Compromiso con la educación
Jonathan Prendas jonathan.prendas@gmail.com | Lunes 22 febrero, 2021
Jonathan Prendas
Diputado
Nueva República
A pesar de que hace algunos días iniciaron las clases, todavía algunos maestros, profesores, padres y alumnos no han logrado incorporarse a las realidades, procedimientos, condiciones y desafíos que plantea el actual curso lectivo.
El MEP se enfoca en propiciar el regreso a la presencialidad, proceso que apoya Nueva República, pero se torna imperativo realizar más esfuerzos para que todos los centros educativos garanticen claridad, orden y efectividad en el flujo de la información y en sus procesos educativos. La desinformación crea incertidumbre y da pie para pensar que predomina la improvisación.
Volver a las clases, y hacerlo bien, es una fase fundamental para lograr que nuestros niños y jóvenes reciban una educación de calidad que cierre las brechas y les abra de par en par las puertas de las oportunidades futuras, pues es claro que la pandemia ha dejado serias secuelas y ha propiciado desigualdades que no nos podemos dar el lujo de perpetuar.
El Programa Estado de la Educación sugiere que cada tres meses sin clases presenciales implica un año de rezago para los alumnos, y se estima que el año pasado el ministerio le perdió el rastro a más de 90 mil estudiantes. Durante el 2020, a pesar del empeño para atender mediante vías digitales a los alumnos, muchos de ellos se quedaron al descubierto, sin un acceso real y adecuado al proceso educativo.
Casi el 45% de los estudiantes matriculados el año pasado no se registraron en Teams y prácticamente el 35% no tenía conexión a internet en sus hogares; es por eso que distintos especialistas sostienen que los estudiantes costarricenses recibieron una educación a distancia, que no es lo mismo que virtual.
El modelo de repartición de guías, con escasas explicaciones y retroalimentación, demostró que no fue suficiente para alcanzar la adecuada transmisión y asimilación de conocimiento, por eso es necesario mejorar ese esquema. Esta realidad se refleja claramente en los resultados de las evaluaciones que el TEC realizó entre egresados de colegio, como parte de su programa de nivelación de primer ingreso: encontró que el 84% obtuvo una calificación menor a 60 en matemáticas.
En vista de que el Covid-19 impidió que todos los alumnos recibieran todos los contenidos el año pasado, en esta nueva etapa se hace necesario reforzar el vínculo de los maestros-profesores con los padres, encontrar más y mejores alternativas de comunicación con los estudiantes. Evaluar y maximizar el uso del tiempo, virtual o presencial, podría asegurar que nuestros jóvenes obtengan los conocimientos que exige el plan de estudios.
Es necesario aprovechar la experiencia de los centros de estudio nacionales que llevan años usando modelos de educación virtual, dual o presencial con apoyo de la virtualidad, y también es urgente encontrar a los estudiantes que no se reportaron el año pasado para ayudarlos a retomar su educación. El país debe mejorar la infraestructura tecnológica y la conectividad; los maestros y alumnos tienen también que potenciar sus destrezas en el área virtual y aprovechar al máximo la asistencia presencial a clases.
Como lo consignó la ONU, los estudiantes no son los más afectados por la pandemia, pero sí pueden ser sus principales víctimas sociales en el futuro. En el mes de inicio del curso lectivo, Nueva República hace un llamado para que todos los actores se comprometan con la educación, porque hacerlo es comprometerse con el futuro de Costa Rica y salvar a toda una generación.