Con Sumo: Usted... ¿qué opina?
Carmen Juncos cjuncos@larepublica.net | Lunes 22 septiembre, 2008
Con Sumo
Usted… ¿qué opina?
Carmen Juncos
cjuncos@larepublica.net
Es decepcionante el deterioro en la calidad del servicio al cliente de muchas entidades. Antiguas atenciones se han convertido en desatención y abuso del cliente. ¿Pensarán que realmente les traerá algún beneficio?… más bien creo que les perjudica y mucho.
En un banco donde antes había un televisor en la sala de espera (largas esperas), con programación para intentar entretener, ahora hay un vídeo que se repite hasta la crispación insistiendo e insistiendo en servicios que nos quieren brindar, en vez de convencernos con atención rápida y amable, algo que sería la mejor inversión en publicidad.
La contestadora automatizada de una entidad estatal me mantuvo 13 minutos repitiéndome las bondades de la institución, cómo se esmeran en dar el mejor servicio, tratando de convencerme de adoptar nuevos productos de ellos y diciéndome, además, que la conversación sería grabada para verificar cosas (supongo que verifican el mal servicio).
Cuando después de perder así mi tiempo me atendió alguien y expliqué el problema solo logré que me pasaran a otra extensión donde se repitió el calvario y así una tercera vez hasta que colgué sin obtener ningún tipo de atención y habiendo perdido más de media hora. Para colmo, según parece, cuentan con “supervisores” a los cuales también se les paga un salario.
No crean que lo anterior es una exclusividad de entidades estatales. Para nada. Ahora hay empresas privadas que se están volviendo adictas a lo mismo. Una gran contradicción. Cuanto más entramos en una época en donde supongo que hay que ser cada vez más eficiente en estrategias no solo para adquirir sino para conservar clientes, la atención es, en algunos sitios, cada vez más despersonalizada y casi hostil.
Donde antes le esperaba a uno la persona amable siempre dispuesta a ayudarle, ahora suele haber solo máquinas o gente con un talante que solo invita a no volver.
¿Será que al contratar solo se verifican atestados académicos pero no se presta la debida atención al carácter amable, el deseo de servir y el amor al trabajo?
Usted… ¿qué opina?
Usted… ¿qué opina?
Carmen Juncos
cjuncos@larepublica.net
Es decepcionante el deterioro en la calidad del servicio al cliente de muchas entidades. Antiguas atenciones se han convertido en desatención y abuso del cliente. ¿Pensarán que realmente les traerá algún beneficio?… más bien creo que les perjudica y mucho.
En un banco donde antes había un televisor en la sala de espera (largas esperas), con programación para intentar entretener, ahora hay un vídeo que se repite hasta la crispación insistiendo e insistiendo en servicios que nos quieren brindar, en vez de convencernos con atención rápida y amable, algo que sería la mejor inversión en publicidad.
La contestadora automatizada de una entidad estatal me mantuvo 13 minutos repitiéndome las bondades de la institución, cómo se esmeran en dar el mejor servicio, tratando de convencerme de adoptar nuevos productos de ellos y diciéndome, además, que la conversación sería grabada para verificar cosas (supongo que verifican el mal servicio).
Cuando después de perder así mi tiempo me atendió alguien y expliqué el problema solo logré que me pasaran a otra extensión donde se repitió el calvario y así una tercera vez hasta que colgué sin obtener ningún tipo de atención y habiendo perdido más de media hora. Para colmo, según parece, cuentan con “supervisores” a los cuales también se les paga un salario.
No crean que lo anterior es una exclusividad de entidades estatales. Para nada. Ahora hay empresas privadas que se están volviendo adictas a lo mismo. Una gran contradicción. Cuanto más entramos en una época en donde supongo que hay que ser cada vez más eficiente en estrategias no solo para adquirir sino para conservar clientes, la atención es, en algunos sitios, cada vez más despersonalizada y casi hostil.
Donde antes le esperaba a uno la persona amable siempre dispuesta a ayudarle, ahora suele haber solo máquinas o gente con un talante que solo invita a no volver.
¿Será que al contratar solo se verifican atestados académicos pero no se presta la debida atención al carácter amable, el deseo de servir y el amor al trabajo?
Usted… ¿qué opina?