Cómo perder un cliente
Carmen Juncos cjuncos@larepublica.net | Lunes 19 septiembre, 2011
Con Sumo
Cómo perder un cliente…
Quizás usted haya pasado por la amarga experiencia de recibir un mal servicio o de que le vendan un producto fallado, por ejemplo, un electrodoméstico, y vivir luego una pesadilla para lograr que le reconozcan la garantía y se lo cambien.
Muchas veces uno se pregunta si las gerencias de las empresas dedicadas a ofrecer servicios entrenan adecuadamente y sobre todo supervisan la labor que realizan sus colaboradores. En esta época, en que los especialistas en la materia aseguran que es menos importante venderle al cliente un producto que aprender de él, eso adquiere cada vez mayor relevancia.
¿Por qué en nuestro entorno no se da importancia al hecho de realizar una posventa adecuada? ¿Por qué a veces un colaborador topa con la ineficiencia de algún jefe? Esa debería ser una oportunidad de oro para que el colaborador de una empresa pueda resarcir al cliente en lo que corresponda o, si ese no es el caso, aprovechar la oportunidad para estrechar vínculos con él y así, a futuro, realizar más y mejores negocios.
A pesar de que lo anterior es hoy una clave indiscutible para ser exitoso en el tema del servicio al cliente, pareciera que aún muchas empresas no asimilan el hecho de que es mejor contratar a personas con actitud de servicio que a gente solo calificada técnicamente, porque los conocimientos se adquieren mientras que la disposición de servir no.
Como consumidores deberemos aprender a seleccionar para nuestras compras aquellos establecimientos donde ya se pone en práctica un verdadero buen servicio al cliente. Solo un paso adelante en este sentido obligará a que se nos tome en cuenta y mejorará la calidad de la oferta.
Carmen Juncos
cjuncos@larepublica.net
Cómo perder un cliente…
Quizás usted haya pasado por la amarga experiencia de recibir un mal servicio o de que le vendan un producto fallado, por ejemplo, un electrodoméstico, y vivir luego una pesadilla para lograr que le reconozcan la garantía y se lo cambien.
Muchas veces uno se pregunta si las gerencias de las empresas dedicadas a ofrecer servicios entrenan adecuadamente y sobre todo supervisan la labor que realizan sus colaboradores. En esta época, en que los especialistas en la materia aseguran que es menos importante venderle al cliente un producto que aprender de él, eso adquiere cada vez mayor relevancia.
¿Por qué en nuestro entorno no se da importancia al hecho de realizar una posventa adecuada? ¿Por qué a veces un colaborador topa con la ineficiencia de algún jefe? Esa debería ser una oportunidad de oro para que el colaborador de una empresa pueda resarcir al cliente en lo que corresponda o, si ese no es el caso, aprovechar la oportunidad para estrechar vínculos con él y así, a futuro, realizar más y mejores negocios.
A pesar de que lo anterior es hoy una clave indiscutible para ser exitoso en el tema del servicio al cliente, pareciera que aún muchas empresas no asimilan el hecho de que es mejor contratar a personas con actitud de servicio que a gente solo calificada técnicamente, porque los conocimientos se adquieren mientras que la disposición de servir no.
Como consumidores deberemos aprender a seleccionar para nuestras compras aquellos establecimientos donde ya se pone en práctica un verdadero buen servicio al cliente. Solo un paso adelante en este sentido obligará a que se nos tome en cuenta y mejorará la calidad de la oferta.
Carmen Juncos
cjuncos@larepublica.net