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Sábado, 6 de julio de 2024



FORO DE LECTORES


Cómo se desarrolla la exploración de hidrocarburos

Mihaela Dobrinescu redaccion@larepublica,net | Martes 18 junio, 2024


MD


Mihaela Dobrinescu

Comisión de Hidrocarburos

Colegio de Geólogos de Costa Rica

Recientemente, la publicación de un artículo sobre las etapas y metodologías desarrolladas en la exploración de hidrocarburos ha mostrado que todavía se conoce poco y se especula mucho al respecto en nuestro país.

A pesar de que Costa Rica ha sido testigo de exploraciones de petróleo desde principios del siglo XX, respetando secuencias de ejecución acorde con el desarrollo técnico prestablecido mundialmente, aún nos bombardean artículos confusos y erráticos, que reflejan un amplio desconocimiento del tema. Por esta razón la Comisión de Hidrocarburos del Colegio de Geólogos de Costa Rica presenta su criterio científico – técnico en este campo de la geociencia aplicada a la actividad productiva.

Primero, se debe tener un claro entendimiento de la dinámica de la actividad investigativa que conlleva el descubrimiento y producción de un yacimiento de petróleo y gas natural. En condiciones ideales, se desarrolla en tres etapas: prospección (1-2 años), exploración (2-3 años) y producción (hasta que concluya la vida útil del yacimiento). Dentro de la etapa de producción se contempla el desarrollo del yacimiento para su puesta en producción, que en la práctica de la industria no supera un año.

Una vez delimitadas las zonas de mayor interés y con abundancia de estructuras geológicas favorables, se inicia una fase de investigación o exploración de detalle, con métodos que proporcionen información más prolija y reveladora. En Costa Rica se han aplicado las etapas de prospección y exploración regional en las zonas de potencial de hidrocarburos de interés, quedando pendiente únicamente la etapa de exploración de detalle, que en la práctica no supera un año de duración.

La investigación requiere del método geofísico de sísmica regional, con perfiles sísmicos bidimensionales (2D), en donde el aporte de herramientas tecnológicas como programas especializados de software son cada día más exitosos, y la inteligencia artificial y moderna tecnología contribuyen a una mejor planificación, ahorro de tiempo y mayor economía para las actividades que siguen. Luego sigue la sísmica 2D semirregional, con la cual se llega a determinar las zonas de interés para investigación mediante pozos exploratorios. No obstante, antes de perforar en el área de interés, se desarrolla una red sísmica tridimensional (3D) de alto detalle, cuya resolución nos lleva a conocer el subsuelo con alta precisión. Todo el procesado de la información geocientífica permite posicionar con precisión el sitio de perforación, lo que es considerado uno de los mejores métodos directos de investigación.

Los adelantos tecnológicos continuos permiten que el éxito de las campañas exploratorias sea cada vez mayor, con menor inversión y menos invasivas, ya que el conocimiento de las zonas exploradas es conocido en detalle con menos perforaciones y más métodos geológicos, geoquímicos y geofísicos que se realizan en la superficie con un impacto mucho menor que en el pasado. Se han dado pasos gigantescos en el manejo ambientalmente amigable de los lodos de perforación, y la precisión y control de presión del pozo, con lo que se evitan casi por completo inconvenientes como el escape del pozo en presencia de un yacimiento.

Concluidas con éxito estas etapas, un yacimiento tiene que ser delimitado y medido, y se pasa a la etapa de producción. Los pozos exploratorios de la zona se adaptan para la producción. En muchos lugares del mundo se utiliza adicionalmente el levantamiento sísmico 4D, y además, los adelantos con alta resolución de los softwares modernos permiten que datos digitales de campo de periodos de exploración previos y con diferentes métodos geocientíficos sean hoy reprocesados, interpretados e integrados, revelando información con que no se contaba en el pasado y que en múltiples ocasiones han conducido a importantes descubrimientos de hidrocarburos prácticamente “escondidos”.

Las exploraciones desarrolladas por varias compañas de exploración en el territorio nacional, por empresas transnacionales o bajo convenios entre RECOPE y otras empresas internacionales, ha puesto en evidencia que en Costa Rica se ha generado y se cuenta al menos con dos categorías de reservas potenciales de petróleo y de reservas potenciales importantes de gas natural, ambos de una excelente calidad. Los resultados de estas campañas exploratorias se integraron en numerosos estudios científicos que generaron resultados optimistas y que condujeron a la localización de al menos 10 zonas de interés potencial de hidrocarburos para desarrollar exploraciones de detalle, con el fin de comprobar y ubicar la existencia de yacimientos comerciales de petróleo y gas natural. Las exploraciones realizadas en Costa Rica en el pasado en estas zonas superaron las etapas de prospección y de exploración regional, quedando por desarrollarse únicamente la etapa de exploración de detalle (un año de duración en condiciones ideales).

La industria de los hidrocarburos presenta un alto impacto positivo en el desarrollo de un país cuando los recursos obtenidos son bien ejecutados y no van en contra del desarrollo de los recursos renovables. Si bien es cierto que el petróleo, dentro de la matriz energética mundial, reducirá lentamente su participación, el gas natural la incrementará rápidamente, hasta llegar a desplazar al petróleo a un segundo lugar. Así está confirmado por las proyecciones para 2040-2060 en el consumo energético mundial estimado por organizaciones internacionales de prestigio. El gas natural es un excelente energético, genera hasta un 40 % menos de gases de efecto invernadero que los derivados del petróleo, es un recurso que la humanidad la tiene y no debería ser desperdiciado. El gas natural es el energético puente a las energías verdes en la transición energética, que será un proceso complejo, multidimensional, largo y lento, que además será acompañado por una revolución industrial y tecnológica.

Como materia prima no energética, el petróleo y el gas natural siguen aumentando asimismo su participación en las industrias petroquímica, biomédica, farmacológica, cosmética y agroquímica, todas ellas más limpias, eficientes y con gran valor agregado, además indispensables para la salud y la vida del ser humano.

La transición energética a otros tipos de fuentes necesitará, sin embargo, del petróleo y gas natural como materias primas para la industria petroquímica para producir una cantidad importante de productos que son claves, como plásticos, aislantes eléctricos y las llantas que se necesitan para los vehículos eléctricos. De tal manera, debemos pensar de una forma más integral, y no exclusivamente en el uso energético de los hidrocarburos, en beneficio de la economía de muchos países.









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