginés, después de la conquista del ansiado título.
La magia del ariete cubano, que de verdad se inventaba acciones de mago, ayudaron mucho a que sus dos escuderos, Allen Guevara y Jeykel Venegas, formaran una tripleta de ataque que personalmente me cautivó y no dejé de aplaudirla y alabarla en muchas de mis Notas.
Sin embargo, desde la temporada pasada y más en esta, Marcel Hernández se convirtió en uno más en el equipo y dejó de ser el endiablado número nueve que marcaba la diferencia y que hacía de la delantera brumosa, la más explosiva del torneo.
Incluso, en los lanzamientos de penal luce errático. En Guatemala botó el primero en la definición desde los doce pasos, del repechaje para la Liga de Campeones y puso al equipo contra las cuerdas. Pero, ¿cuántos ha errado antes?
El cubano ha perdido encanto, sabor, salsa y picardía. Ha perdido brillo, el brillo que iluminaba al resto del equipo. Desde luego que sería injusto cargar la debacle del Cartaginés solo en Marcel. Es un tema de equipo, de grupo, que se gesta eso sí, en el “bajonazo” de fútbol del futbolista qué por ser tan diferente, tan deslumbrante, se convirtió en el referente de la nómina azul.
Sin el brillo del cubano, Cartaginés se apagó.
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