Con Sumo
Carmen Juncos cjuncos@larepublica.net | Lunes 13 junio, 2011
Con Sumo
Un justo reclamo
Un lector me escribió pidiéndome hacer pública su queja por lo que considera un pésimo servicio que le da su cablera. El se declara “fiebre” de RTVE de España, al igual que lo son muchísimos televidentes en este país, que no se pueden conformar con la calidad de la televisión nacional y aprecian la buena calidad de muchos programas de RTVE en nuestro idioma.
El problema es que la programación de RTVE se queda sin señal aquí a menudo. La cablera le ha dicho a nuestro lector que el problema está en la señal de origen o en las frecuentes tormentas. Sin embargo, el quejoso se ha tomado la molestia de comunicarse directamente con la televisora española y le han asegurado, al igual que lo hicieron conmigo hace ya algún tiempo, que no son los causantes de las interrupciones y que se comunicarían directamente con la cablera en cuestión.
El lector se queja también, como lo hice personalmente en la columna del lunes pasado, de recibir mala atención cuando llama por teléfono a quien le da el servicio de televisión por cable, tarea para la cual hay que disponer a veces de más de una hora. Una queja que teníamos antes y habíamos esperado se solucionara cuando fueran empresas privadas las que dieran el servicio. ¡Vana ilusión!
Estaremos atentos a estos servicios. Es un derecho que como consumidores tenemos el de recibir la programación que nos gusta y que hemos contratado, sin interrupciones ni cambios inconsultos y que se nos atienda por teléfono cuando lo necesitemos, sin sufrir interminables esperas.
Invito a todas las personas que me han manifestado su preferencia por la programación de RTVE, de España, a estar en contacto para reclamarla, con buena señal, a las cableras.
Carmen Juncos
cjuncos@larepublica.net
Un justo reclamo
Un lector me escribió pidiéndome hacer pública su queja por lo que considera un pésimo servicio que le da su cablera. El se declara “fiebre” de RTVE de España, al igual que lo son muchísimos televidentes en este país, que no se pueden conformar con la calidad de la televisión nacional y aprecian la buena calidad de muchos programas de RTVE en nuestro idioma.
El problema es que la programación de RTVE se queda sin señal aquí a menudo. La cablera le ha dicho a nuestro lector que el problema está en la señal de origen o en las frecuentes tormentas. Sin embargo, el quejoso se ha tomado la molestia de comunicarse directamente con la televisora española y le han asegurado, al igual que lo hicieron conmigo hace ya algún tiempo, que no son los causantes de las interrupciones y que se comunicarían directamente con la cablera en cuestión.
El lector se queja también, como lo hice personalmente en la columna del lunes pasado, de recibir mala atención cuando llama por teléfono a quien le da el servicio de televisión por cable, tarea para la cual hay que disponer a veces de más de una hora. Una queja que teníamos antes y habíamos esperado se solucionara cuando fueran empresas privadas las que dieran el servicio. ¡Vana ilusión!
Estaremos atentos a estos servicios. Es un derecho que como consumidores tenemos el de recibir la programación que nos gusta y que hemos contratado, sin interrupciones ni cambios inconsultos y que se nos atienda por teléfono cuando lo necesitemos, sin sufrir interminables esperas.
Invito a todas las personas que me han manifestado su preferencia por la programación de RTVE, de España, a estar en contacto para reclamarla, con buena señal, a las cableras.
Carmen Juncos
cjuncos@larepublica.net