Cene a ciegas
Melissa González mgonzalezt@larepublica.net | Martes 16 abril, 2013
IMPACTO SOCIAL
Cene a ciegas
Comer en la oscuridad es una tendencia conocida en Europa, a Costa Rica la iniciativa llegó con un fin social
La idea de comer en completa oscuridad sin siquiera poder verse las manos, es una tendencia conocida en Europa, que invita a los comensales a explorar sus otros sentidos para disfrutar una experiencia gastronómica inigualable.
Bork conoció las cenas a ciegas en una visita a Copenhague, Dinamarca, hace tres años; sin embargo, no pudo participar de la experiencia porque la lista de reservas era muy extensa.
Al regresar al país le contó la idea a su amiga Ileana Chacón, quien es invidente, aunque la idea de hacerlo acá era su propósito, Bork no la comenzó a gestar hasta hace cinco meses.
La propuesta está enfocada en ofrecer algo extra a la población, por ello se montó el proyecto para beneficiar a la Fundación Hellen Keller y así a las personas invidentes en el país.
La idea es que quienes asistan se sensibilicen ante esta población.
Para las cenas se acondiciona un salón, en el que se pusieron varias capas de tela y una especie de cajón a la entrada para que los asistentes esperen ahí hasta ingresar.
“Se cerró cualquier filtración de luz, se usan manteles y servilletas negras y no se permite nada brillante. Quedó tan oscuro que incluso los platos blancos no se pueden ver. Podemos decir que logramos una oscuridad de 100%”, comentó Bork.
En la cena, un grupo de voluntarias, todas ellas con discapacidad visual, son las que atienden a los comensales.
“Queremos darles la oportunidad de trabajar y la verdad es que nunca he visto a meseros trabajar tan bien. No se oye ni un plato al ponerlo a la mesa, no hubo ningún accidente, ni un vaso se cayó”, agregó.
En cuanto el menú, afirma que será un secreto, la idea es sorprender.
Vicente Aguilar, chef y propietario del restaurante La Lluna de Valencia, ha participado como asesor de este proyecto.
Melissa González
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