China celebra Día Nacional entre protestas
EFE | Miércoles 01 octubre, 2014
China celebra Día Nacional entre protestas
China celebra hoy el 65 aniversario de la llegada al poder del Partido Comunista y la creación de la República Popular en medio de uno de los mayores retos de las últimas décadas al sistema, la protesta democrática de Hong Kong.
Las manifestaciones en la excolonia británica se mantuvieron ayer, con dos días casi seguidos de inacción policial, en lo que parece una táctica de las autoridades por intentar que la protesta pierda fuerza y se apague por sí misma, sin lanzar una represión a gran escala.
La acción de los agentes antidisturbios entre el sábado y la madrugada del lunes, que ya fue comedida con solo el uso de gases pimienta y lacrimógenos, tuvo un efecto contraproducente y echó más manifestantes a la calle, por lo que las autoridades han cambiado de estrategia.
Si las autoridades "hubieran querido arrasarla (la protesta), lo hubieran hecho en dos minutos. No lo quieren hacer, porque China quiere tener un puesto en la gobernanza mundial", afirma el venezolano Francisco Nieto, profesor universitario y director en Pekín de la Iniciativa Global Asia-América.
Nieto recuerda que China tiene pendientes muchos asuntos clave a nivel internacional (sobre todo su objetivo de ser un referente económico y político mundial, pero también las disputas en el Mar de China, la cumbre de la APEC de noviembre en Pekín) como para lanzar una represión violenta. "El mundo tiene sus ojos puestos en Hong Kong", destaca.
De momento, los convocantes de las protestas apuestan por una concentración multitudinaria mañana, 1 de octubre, día festivo nacional en el que se conmemora el 65 aniversario de la llegada al poder del Partido Comunista y de la creación de la República Popular China.
El aniversario llega precedido del primer Día de los Mártires, celebrado tras ser establecido el pasado 31 de agosto, dentro de la política de nacionalismo asertivo que el Gobierno de Pekín está desarrollando estos últimos años.
Pero este nacionalismo, que vale para buena parte de la población china, no sirve en Hong Kong, donde la reintegración a la soberanía de Pekín de 1997 siempre se vio con una buena dosis de desconfianza hacia el gigante asiático gobernado por el Partido Comunista.
Ahora, la protesta hongkonesa a favor de más democracia se ha convertido en uno de los mayores retos para el Gobierno desde las manifestaciones democráticas que acabaron en la represión de Tiananmen en 1989.
Nieto cree que, desde entonces, las cosas han experimentado un cambio enorme en China, donde la población -sobre todo los jóvenes- está más informada y cuestiona cada vez más el sistema, por lo que cree que habrá una evolución (eso sí, lenta) hacia reformas democráticas muy graduales.
Pekín/EFE